Denisse Pohls Pérez, fue galardonada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), por su libro de cuentos Insectario Estrafalario; diez cuentos que le valieron recibir el premio Juan de la Cabada 2022. Al respecto, Denisse señala que todo el amor e inspiración para escribir para las infancias surge cuando se muda de la Ciudad de México a Cozumel.
“El mar es una luz que se te mete en el pecho y da para iluminar todos los rincones de la vida. El mar, te da espacio para salir a caminar, ver el atardecer, visitar a tus amigos... Cambié completamente el ritmo que vivía en CDMX”, señala.
Inspirada por el buceo y el mundo subacuático, Denisse redescubre la curiosidad y el asombro; condiciones que comienzan a desdibujarse a medida que la adultez llega, volver a preguntarnos las cosas más simples vuelven a despertar esta curiosidad infantil que nos lleva a imaginar mundos y maquinar respuestas a preguntas que parecen obvias, ¿por qué el mar es azul?, ¿por qué las temperaturas funcionan así?, ¿por qué los peces hacen esto o aquello?, este primer contacto con la peculiaridad inspira enormemente a Denisse.
“El buceo me hizo sentir como una niña y volví a sorprenderme de la vida. Decidí que el mejor lenguaje para poder hablar de esto, transmitir el juego, la ligereza y la belleza del mundo era a través del lenguaje más puro: el de los niños”
Un escenario complejo que cierra la puerta para los artistas y creadores
Desde los 9 años, Denisse comenzó a escribir poesía y a los 18 comenzó a inscribirse en concursos, señala que es muy difícil posicionarse en el medio de la escritura, especialmente, cuando no tienes personas que te orienten, que te digan adónde acudir, dónde recibir talleres o información y en lo que vas averiguando por cuenta propia también te enfrentas a solucionar los problemas materiales de la vida; sobrevivir en este país y además, crear, es increíblemente complicado.
La escritora rescata lo valioso que son las redes de apoyo, especialmente, las de mujeres. Explica que en todos los ámbitos existe una gran brecha de género y sexismo, por supuesto, este fenómeno también toca la escritura, sin embargo, celebra que cada vez hay más mujeres tomando los espacios que nos pertenecen.
“Las personas que me han ayudado a realizar eventos, difundir, publicar y recaudar son mismas mujeres que reivindican los espacios; aún hay mucho por hacer en este tema, sin embargo, ahí afuera hay mujeres increíbles que difunden, trabajan, hacen iniciativas, apoyan y escriben sobre el trabajo de otras mujeres creadoras”
Enfrentarse a situaciones donde te rechazan múltiples veces y nadie está dispuesto a publicar tus trabajos, es sin más, desalentador y para Denisse, no fue la excepción, pues tras 18 años picando piedra -como dice ella-, finalmente obtuvo su primer reconocimiento nacional. En 2018 publicó Azul Poemarinos de la mano de campañas que recaudaron fondos y algunos fideicomisos de la isla, pues ningún editorial aceptó publicarla; la historia se repitió cuando viajó a Sonora como voluntaria en la colectiva de mujeres que buscan en fosas clandestinas los restos de sus familiares; Hasta Encontrarte, es una recopilación de crónicas que fue rechazada por las editoriales.
“Lo mandé a concursos y tampoco… así que decidí publicarlo de manera independiente en Amazon como un libro electrónico; el panorama en México es muy dificilmente y aunado a esto, la gente no lee.”
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y a los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2022, este año el promedio de libros leídos por la población fue de 3.9, el dato más alto registrado desde 2016, Denisse apunta a que se trata de uno de los fenómenos colaterales de la pandemia, pues las personas comenzaron a buscar alternativas para entretenerse y sobrellevar este hecho.
Al preguntarle sobre la brecha entre la lectura y los niños, la escritora señala que no se necesitan campañas públicas que refuercen la idea de que el amor a la lectura debe entrar con sangre o ser coreado y repetido como si se tratase de una militarización, sino más bien, se trata de una pasión, de inspiración por la maravilla, y el amor a la palabra; algo que le falta a las personas.
“La pasión entra por gusto, si el niño ve que su entorno disfruta de la lectura, se vuelve contagioso porque la lectura es así. Como adulto, debes compartir con las infancias la lectura de una manera lúdica y constante; nunca obligarlos ni subestimarlos, alimenta su asombro y curiosidad… pero eso nunca va a pasar si tú como adulto, eres alguien a quien no le interesa nada”, explica Denisse Pohls.
¡Dejemos de infantilizar a las infancias y mirarlos desde una óptica adultocentrista!
Cuestionar la habilidad de los niños para entender el mundo e invisibilizar sus opiniones por el mero hecho de ser niños, se vuelve un acto que ningunea la perspectiva (valiosísima) de las infancias, con esto se ridiculiza su imaginación y se frena su curiosidad por el mundo que los rodea; este tema, es uno de los pilares más importantes para entender la obra Insectario Estrafalario que se maneja sobre una vertiente muy simple: Las infancias pueden entenderlo todo, somos los adultos quienes tenemos limitantes en la imaginación.
Esta recopilación de 10 cuentos, va en contra de lo que creemos, es un cuentito (sí, en diminutivo) para niñas y niños, entre hormigas zombies que fueron poseídas por un hongo, terror angustiante, insectos femeninos con profesiones increíbles como una escarabajo reportera que cubre un partido de fútbol, una mántis ingeniera en robótica, una avispa que tiene un spa o una abeja que hace investigaciones; estas lecturas reivindican a las infancias y despiertan la curiosidad, o como diría ella, les pican la panza. Denisse señala que en ningún momento sus cuentos tratan de ser moralinos o aleccionadores, sin embargo, buscan mostrar que sus personajes tienen aspiraciones más allá del romance o de sentarse a esperar a un príncipe azul.
“Hay cerca de 1.6 billones de insectos por cada humano en el planeta; entonces es necesario seguir abriendo esas puertas a la imaginación: salir de las pantallas, sobre todo; recuperar el asombro, acostarnos en el suelo, treparnos a los árboles y gozar de este mundo tan maravilloso donde solo hay que poner un poquito de atención para darte cuenta que en cada hoja, en cada planta, en cada grieta del piso, puedes encontrar una maravilla de la naturaleza”, comentó para el INBA.