Britney Spears ha asegurado que sus exmanagers, Lou Taylor y Robin Greenhill, querían matarla.
En su cuenta de Instagram publicó el nivel de manipulación que tuvo la dueña de Tri Star Sports and Entertainment Group y su socia ejercían sobre ella y sobre su padre, y aseguró que las demandará; después borró su publicación.
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“Una semana antes de que me enviaran a ese maldito lugar, TRI STAR me invitó a sus oficinas… esas perras presumidas y ostentosas… MUY LINDAS con su “Estamos aquí para hacerte sentir ESPECIAL”, relató Britney en una publicación acompañada por una imagen en la que se lee “El respeto hacia ti mismo debe ser más fuerte que tus sentimientos”.
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Britney asegura que al ingresar a ese lugar la “mataron” cuando la enviaron a un centro de rehabilitación, decisión con la que su padre estuvo de acuerdo. La cantante de “Baby one more time” dijo adorar a las mujeres y que habría hecho cualquier cosa que le pidieran.
“Creo que intentaban matarme… Todavía hasta este día creo que eso es EXACTAMENTE lo que intentaron hacer”, afirmó.
La intérprete de Toxic y Womanizer dijo que nadie habría sobrevivido a lo que le hicieron a ella y que, además, lo recuerda todo.