La cantante colombiana, Karol G expresó en su cuenta de Instagram su disgusto con la fotografía que usó de portada la revista GQ, donde debajo de su nombre se lee la leyenda "El poder de la música en español". La intérprete de 'Bichota' manifestó que la imagen de portada no la representaba, porque ni su cara ni su cuerpo se ven así. También confesó que dio a conocer a la revista su inconformidad con la cantidad de ediciones, sin embargo, GQ no hizo nada al respecto.
La cantante de reggaetón anteriormente ha sufrido bodyshaming en sus redes sociales y, en entrevistas, ha manifestado que ella no es modelo; por lo que la gente debería enamorarse de ella por su música, pues ella es cantante y no modelo. En la publicación de Instagram Karol G también señala que:
"Como si para verme bien necesitara de todos esos cambios. Entiendo las repercusiones que puede tener esto, pero más allá de sentir que es una falta de respeto a mí, es a las mujeres que todos los días nos despertamos buscando sentirnos cómodas con nosotras mismas a pesar de los estereotipos de la sociedad".
Una declaración similar ocurrió por parte de la cantante y actriz Selena Gómez, quien en el mes de febrero en un live en TikTok declaró que ella no es ni será modelo y que los comentarios sobre su cuerpo la hacían sentir profundamente agotada:
“Sólo estoy tratando de mantenerme saludable, cuidarme y tomar mis medicamentos, eso es todo. No soy una modelo y nunca lo seré”.
La nutrióloga feminista y maestra en medicina social, Ileana Muñíz, explica en entrevista con La cadera de Eva que la modificación de los cuerpos de las mujeres para adaptarlos a estereotipos de belleza que no son reales corresponde con una lógica de consumo en torno a la apreciación de la delgadez, como se ve reflejado en los contenidos que consumimos en pantallas: cuerpos hegemónicos, blancos, tonificados, altos y delgados son los más aplaudidos y visibilizados. Lo cual “tiene que ver todo con aquello a lo que estamos expuestos y que nos va fraguando una idea de lo están bien y lo que está mal”, menciona.
Así mismo, la apreciación y visibilización de estereotipos del cuerpo de las mujeres por encima su talento y profesión, corresponde con una cultura machista, donde los cuerpos que no se corresponden con dichos estereotipos caen en estigmas, discriminación y burlas. La activista Daphnia Ricalde, creadora de La cuerpa, en entrevista para La cadera de Eva señala que la presión social por ser delgada es también una presión por validar a las mujeres mediante una sentencia que señala: “ella es la ideal, ella es la bonita y es la deseable”.