La adolescencia de Rashel Cohen Lan fue entre estar en el mundo exterior y la cárcel. Su madre fue privada de su libertad cuando ella tenía 13 años, es la hermana menor, la que menos convivió con ella.
El nombre de la mujer que le dio al vida era Rebeca Lan, ahora así ha llamado a la fundación que dirige, en la que se ayuda a las mujeres a su reinserción social. La primera actividad que realizaron fue la instalación de bibliotecas, “lo que más piden las mujeres en la cárcel son libros”, cuenta.
Rashel Cohen decía que nunca volvería a tocar la cárcel después de que su madre salió, pero su muerte ha hecho que en cada visita recoga fragmentos de su vida. “Todos la conocían, a la fecha aún voy y al psicóloga me cuenta de mi madre, aún hay presas que estuvieron con ella”, cuenta.
El rostro de Rashel es de una mujer fuerte y segura, a veces sus gestos dejan ver que tuvo que enfrentar muchos desafíos. Nunca se le quiebra la voz, pero su mirada – a veces- revela algunos dejos de nostalgia. No hay lágrimas, sólo fuerza. “Quiero que esas mujeres confíen en ellas mismas”, dice enfática.
Con un saco rosa, el color que lleva su fundación, cuenta de su nueva campaña para La Cadera de Eva, "Cartas con Voz de Libertad" que son cartas escritas por presas que van dedicadas a sus hijos, esposos, familiares o ellas mismas porque a muchas de ellas, nadie las visita. “Las mujeres en la cárcel cargan un doble estigma”, señala.
Me sumo a la Fundación Rebeca Lan y en esta ocasión, apoyo a la campaña #CartasConVozDeLibertad dandole mi voz a Karla, mujer privada de la libertad que tuvo que encontrarse entre cuatro paredes para conocerse a sí misma e intentar reparar el daño que el pasado dejó en ella pic.twitter.com/gJTXnUZIfk
— Fernanda Tapia (@TapiaFernanda) April 20, 2022
La intención de su campaña es que personas públicas lean las cartas y las respondan. Además, que hagan donaciones, ya que ha sido difícil que las empresas quieran donar; le dicen que prefieren apoyar a organizaciones en la lucha contra el cáncer, porque hacen ver mejor a la marca.
El “no” por parte de las empresas no ha sido un impedimento, ella ha seguido haciendo relaciones y sobre todo la ha mentenido con las empresas que ya la apoyan. “Me enfrentado con el sistema de justicia, al interior de la cárcel, al exterior”, cuenta Rashel.
¿QUÉ PASA CUANDO SALEN LAS MUJERES?
La Fundación Rebeca Lan tiene alianza con algunas cadenas de restaurantes y farmacétucas que incorporan al campo laboral a las mujeres que fueron privadas de su libertad, ya que sólo el 5% logra hacerlo, de acuerdo con Cohen.
“El estado se preocupa mucho por la seguridad de nuestro país porque no se vayan a escapar, no se vayan a salir, por la seguridad y no por lo que están pensando y sintiendo realmente. Pero quién se está realmente preocupando que un día van a salir y qué van hacer, podrían seguir en el círculo de la delincuencia”, explicó Rashel, creadora de la Fundación Rebeca Lane.
Rashel apuesta por la sanación interior de las mujeres que se encuentran en la cárcel a través de talleres, en su formación cultural con la creación de bibliotecas y en su reinserción social, apoyándolas a conseguir un empleo.
“Tenemos mujeres que han trabajado en restaurantes y que han ascendido de puesto, incluso tengo una mujer que ya dejó uno de los restaurantes, se paso a otro porque le pagan mejor, también trabajan en farmacias y universidades”, cuenta, orgullosa.
Lo más importante para Rashel dentro de la fundación es que las mujeres vuelvan a creer en ellas, así como su madre, Rebeca Lan, ayudó a sus compañeras. Rebeca era una mujer que fue encarcelada por causas injustas, su caso es una historia complicada, sin embargo, dentro del sistema penitenciario enseñó a leer y escribir a sus compañeras, organizó talleres de literatura y montó una obra con ellas, con estas acciones, desde entonces, Rashel vio los pequeños cambios que el arte y la cultura hacia en al vida de las presas.
ESTIGMA
Las mujeres representan el 5 % de la población penitenciaria en México, al ser un porcentaje menor, en contraste con los hombres, ha sido un sector invisibilizado. Gran parte de los reclusorios femeniles en nuestro país son mixtos y no cuentan con una correcta separación, lo que llega a causar muchos problemas como prostitución y extorsión, de acuerdo con el portal Bajo la Lupa.
Además, 7 de cada 10 mujeres no reciben visitas, mientras que el 91% de los hombres sí reciben, cargan con una doble estigma. Además, los hijos de las presas también viven una situación difícil, “tenemos que vivir el rechazo social, vivir bullling, o sea, es tan difícil de veras para para un hijo que tiene su madre en prisión porque te sientes como mucho raro, o sea, no, no eres como uno, pero no sabes ue hay más cuando lo estás viviendo”, dijo en entevista.
“Las mujeres que están en la cárcel son de carne y hueso como tú y yo, son mujeres con una historia muy fuerte, la mayoría desde que nacieron no tuvieron una oportunidad, por las condiciones en las que nacen se encuentran en constante violencia, tienen un padrastro que constanteme las está abusando, un papá que las violenta, no pueden estudiar, un hermano que está en las drogas o ellas también le entran a eso o si se salen, se van a la calle, se convierten en prostitutas, hay historias difíciles, desgarradoras, que
que me han tocado conocer personalmente”, dijo en entrevista.
Debido a que Rashel sabe la necesidad de las madres de conectar con sus familiares está planeando una segunda campaña donde planea un reencuntro, madres e hijos que no se han visto en más de ocho años, por lo que está buscando de donaciones para comprar boletos y comida.