Jessica Howk, una mujer de 52 años compartió sobre su decisión de no maternar, las vivencias y el prejuicio que convierte a la mujer en egoísta cuando decide no hacerlo. Para ella, hablar sobre este tema es necesario, especialmente, para aquellas mujeres que atraviesan por la misma situación. 

“La gente piensa que estoy sola porque no tengo hijos, pero no lo estoy en absoluto”

Maestra de profesión, Jessica explica que desde la juventud siempre estuvo segura de que la maternidad no era una posibilidad para ella, sin embargo, su entorno cuestionaba reiteradamente esta decisión y desde el adultocentrismo sus familiares le explicaban que “cambiaría de opinión” con el paso de los años y que el instinto maternal llegaría de golpe. 

Esta clase de comentarios la hicieron sentirse preocupada, ¿realmente debía ser madre?, ¿su reloj reproductivo terminaría y jamás tendría hijos?, ¿qué pasaría con su “instinto maternal”?, al final, Jessica decidió no escuchar y enfocarse en lo que siempre supo; no quería ser madre y eso estaba bien. 

“De niña nunca quise una muñeca. No jugaba a mamás y bebés. La gente siempre decía que cambiaría de opinión. Incluso el día de mi boda me preguntaron cuándo iba a tener hijos. Sólo pensé en mí y en mi elección”.

Asimismo, Jessica comparte para Upsocl que reconoce que la maternidad es un proceso que resulta gratificante para muchas mujeres que, realmente anhelan tener hijos, sin embargo, es necesario visibilizar que la felicidad no se encuentra en el mismo lugar para todas las personas, por lo que para ella, mantenerse firme a su postura es parte de lo que la hace sentir plena. 

Finalmente, la maestra señaló que su profesión le ha permitido acercarse mucho a las infancias y varolizarlas. Se siente amada, acompañada y feliz de vivirse como mujer, una mujer a la que no le hace falta absolutamente nada. 

El instinto de la maternidad y el mito de la mujer que debe maternar

Socialmente entendemos el instinto maternal como algo propio de la naturaleza de la mujer; una necesidad de ser madres y cuidar, sin embargo, no existe alguna evidencia científica que apunte a que las mujeres tengamos un instinto o un reloj biológico que “programe” el deseo de ser madre. La cultura y la sociedad, son factores muy importantes en la toma de decisiones de las mujeres y el supuesto “deber” de la maternidad, explica la especialista en psicología clínica y sexología Marisa Díaz. 

Existe una idea patriarcal que nos plantea desde la infancia que las mujeres nacemos con una “programación” de comportamientos y cuidados para desempeñarnos como madres, sin embargo, la maternidad es un acto aprendido que todxs los seres humanos podemos desempeñar sin importar el sexo. No existe evidencia de que el cerebro de la mujer tenga implantado algún chip innato a diferencia del hombre, retoma el artículo “¿Realmente existe el instinto maternal o paternal? La ciencia lo pone en duda”, de la revista especializada “Bioteros”.

Existe una necesidad de eliminar del aprendizaje colectivo algunos conceptos de la maternidad y la relación directa con la plenitud de la mujer; la maternidad siempre debe ser deseada. Paralelamente a estas ideas, cuando la sociedad instaura que es nuestra naturaleza maternal, se refuerza la idea de una “necesidad fisiológica” y nos niega la posibilidad de detenernos a reflexionar si es realmente nuestro deseo y elección. 

Finalmente, es necesario recordar que los hijos e hijas se quieren por amor y deseo, jamás por instinto.