Es común escuchar que después de los 30 ya estás en edad en la que debes haber “obtenido” ciertos “logros” referidos a la vida personal, como son una pareja estable, hijos y el trabajo ideal. Melissa Moreno de 36 años y Vica Garrido de 35, cuentan para La Cadera de Eva cómo se enfrentan a estas expectativas y estereotipos desde que cumplieron 30 años.
Dejar los estereotipos sobre lo que deben hacer (o no) las mujeres es esencial para romper con los mandatos patriarcales, sin importar la edad; pero al cumplir 30, parece que las expectativas aumentan.
Melissa Moreno es una mujer soltera de 36 años, se dedica al periodismo y trabaja en la industria editoral. A lo largo de los últimos años notó que los comentarios sobre su edad y la etapa de vida en la que se encuentra, comenzaron a ser más recurrentes en sus círculos sociales e incluso en sus espacios de trabajo.
“Muchas veces dan por hecho que, por la edad, ya estás casada, que vives con alguna pareja o que tienes hijos. También te enfrentas a los estigmas profesionales de quienes preguntan si tienes planes de casarte o de embarazarte, como si la condición social dependiera de tus habilidades profesionales”, cuenta la periodista Melissa Moreno.
Sin embargo, ninguna de estas cosas deben ser la norma, por el contrario, existen muchos tipos de éxitos que dependerán de la forma como veamos el mundo y el estilo de vida que elegimos, a pesar de existir en una cultura patriarcal.
Para Vica Garrido, una mujer soltera de 35 años, terapeuta de marca y creadora del podcast “34 y contando”, una de las lecciones más importantes que ha aprendido es que si te encuentras en esta etapa, la debes disfrutar a tu manera.
“Nos dicen que las mujeres están hechas para dar vida, pero yo creo que está muy mal interpretado (el concepto) porque si le buscamos, en el fondo tiene algo de razón. Las mujeres sí damos vida pero no en un vientre, sino cuando nuestra cabeza, corazón y el instinto se conectan para hacer cosas grandiosas”, comparte en entrevista para La Cadera de Eva.
EL PEOR ENEMIGO ES EL PATRIARCADO
La independencia emocional y económica es una de las mejores ventajas que se suele tener en la etapa de los 30. Pero el ser “soltera, coqueta y próspera” no es una meta que se cumple de la noche a la mañana, sino que implica un gran esfuerzo, sobre todo para enfrentar las brechas de género que aún existen, coinciden las entrevistadas.
En un un mundo patriarcal, se espera que las mujeres se dediquen a las tareas del hogar, al trabajo de cuidados de las hijas o hijos y a ser buenas esposas como sinónimo de buena mujer, de acuerdo con Marcela Lagarde, teórica feminista.
Foto: Cortesía Melissa Garrido
Pero, hoy en día, la integración de las mujeres al mundo laboral también es impactado por los mandatos de género y los estereotipos de cómo debe verse “una mujer de negocios” en el mundo empresarial. Mientras el 72% de los puestos de decisión son ocupados por varones, sólo el 28% de las mujeres están en estos puestos; pero el 42% de la fuerza laboral es ocupada por mujeres, de acuerdo con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
Melissa recuerda que en una entrevista con Teresa Baró, experta en comunicación empresarial en España, le preguntó por qué a las mujeres se les dificulta más integrarse al mundo de los negocios. La experta señala que “hay que entender el mundo de las empresas está hecho por y para hombres, entonces obviamente la forma de ser una mujer no es como la de un hombre”.
“Nosotras somos más cuidadoras, afectivas y sensibles”, según Melissa, son cualidades que parecen ser percibidas como algo malo o que no son aptas para cualquier tipo de trabajo o de negocio. “Entonces encontramos estos estereotipos sobre que si un hombre regaña, es asertivo; pero si lo hace una mujer, es una histérica”, agrega.
Foto: Cortesía Vica Garrido
Al respecto, Melissa comparte que en el mundo laboral ha tenido que desarrollar un “ego” para que pueda ser tomada en cuenta, Vica también comparte esta idea, ya que “como mujeres la tenemos más díficil, porque siempre tenemos miles de ojos encima viendo en qué momento te equivocas. Entonces parece que debemos hacer cualquier cosa mil veces mejor de lo que se espera de un hombre”.
“Creo que es muy necesario construir tu ego; aunque nos dicen el ego es malo, no creo que sea así, y más siendo mujeres. Algo que tienen los hombres es un ego muy alto, a ellos se les enseña que nacieron como con un poder divino. Entonces, debes realmente creerte que eres una fregona y trabajar para mostrarlo[...]Siempre va a haber alguien que nos menosprecia, que va a querer hacernos sentir como que no somos suficiente”, opina Vica.
La pensadora feminista, Coral Herrera, plantea que, los hombres tienen que trabajar mucho el ego y el miedo al rechazo, dos cosas de la masculinidad tradicional que se reflejan en las relaciones de poder entre varones y mujeres.
“Como varones deben trabajar y pensar en qué pasa cuando te dicen que no, cómo te sientes, qué emoción te genera eso y cómo gestionas esa rabia. La masculinidad les enseña a que siempre tienen razón, y muchos se resisten a abandonar eso", según Herrera.
TREINTONA, SOLTERA Y FANTÁSTICA
Bajo las ideas del amor romántico heterosexual, constantemente se reafirma la presión de tener un esposo e hijos, por lo que, estar soltera después de los 30 se percibe como un signo de preocupación por “el tic-tac del reloj biológico”, de acuerdo con Rosa Falcone, psicóloga y teórica feminista.
Sin embargo, tanto Vica como Melissa cuentan que la presión de tener pareja no sólo pasa desde los 30, sino que desde niñas se fomenta la creencia de que una mujer sólo está completa si tiene un hombre a su lado.
“Yo creo que no es después o antes de los 30, parece que estamos programados con la creencia de que es parte del ser humano querer de engancharnos con alguien desde niñas”, dice Vica Garrido.
Para ella, a las mujeres y hombres se les inculca esa idea de dar cariño y de recibir cariño, pero son ideas que se reproducen en industrias como Hollywood en películas o series que siempre ponen como primera prioridad que si eres mujer, debes enamorarte y tener tu “felices para siempre”.
“Me hubiera encantado que alguien me explicara qué era el amor romántico, para entender que un amor, un noviazgo o cualquier relación, mientras sea sana, bonita y recíproca, vale la pena. Pero que si esa relación duele, no es amor”, cuenta Melissa Moreno.
Ante esto, Melissa expresa que de haber sabido antes sobre amor romántico, hubiera entendido que hay comportamientos que no debe tolerar, como que la intensidad de sentir cualquier emoción no es mala, que las relaciones deben ser recíprocas y que no necesita a un hombre para estar completa.
En ese sentido, Vica Garrido menciona que lo que ha aprendido sobre tener pareja es “dejarnos de presionar a que es un requisito”. Aunque ella experimentó con aplicaciones de citas como Bumble o Tinder, aprendió que “no siempre es necesario estar conectada con alguien, es importante darte un tiempo para ti”. Las aplicaciones de citas se han posicionado como una forma inmediata de relacionarse románticamente, pero para Melissa, esto no siempre es lo adecuado.
“Me parece extraño que entremos en una dinámica de ‘este sí, este no’, de deslizar a la derecha o a la izquierda y querer hacer un clic inmediato con alguien. Entonces confundimos lo que puede ser real a lo que queremos, porque estamos muy acostumbrados a la inmediatez. Y si no resulta, pues nos frustramos”, explica.
Foto: Cortesía Melissa Moreno
SOLTERA PERO NO SOLA
En la etapa de los 30, las experiencias y la madurez se unen para tener una visión más amplia de la vida, aún más si la perspectiva feminista influye en tu vida, por lo cual es más sencillo saber con qué tipo de personas disfrutas relacionarte, según psicólogas feministas. Melissa y Vica han aprendido que hay diferentes tipos de amor y no todo se trata sobre el amor pasional que puedes tener con una pareja.
“Existen diferentes tipos de amor en la vida, hay que aprender a disfrutarlos y saber que el amor no tiene que ser para siempre”, dice Melissa Moreno.
El feminismo también es una herramienta esencial para construir y fortalecer las redes de mujeres. Además, es fundamental para visibilizar que el amor romántico no es la única forma de amar, y que el sexo heterosexual centrado en el placer masculino, tampoco es el único tipo de placer.
Es así que, a través del movimiento feminista, Melissa desarrolló ciertos estándares para poder relacionarse con cualquier persona, pero también a reconocer lo valioso de “saber lo que le quieres dar a otra persona”.
“La gente que simplemente no respeta los derechos humanos para mí no tiene cabida y más siendo una relación amorosa. La verdad es que sí centro mucho mis relaciones a través del feminismo porque es un trabajo constante no sólo hacia con los demás, sino también conmigo misma”, comparte.
Las redes entre mujeres son un aspecto clave en el disfrute de cualquier etapa de vida, desde que eres niña hasta la vejez, afirma Coral Herrera. Es decir, tu mamá, abuela, hermana, tía, prima o tus amigas, también pueden convertirse en los amores de tu vida, como le sucedió a Melissa y a Vica.
“Tal vez no tengo una pareja, pero tengo mucho amor compartido entre mis amigas, que han estado ahí en las buenas y en las malas durante años. Mi mamá, mis abuelas y mi hermana también han estado ahí. Con mi hermana ha sido el poder tener una compañera para dialogar e incluso para pelear”, expresa Vica Garrido.
“La relaciones amorosas son importantes en cada momento de tu vida…hay diferentes tipos de amor, el amor fraternal, el de tus padres, con tus amistades. Para mí mis amigas son el amor de mi vida”, comparte Melissa. “Yo no creo que una mujer sea la peor enemiga de una mujer, el peor enemigo de una mujer es el patriarcado”, agrega.
Esos amores de tu vida, que sin importar si son madres, esposas, trabajadoras o todo junto o ninguna, no hay que juzgarlas; desde el feminismo se busca que esas decisiones y propósitos de vida sean elegidos de forma libre, afirman pensadoras feministas.
Foto: Cortesía Vica Garrido
Por otro lado, la sexualidad y el placer femenino durante mucho tiempo fueron relegados, escondidos e incluso convertidos en tabúes. Hasta hace pocos años, con el estallido de la revolución feminista, las mujeres han reivindicado el derecho a un placer que no esté centrado en los hombres o en la penetración.
El placer no puede ubicarse en un solo órgano, sería tanto como desperdiciar todas las terminaciones de nuestro cuerpo, nuestras fantasías, y todo aquello que nos provoca el sentir a través de nuestros cinco sentidos, tanto cuando nos autoerotizamos como al compartirlo con una pareja, según Norma Escamilla, feminista, pedagóga y psicoterapeúta analítica.
“Desde jóvenes comprense un buen vibrador, esa es la mejor inversión. Tengan un buen vibrador porque su vida sexual va a ser mucho más rica y placentera. Así van a evitar caer con personas innecesarias y ustedes van a encontrarse un placer muy bonito”, sugiere Vica Garrido.
QUISIERA TENER 30
Vica comparte una frase que su madre inspiró: “a veces les digo a todas las mujeres que no seamos ociosas, seamos curiosas”. Para ella es importante buscar estos espacios de plenitud o tranquilidad, pues al momento al momento de “crear nuestro propio espacio, somos libres; hay que buscar esos momentos de libertad donde nadie opina y tú puedes ser la persona que quieras, eso es muy enriquecedor”.
“Hay que gozar mucho en la edad que tengas, abrazar esta posibilidad de gozadera que tenemos. Por ti y por todas las mujeres tenemos que disfrutar quienes somos, lo que estamos haciendo y qué puertas podemos ir abriendo para nosotras mismas o para las demás”, comparte.
En cuanto a Melissa Moreno, la libertad también es un elemento importante para ella, pues sugiere a las mujeres que, sin importar la etapa de vida en la que se encuentren, “su prioridad sean ellas siempre, y no porque se le llame egoísmo, más bien es autocuidado” , señala. Además, recomienda a las más jóvenes que ese autocuidado sea de forma física, emocional y mental, desde usar protector solar, alimentarse de la forma más sana posible, hacerse chequeos médicos, hasta la inversión en sí mismas como inveritir en su educación o en su salud mental.
Si bien el futuro es incierto, los sentimientos de esperanza, ilusión y ganas por vivir las siguientes aventuras de su vida, son emociones que acompañan a estas dos mujeres de treinta y tantos, a pesar de lo que la sociedad patriarcal espera de ellas.
“Espero verme más grande igual de entusiasta que cuando tenía 12 años y jugaba con mis crayolas, que a los 70 años que pueda sentirme súper entusiasta. También espero verme feliz sin la presión de ir contrarreloj”, comparte Vica Garrido.
Por su parte, Melissa espera estar viajando mucho, seguir con sus proyectos profesionales desde el feminismo y en algún momento, tener una casa propia y tal vez, una pareja. Asimismo, lejos de los estereotipos y expectativas sobre las mujeres de 30, quiere “llegar a viejita en óptimas condiciones”, disfrutando cada etapa de su vida en plenitud.