Hanna, una madre de 32 años que dio a sus hijos a los 16, en plena adolescencia los está buscando para contarles sobre su estado de salud. La joven contó para la BBC que para entregarlos hace más de 10 años tuvieron que sedarla.

Ahora, la madre biológica acaba de recibir un diagnóstico médico donde la advierten de tener sólo seis meses de vida.

"Cuando me dieron la noticia, llamé directamente al Servicio Social. Solo necesitaba saber si mis hijos estaban bien", cuenta.

LA DECISIÓN DE DARLOS EN ADOPCIÓN

Como madre adolescente que tuvo que pasar por muchas dificultades y sin una red de apoyo, los Servicios Sociales de Reino Unido dictaminaron que Hanna era incapaz de cuidar a sus recién nacidos.

La mujer describe el momento en que vio que sus mellizos de 14 meses eran llevados a una nueva familia como "el peor día de su vida". Tenía 16 años y pasó más de un año luchando por mantenerlos cerca mientras vivía en un hogar de acogida.

"Mi madre solía golpearme hasta que mi piel se ponía negra y azul. Creo que tenían miedo de que la historia se repitiera", dice.

CARTAS

Durante un tiempo, Hanna tuvo una comunicación mediante cartas con sus hijos, aunque ella cree que quien respondía eran los padres adoptivos. “Ellos apenas tenían dos años, no sabían escribir”.

Las cartas comenzaron a ser dolorosas para Hanna ya que le dolía la situación, que sus hijos no estuvieran con ella. Una de sus últimas cartas fue regresada, ya que supuestamten la narrativa de éstas debían ser en un tono positivo, ya que la última carta tenía contenido “inapropiado”. No debía decir que le gustarían que sus hijos estuvieran con ella.

Incluso existe una asociación que ayuda a los padres biológicos a escribir sus cartas.

SOLEDAD

Todos los años, Hanna y su pareja celebraban los cumpleaños de sus hijos y les cantaban feliz cumpleaños, sin saber si alguna vez sabrían más de ellos.

"Durante años me preocupé y tuve pesadillas de que los habían matado… Yo no sé nada. ¿Me lo dirían si les pasara algo?", se pregunta.

Ahora que Hanna se encuentra en una situación complicada por su estado de salud, desea que las autoridades del Reino Unido la apoyen para que sus hijos la puedan conocer.

Al respecto, Anna Gupta, profesora de trabajo social en la Universidad Royal Holloway, también en Reino Unido, señala que los hijos adoptados en algún momento querrán sabr cuáles son sus orígenes por lo que se debe orientar a los adoptantes sobre esta situación.

Hanna señala que mientras le quede vida seguirá luchando para reencontrase con sus hijos. ¿Tú qué opinas?