En estos tiempos de la pandemia por Covid-19, han cambiado nuestras rutinas drásticamente. Estamos en una situación que se bombardea en todo momento de noticas preocupantes en diversos ámbitos como salud pública, recesión económica, incremento de violencia doméstica, desempleo, ampliación del índice de contagiados y decesos, entre otros. 

Esta exposición nos coloca en un estado constante de alerta provocada por nuestro cerebro que segrega neurotransmisores como el cortisol y la adrenalina.  El cortisol incrementa los niveles de glucosa en la sangre y suprime el sistema inmunológico, entre otras reacciones. La adrenalina aumenta la frecuencia cardiaca y los suministros de energía, eleva la presión arterial, etc. Lo que conlleva a desarrollar diferentes problemas mentales como ansiedad, insomnio, ataques de pánico, depresión, incremento de apetito, falta de capacidad de atención, entre otros.

Debido a esto, el momento que enfrentamos nos da la oportunidad de encontrar otro camino para cuidar tu mente y mejorar tu bienestar. Ese camino está ligado a un redescubrimiento de lo que puedo rescatar en tiempos de COVID-19.  

De desarrollar nuestra habilidad de resiliencia (capacidad de sobreponernos a situaciones adversas) y empezar a ser positivos.

Y sí, son momentos complicados y vendrán consecuencias igual de complicadas en diversos ámbitos, por eso, más que nunca, poder ver lo positivo y apreciar las diferencias, valorar los momentos y encontrar las riquezas que este confinamiento nos brinda, será al final del día más benéfico. La explicación científica basada en neurociencias, señala que cuando hago algo que me produce placer, como por ejemplo evocar un pensamiento positivo, reír, disfrutar un platillo, hacer ejercicio, ver una serie, etc, se liberan neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, entre otras que producen una sensación de bienestar, regulan el humor, el sueño, el apetito, regula el aprendizaje, la motivación, etc.

Cuando hago algo que me produce placer, como por ejemplo evocar un pensamiento positivo, reír, disfrutar un platillo, hacer ejercicio, ver una serie, etc, se liberan neurotransmisores como la serotonina...

El mensaje está implícito, entender y analizar qué tan provechoso resulta vivir la oportunidad de estar en casa, donde la casa puede ser más allá del espacio físico, puede ser tu yo interior, puede ser el templo que conformas con tu familia, un rencuentro a lo verdaderamente esencial para vivir una mejor vida.  Entender que podemos vivir con menos, que es más placentero cocinar con la familia, desempolvar los juegos de mesa, redescubrir el teléfono y hacer llamadas a los seres queridos, no hacer nada más que disfrutar de un rico café de olla y charlar sin prisa…

Para muestra, invité a diversas mujeres a aportarnos qué han podido sacar de provecho a esta situación:

Yessica, 35 años, maestra de artes, embarazada de 6 meses

Al principio fue muy difícil estar totalmente en casa y no compartir con mis padres la evolución de mi embarazo, con el tiempo comprendí que las cosas son como deben de ser, no como quisiéramos y logré centrar mi energía y atención en el embarazo, con el ritmo que traía no lograba parar hasta la noche y notaba pocas cosas del embarazo, ya traía un tic en el ojo, y no sabía cómo parar para poder dar más tiempo mental al bebé. Este tiempo me ayudó totalmente a contemplar paso a paso mi gestación; con mi novio a unirnos como pareja y a equilibrar las actividades de casa que antes sólo me ocupaba yo, a él a cuidarnos y volverse el protector de una mujer que no dejaba que la cuidaran y yo a dejar que me cuide. Nos está ayudando a unirnos más para dar la bienvenida al bebé a una familia mucho muy unida y funcional.

Elizabeth, 38 años, psicóloga, dos hijos una adolescente de 17 años y un niño de 5

Mi esposo falleció hace un año y desde entonces he tratado de ser resiliente de mostrarles a mis hijos que la vida nos sorprende con estas cosas para las cuales no estamos preparados, pero que dentro de nosotros contamos con la capacidad para encontrar la salida.

Apenas estábamos encontrando un poco de estabilidad en todos los sentidos, cuando el coronavirus llegó, y de nuevo tuvimos que poner a prueba nuestras capacidades como familia. No pudimos visitar la tumba de mi esposo dado que esta en Veracruz y decidí optar por la seguridad de todos y quedarnos en la cuarentena. Es como vivir un segundo duelo que nos reta a sacar lo mejor de nosotros como familia.

Carmen, chilena, 58 años, mediadora, tres hijos grandes

En este periodo, he aprendido que puedo organizar mis tiempos (y que funciona!), repartidos entre el quehacer del hogar, compartido; el trabajo en la universidad, mi labor como mediadora e investigadora, surtiendo la vida de mi familia de hoy y siempre, recuperando y alimentando también afectos que la prisa fue dejando en pausa. Recobrar la urgencia de lo importante es el lema!

Paola, 31 años, abogada y mediadora privada, dos hijas de 4 y 5 años.

Esta situación de cuidarnos en casa, nos ha permitido tener una convivencia muy divertida, hemos tomado clases en línea de cocina y podemos sentarnos a comer todos juntos, lo que a veces se vuelve complicado por el trabajo; he tomado cursos de capacitación que en ocasiones por el tiempo y traslados en la Ciuadad de México se vuelven imposibles de cursar. He logrado acabar de coordinar un libro que se llamará Mediación, una visión latinoamericana, en el cual escribí tres artículos; y estoy por finalizar mi tesis de doctorado en Derecho.

Anie, 38 años, Mamá de 2 niños (3 y 1 año), administradora de empresas

Actualmente, ama de casa. Aunque con la pandemia, mis actividades no cambiaron en demasía he seguido vendiendo mis productos (collares, aceites, cuadros). Lo bueno es que he aprendido a optimizar más mis tiempos y me he organizado mejor para cocinar, limpiar, jugar, hacer tareas, dormir y demás actividades. También he gastado menos en la casa, aprendido y realizado nuevas recetas que han sido del gusto.

Lorena, 37 años, mamá de un niño de 3 años.

Actualmente analista de comunicación. Empecé el año en una empresa donde la política principal es el home office, afortunadamente me acostumbré rápido a eso porque me daba tiempo de ir por mi hijo al preescolar y seguir desarrollándome profesionalmente. Lo complicado fue cuando empezó la primera fase y los niños dejaron de ir a la escuela me enfrenté a tener que cumplir con mi trabajo y además tener al niño en casa queriendo tomar también la computadora porque él no estaba "acostumbrado" a verme trabajar. Hoy, ya voy mejor gracias a que a mí pareja lo mandaron a descansar (porque no le están pagando al 100%).  Actualmente estamos los tres en casa y él colabora en las labores de cocinar, asear y demás,  porque yo sigo haciendo home office.

Gabriela, 43 años, hija, esposa y mamá

En este tiempo me he sorprendido de la resiliencia de los niños y del poder de la familia, hacía falta esta pausa para conocernos y brindarnos unos a otros, descubrirnos de pronto haciendo postres cuando antes no visitábamos la cocina, platicando cuando antes el celular era nuestra compañía, ayudándonos y poniendo en práctica la empatía, porque antes de esto decíamos no tener tiempo de nada y para nadie. Estamos reconectando con los queridos, hay mensajitos o llamadas para dejar ver el cariño a otros o también recibirlo, ocuparnos en los otros. Es la magia de estar al pendiente del otro y genuinamente dejar que nuestro corazón hable. Estamos recuperando nuestra esencia humana!!!

Wendy 39 años Psicóloga, gerente de Recursos Humanos, madre de un niño de casi 5 años, esposa y ama de casa.

Este periodo de cuarentena me ha servido para hacer muchas cosas que siempre había querido hacer y no las hacía por “falta de tiempo”. Estoy con mi hijo al 100% jugando con él, haciendo tarea, cocinándole cosas ricas, bailando, bañándolo, en fin disfrutándolo cada momento. Personalmente me ha dado tiempo de hacer diario una rutina de ejercicios en casa, limpieza de la casa a profundidad, he aprendido a hacer nuevas recetas de platillos que en mi vida había ni siquiera intentado.

Con mi esposo trabajo en equipo y nos dividimos las tareas del hogar, vemos películas juntos y disfrutamos el tiempo en familia. También me ha dado tiempo de retomar la lectura de libros que tenía pendientes, estoy haciendo un curso de inglés y cursos en línea. En lo laboral estoy turnando entre home office y la oficina, nos hemos organizado muy bien con el equipo de trabajo y demostrando a la empresa que si podemos mantener la productividad aunque sea desde la casa. En general me siento bien haciendo cosas productivas y esperando también que se resuelva pronto la contingencia para poder ver a mis seres queridos (papás, hermano, amigos, etc) abrazarlos y disfrutar su compañía.

Malu, 38 años, subdirectora, mamá de un crío de 9 años, esposa e hija en un mismo hogar.

Iniciando la cuarentena me dio parálisis facial, aunque me daban incapacidad, decidí mantenerme ocupada, así que hago home office. Aunque tengo una familia “muégano” y pasó tiempo de calidad con mi familia, el confinamiento con la situación en que vivo me ha ayudado a entender que yo también puedo recibir ayuda, la que siempre está al pendiente de los demás, ahora está siendo apoyada, consentida, mimada, etc. Entendí que Dios, la vida, el universo, el karma o lo que exista, de verdad regresa todo lo bueno que das en la vida y el amor de mi familia es el tesoro más valioso que tengo.

Maricarmen, 49 años, licenciada administración y empresaria, presidenta de Fundación Mujer Empieza Hoy.

Quedarme en casa me dio oportunidad de invitar a mi hija a colaborar en un nuevo proyecto de impacto social, madre e hija volviendo jugar juegos de mesa, creando cosas nuevas, disfrutando una plática con un desayuno largo y sin prisas, los mismos que dejaste de disfrutar por la velocidad en la que vives a diario. Quedarme en casa ha hecho valorar lo valiosa que es mi familia, que el tiempo no tiene precio que lo que dejes de hacer jamás lo recuperarás que los triunfos no tienen valor si sacrificas lo más valiosos que tienes a ti y a tu familia.

Diana, 31 años, comunicóloga

31 años casi 32 el 26 de abril es mi cumpleaños, iba a escribir “sería” asumiendo que esta cuarentena es una suspensión del tiempo y al no tener vida hacia el exterior, lo que acontece no pasa. Pero sí. Soy editora de La Cadera de Eva y estudio el doctorado en comunicación. Esta cuarentena me ha dejado ver que debo tener un mejor manejo de tiempo. Lo positivo, es que he logrado crear lazos de amistad con mis vecinos. Comparto la comida con la vecina del 202. Ella tiene 63 años, que los cumplió el 26 de marzo, debido al confinamiento, celebramos su cumpleaños en mi patio; ¡fue increíble! Tanto ella, como la vecina de enfrente estamos al pendiente de nosotras. Si alguien va al súper se ofrece a traer lo que necesitan las otras. Además, me ha permitido conocer mis propios monstruos.

Alicia, 49 años, gerente de ventas, mamá de una joven independiente, responsable de mi misma

El aprendizaje ha sido enorme, primero en lo profesional. Mi equipo de trabajo y yo hemos logrado mantener el vínculo haciendo videoconferencias, llamadas y colaboraciones constantes, somos de ventas y aunque por ahora no estamos realizando visitas a clientes, nos comprometimos fuertemente con mantener un alto desempeño trabajando desde casa porque queremos mostrar a la organización que podemos hacerlo increíble sin acudir a la oficina necesariamente.

Hace años que era soltera y unos meses atrás empecé noviazgo con un extranjero, por cuestiones del destino terminamos en cuarentena juntos y el tiempo ha sido extraordinario para una simulación de matrimonio y ha salido muy bien hasta ahora. Estamos más unidos y ciertamente nos saltamos el periodo de pretender ser perfectos a aceptarnos con nuestros defectos.

En la familia, aunque siempre somos unidos, esta situación mostró a los más jóvenes que los amigos son importantes pero la familia es esencial, ahora tienen claro que somos un equipo y con el apoyo mutuo, saldremos adelante juntos.

En lo personal, creo que es una gran oportunidad de estar adentro, no solo de casa, sino de mí y encontrar las áreas de oportunidad para mejorar y se vuelva cada vez mejor mirar en mi interior

 Y tú, ¿qué has logrado en esta cuarentena?...

*Erika Villavicencio-Ayub es investigadora de Recursos Humanos y Salud Ocupacional. Directora de DserOrganizacional. Consultora de empresas. Coordinadora de Psicología Organizacional en la UNAM.

@DraErikaAyub