En voz de la escritora, antropóloga y activista feminista argentina Rita Segato, en esta conferencia se analiza la conflictividad de las relaciones de género dentro de las universidades. La Dra. Segato propone que la transformación de la sociedad debe darse a partir de la reflexión teórico-política para crear discursos que permitan nombrar el problema de la violencia de género en todas sus dimensiones. Dicha comprensión debe superar la mera creación de normativas y regulaciones, que resultan insuficientes en tanto no tengan una vigencia simbólica arraigada en las conciencias y en la sensibilidad ética de las personas.

Para abarcar estas problemáticas, la Dra. Segato propone tres ejes de análisis: el error de pensar el mundo en términos de minorías, la importancia de cuestionar el principio de discriminación positiva, y una invitación para desmantelar el mandato de masculinidad.

Femigenocidio: la postura de Rita

Considera que la violencia contra las mujeres de la forma en la que puede observarse en Argentina tiene relación con el momento mundial en el que "hay poder de dueños" en una época de "dueñidad" lo que irrumpe en el inconsciente colectivo en la manera en que los hombres que obedecen a un mandato de masculinidad, que es un mandato de potencia, prueban su potencia mediante el cuerpo de las mujeres. En este sentido, señala el vínculo existente entre una violación y una demostración de poder.

La violación está fundamentada no en un deseo sexual, no es la libido de los hombres descontrolada, necesitada, no es eso porque ni siquiera es un acto sexual, es un acto de poder, de dominación, es un acto político, afirmó Rita Segato.

Prefiere hablar de violencia de género que, de violencia contra las mujeres, explica "prefiero llamarla así, el concepto de género fue un hallazgo para poder hablar de una estructura que organiza los cuerpos desde un teatro de sombras y es una categoría muy útil". Considera que la violencia de género tiene un "efecto llamada", es "contagiosa" y puede ser transformada en espectáculo.

Sobre la creencia generalizada sobre si la reincidencia es ineludible en el caso del violador considera que "es obligatorio pensar que todo ser humano puede cambiar. Es muy difícil a veces. Hay que dar las condiciones para que lo pueda hacer, condiciones que no están dadas en la actualidad".

Del mismo y con las investigaciones realizadas acuñó el término femigenocidio para describir los crímenes cometidos contra las mujeres que alcanzan el grado de lesa humanidad o genocidio, y que no prescriben.

Así mismo, la Dra. Segato descubrió, mientras conversaba con violadores en la cárcel de Brasilia que esos hombres están mostrando que son capaces de ofrecer una víctima sacrificial para ser considerados miembros de una “cofradía masculina”, una fratria que hoy entiende como una corporación en una sociedad contemporánea donde las instituciones están corporativizadas y el orden social se encuentra fragmentado por el orden corporativo de una manera peligrosa.

Uno de los lugares de reproducción de la violencia es la obediencia de los hombres al mandato de masculinidad. El mandato de masculinidad esclaviza a los hombres y nos victimiza a las mujeres. Los hombres han sido obedientes a ese mandato a cambio de un título de prestigio que es “ser hombre”. Se les ha enseñado que ser hombre confiere una superioridad en la sociedad. Hay un trabajo pendiente que es convencer a los hombres de que se trata de un mal negocio; que lo que se le ofrece a cambio de curvarse al mandato de masculinidad es demasiado poco en comparación con lo que pierden. Somos las mujeres las que ayudamos a los hombres a que se saquen de encima el mandato de oprimir, de violar, de mostrarse superior mediante gestos de crueldad explícita o disimulada; gestos usurpadores de la soberanía de las mujeres sobre sus propios cuerpos.

Yo hablo de las potencias masculinas que infelizmente se manifiestan como poder sobre la mujer. La masculinidad no existe si no exhibe esa capacidad apropiadora, usurpadora, dominadora. Esto causa un callo afectivo en los hombres y es consecuencia de una formación para la obediencia al mandato de masculinidad, afirma Rita Segato.

El quipu, resignificando conceptos

El Proyecto Quipu es una iniciativa de Rita Segato junto a CLACSO y la Fundación Mallmann que disponibiliza (a través de un formato documental) los glosarios de conceptos tejidos por autores y autoras de nuestra región con los que construimos, problematizamos y afirmamos una perspectiva del mundo. En el primer capítulo, Rita Segato presenta las nociones de pequeña felicidad, crimen menor y mundo aldea, entre otros conceptos que han forjado un pensamiento extremadamente rico y versátil.