Prostitución, aborto, lesbianismo e infidelidad son algunos de los temas que se tocan en Santa, libro escrito por Federico Gamboa. Su enorme éxito se le atribuye a ser la primera novela en América Latina protagonizada por una prostituta, el lector acompaña los difíciles momentos de la vida de Santa, la protagonista. 

El siglo XIX acababa de terminar cuando la novela Santa fue publicada, en 1903. Se trata de una obra perteneciente al naturalismo literario, que buscaba retratar la realidad social y relatar incluso aquellos detalles grotescos o vulgares. Esta obra se desarrolla en los lugares considerados como “vulgares” de la Ciudad de México durante el porfiriato: los burdeles. 

En el prólogo de la edición de 2006 publicada por el Fondo de Cultura Económica, Adriana Sandoval explica: 

“En Santa se concentra una visión que en el siglo XIX se tenía de las mujeres: vírgenes o pecadoras”.

Santa habla sobre temas tabú relacionados con la feminidad y la sexualidad, pero no lo hace de forma abierta como se comienzan a ver actualmente. Más bien, Santa tiene una intención moralizante y pedagógica, contando todas las desgracias que podrían atraer las “jovencitas descarriadas”.

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Fotografía tomada de internet.

Pero, ¿cómo llegó Santa a ser prostituta? Santa llega al burdel de Pepa y Elvira cuando tenía 19 años, su familia la corre de su casa por tener un aborto espontáneo, después de perder su virginidad fuera del matrimonio con un sujeto que simplemente desapareció a pesar de prometerle lo contrario. Así es como inicia su carrera como prostituta, cuestión que la lleva afrontar diversos obstáculos y maltratos y que incluso, la llevan a morir en la desgracia. 

La prostitución,  el gobierno porfirista y Santa

¿Sabías que durante el porfiriato la prostitución estaba regulada? Pues sí, la prostitución estaba regulada por los Ayuntamientos, quienes llevaban un registro de los burdeles y las mujeres que los ocupaban. Santa se enmarca dentro de esta realidad social. Dentro de la historia se habla sobre los chequeos médicos a los que las mujeres se sometían para ejercer el trabajo sexual.

Incluso, en una parte del libro las autoridades detienen a la prostituta protagonista, por no tener al corriente el carnet de sus revisiones médicas. 

A pesar de que el regulacionismo actualmente se relaciona con una perspectiva tolerante, durante el Porfiriato, la prostitución era fuertemente señalada como repugnante, en una sociedad basada en la educación cristiana. 

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En la historia, cuando Santa se entera de la muerte de su madre, acude a rezar a la iglesia, pero el sacerdote la echa del lugar a gritos e insultos por ser una prostituta. 

La feminidad  

Dentro de algunos temas relacionados con lo femenino, Federico Gamboa escribe sobre la menstruación como algo que debe permanecer oculto y que convierte a las niñas en mujeres: “esas cosas no se cuentan, sino que se callan y ocultan… ¡Es que Dios te bendice y te hace mujer!”, es la frase que dice Agustina, madre de Santa, al descubrir su primera menstruación. 

Por otra parte, el aborto como el pecado cometido por Santa es lo que la delata ante sus familiares, quienes la corren de su hogar debido al acto de deshonor que cometió. Es así como llega al prostíbulo de Pepa y Elvira con tan solo 19 años. 

La descripción del prostíbulo y las prostitutas son suficientes para entender la relación de la prostitución con lo que se veía como malo y sucio. Basta leer la descripción del personaje de  Pepa para entender la asimilación de las prostitutas como producto sexual, como “carne” de consumo: 

“¡Ah! ¡La grotesca figura de Pepa, a pesar del largo camisón que le cubría los desperfectos del vicio y de los años! Sus carnes marchitas, exuberantes en los sitios que el hombre ama y estruja, creíanse que no eran suyas o que se hallaban a punto de abandonarla por inválidas e inservibles ya para continuar librando la diaria y amarga batalla de las casas de prostitución”

Más adelante, el autor describe a Pepa como una “hembra vulgar y práctica”.

Además, en la novela de Gamboa se representa al lesbianismo como un vicio de la naturaleza, o como su amigo Hipólito le explica a Santa, se trata de un “amor contrahecho, deforme, indecente”.

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En Santa se habla de la mesntruación, el aborto y la sexualidad femenina a través de la prostitución, el lesbianismo, el matrimonio y la infidelidad, pero todo desde la perspecitva moral de las creencias cristianas fuertemente arraigadas de finales del siglo XIX. 

Otro dato curioso del éxito de este texto es que fue la primera adaptación literaria al cine sonoro mexicano, ¿te animas a leerla?