Uno de los mitos más sonados en los últimos años es que la “Abuelita de México” nunca se casó de nuevo porque estaba enamorada de alguien más; fuentes señalan que Sara García era lesbiana y apoyaba muchos movimientos en favor de la mujer.
Fue conocida como una de las actrices más importantes del país gracias a sus más de 150 películas, así como sus participaciones en televisión. Es considerada una de las máximas figuras de la época de oro del cine mexicano, por eso jamás nadie habría imaginado que la actriz era en realidad lesbiana. No obstante, así lo señalan datos recabados por el Obituario LGBTTTI Mexicano de Archivos y Memorias Diversas.
La historia las llamará compañeras pero no amantes
Detrás de los reflectores, la abuelita favorita del cine mexicano escondía un gran secreto. Y es que de acuerdo con datos que también corrobora Ileana Baeza Lope en su libro Sara García: ícono cinematográfico nacional mexicano, abuela y lesbiana, ella no era heterosexual.
La poca apertura de la época orilló a Sara a vivir su sexualidad en secreto. Estuvo casada y tuvo una hija que falleció a los 21 años, Sara no tenía familia, pues sus padres eran de España y murieron cuando ella era niña; nunca tuvo interés por casarse de nuevo, sin embargo, la actriz de Los Tres García tuvo varias amistades que la acompañaron por años.
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Una de las amistades que destacó fue Rosario González, una mujer que no tenía nada qué ver con la industria, pero que fue la confidente más importante para Sara. Las versiones que existen sobre cómo se conocieron Sara y Rosario varían un poco, pero coinciden en que ellas se conocieron desde muy jóvenes.
La historia que más se ha conocido es que fueron compañeras en el colegio de las Vizcaínas, pero que poco a poco perdieron contacto hasta no saber de la otra durante mucho tiempo.
Juntas hasta el final
Sara García interpretó principalmente a personas mayores en películas icónicas como Los Tres García, La Tercera Palabra y Dicen que Soy Mujeriego. En estas obras cinematográficas compartió la pantalla grande con Pedro Infante y Joaquín Pardavé, actores también reconocidos como íconos del cine mexicano.
En 2015, el actor Manuel ‘Flaco’ Ibáñez desató mucha controversia en Twitter luego de que afirmara que Sara García había sido lesbiana. De acuerdo con sus declaraciones, la actriz sostuvo un romance con una mujer llamada “Rosario”. Era por esta razón que ella bromeaba a menudo diciendo que “iba a echarse un rosario”.
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Por otra parte, la escritora Guadalupe Loaeza publicó en 2011 un libro llamado “En el closet”, donde hablaba de personajes históricos que pertenecían a la comunidad LGBT. Dedicó una parte a la actriz y sostuvo que, en efecto, tenía cierta preferencia hacia las mujeres.
Las dos se reencontraron a los 29 años y sostuvieron una relación bastante estrecha y cercana. Cuando Sara finalmente enviudó 3 años más tarde, se volvieron inseparables y estuvieron juntas por casi 60 años.
Según información del Obituario LGBTTTI Mexicano de Archivos y Memorias Diversas, era Rosario quien la atendía y le daba sus medicinas. También la ayudaba a escoger sus papeles para el cine y la televisión, tomaba recados y escogía todo lo que usaba. Por lo que, Rosario Gonzáles era su apoyo sentimental y profesional más importante.
Tanto así que en 1980, tras fallecer un paro respiratorio a los 85 años, Sara García heredaría todo a Rosario, quien estuvo a su lado hasta su último respiro.