La sexualidad humana es compleja y continúa siendo un tema tabú. El feminismo ha señalado la relación entre la opresión femenina y los roles de género durante el acto sexual, así como la opresión de la sexualidad femenina como una virtud. 

Cada día más mujeres se animan a romper con los mandatos de género y se empoderan a través de la ruptura con las creencias patriarcales respecto a la sexualidad femenina. Sin embargo, aún existe una discusión sobre el machismo en el sexo, especialmente relacionado con asumir roles de sumisión ante los hombres en las relaciones heterosexuales. 

La psicóloga Andrea Maza, quien tiene un máster en terapia sexual y de pareja, explicó en entrevista para La Cadera de Eva, que las relaciones sexuales pueden ser machistas, pero que tal afirmación también podría resultar muy reduccionista. 

“Si lo simplificamos podríamos decir que sí, al final de cuentas el tema patriarcal siempre está ahí encima”, dijo la experta, “pensarlo así sería simplificar el escenario, y al final del día las relaciones sexuales están compuestas por muchas prácticas. En realidad lo que habría que revisar es práctica por práctica para ver de dónde viene el deseo, desde dónde se está construyendo esa relación, desde ahí sí podríamos hablar de actitudes machistas o prácticas patriarcales”, agregó.

¿La sumisión en el sexo reproduce la violencia contra las mujeres?

Cada vez más mujeres ven las relaciones sexuales a través de una perspectiva de empoderamiento femenino, por lo que se ha cuestionado la sumisión femenina dentro de las prácticas sexuales. Cuando se le cuestionó a Andrea Maza sobre si la sumisión es una práctica machista que reproduce la violencia contra las mujeres, la experta respondió:

“Hijole, es fuertísimo, siendo muy simplistas sí es una forma de reproducir la violencia contra las mujeres, pero lo que hay que ver es de dónde viene ese deseo”, dijo. 

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De acuerdo con la terapeuta sexual y de pareja, si una mujer vive dinámicas  violentas y desde la infancia ha sido sometida, esas actitudes de sumisión se pueden  traslada a la relación de pareja, donde constantemente la mujer puede encontrarse en  escenarios de desvalorización en los que no tiene voz ni poder, donde no puede expresarse. 

“Sabemos entonces que esta mujer tiene una historia de vida de sumisión que está presente porque no tiene voz, no tiene un espacio, porque no puede reconocerse. Si llevamos esto a un escenario sexual donde esta mujer sea sumisa, a lo mejor esta mujer dice ‘así me gusta’ y está bien, lo que sucede es que en algún momento esta persona se ha acostumbrado, más allá de que haya decidido explorar o conocer”, dijo Andrea Maza,

La experta afirmó que la construcción del deseo y el adoptar roles pasivos o activos en las relaciones sexuales también puede relacionarse con la historia de vida de cada mujer:

“Tiene que ver con una historia de vida, entonces [de acuerdo con el ejemplo anterior] el deseo se construye a partir de una historia de vida sumisa. Es algo que normalizamos y lo llevamos a estos escenarios sexuales”, dijo.

“Tiene mucho que ver desde donde se construye el deseo, eso no quita que el rol sumiso pueda ser algo disfrutable, que haya quien lo haga desde un lugar muy crítico y muy genuino. Pero precisamente si metes la crítica te preguntas por qué estás ahí, por qué estás tomando un rol sumiso”, agregó.

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“A lo mejor te prende y está buenísimo, todos tenemos fetiches y fantasías que nos prenden, pero en el tema de la sumisión si se trata de ver desde dónde se construye este deseo, porque muchas veces atraviesa por lugares que no son realmente deseos sanos o libres, sino deseos sociales y condicionados”, enfatizó la terapeuta sexual.

El machismo en las relaciones sexuales

El machismo ha sido definido como una serie de comportamientos masculinos cuyo objetivo es la exclusión de la mujer del territorio del poder, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASP), el machismo se relaciona al cuerpo como eje de la sexualidad, por ello para las mujeres el placer se norma como algo dirigido a otros, antes que a ellas mismas.

De acuerdo con la antropóloga feminista Marcela Lagarde, existe cierta identidad genérica de las mujeres que ha sido construida históricamente y es una de las creaciones de las sociedades patriarcales, lo cual se presenta como una condición de opresión hacia las mujeres, muchas veces replicada de forma voluntaria por los elementos discursivos y la socialización sexista normalizada.

De esta forma, el dominio del hombre sobre la mujer en la sociedad como causa central de la opresión también define la producción social y cultural de los roles de género propios de cada sexo: Hombre/masculino y Mujer/femenina, estos mandatos de género también pueden encontrarse en las relaciones sexuales.

Diversos autores expertos en la construcción de la masculinidad han señalado el mandato masculino se presenta en forma de transgresión hacia las mujeres, el artículo de la UASP explica: “El machismo se presenta en ideas, creencias y aspectos implicados en la sexualidad como abusos, embarazos no deseados (por el rechazo al uso de preservativo), transmisión deliberada de enfermedades y otras formas de daño”. 

Algunas de las violencias que se presentan en las relaciones sexuales y que se encuentran intrinsecamente relacionadas con la sexualidad han sido definidas como microviolación o violación consentida, en la cual las mujeres acceden a tener relaciones sexuales por sentirse presionadas.

“La socialización de género, las relaciones de poder, los mecanismos de control social, la falta de educación y comunicación sexual y la propia concepción de la violencia, son aspectos que favorecen la aparición e invisibilización de esta auto-micro-violencia sexual”.

¿Cuál es la importancia de los juegos eróticos? 

Las y los expertos en sexualidad hacen énfasis en la importancia de los juegos eróticos y el autoconocimiento para asegurar encuentros sexuales satisfactorios, seguros y alejados de la violencia machista. 

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“Los juegos estóricos son súper importantes porque al final del día en el escenario patriarcal sexual, sobre todo heterosexual, tenemos muy normalizado el ‘mete-saca’. Se piensa que una relación sexual lo es si hay penetración. Los juegos eróticos para empezar son importantes porque van generando excitación, van lubricando el cuerpo y nos van permitiendo encontrar espacios de conexión, disfrute y entretenimiento que no sean solamente escenarios ya más coitales”, dijo la terapeuta sexual, “nos da chance de irnos conociendo, de ir conociendo las zonas erógenas, de ver qué nos gusta y que le gusta a nuestras parejas sexuales”, dijo Andrea Maza

¿Cómo pueden las mujeres disfrutar más de la sexualidad?

“En mi opinión atraviesa por un escenario de autoconocimiento, hay muchas mujeres que no pueden disfrutar de su sexualidad  y no solo de un encuentro sexual sino de la sexualidad con todo lo que implica, por todos los tabúes que hay”, enfatizó Andrea Maza.

Para la experta, una parte fundamental rumbo al disfrute sexual de las mujeres es romper con el tabú y los prejuicios negativos depositados en la sexualidad femenina, “Una mujer que disfruta su sexualidad, que disfruta su cuerpo, que puede hablar de esas cosas, que incluso puede conectarse con todo lo que implica ser una persona con características sexuales o con deseo sexual, llega a ser mal visto. Hay quien tiene muchísimo rechazo a esto, hay quien tiende a negar que tiene esta parte sexual en su vida”, dijo, “en primer lugar empezar a hablarlo, preguntarte sobre lo que te gusta y lo que no te gusta, platicar con amigas”, agregó. 

La historia de vida de las mujeres y sus experiencias previas son parte importante de la posibilidad de disfrutar la sexualida, Andrea Maza cuenta que en consulta le ha tocado conocer mujeres que afirman que no les gusta el sexo, pero conforme van descubriendo el por qué se dan cuenta que tiene una historia de vida donde el sexo está relacionado con escenarios violentos, con no recibir placer nunca. 

“No reciben placer y piensan que eso es el sexo, entonces esa parte de su vida ya no la viven con placer y no les resulta agradable. Si les platicas un poco sobre masturbación, sobre autoerotización, sobre otro tipo de encuentros sexuales, otro tipo de posiciones, otro tipo de juegos, la cosa cambia y abrimos el panorama”, dijo

Para la experta, la conexión de las mujeres con ellas mismas es fundamental para asegurar el disfrute de la sexualidad y eliminar las actitudes violentas dentrro de las relaciones sexuales, “al final crear el escenario contigo misma es mucho más importante que crear el escenario con tu pareja, es mucho más importante crear una relación sexual sana con una misma, si una tiene una relación sexual sana con una misma es mucho más fácil llevarla a a la pareja”, enfatizó.