Manuel Santos tiene una hija que A-MA a Beyoncé, como el 99.9% de las niñas en el planeta, y ella, como fan número uno que es, se enamoró del icónico outfit que la artista estadounidense usó en Coachella: sudadera amarilla, shorts de mezclilla y unas botas entre blancas y doradas, llenas de flocos tornasoles que hacían magia con cada paso de la diosa. Así que en sus deseos navideños, la pequeña pidió precisamente, esas botas.

Lo que no sabe, pero todas nos imaginamos, es que ese par no se vende en ningún lugar, fueron hechas específicamente para Beyoncé. Pero eso no detuvo a Manuel, quien ideó un plan para hacer realidad el sueño de su hija. Compró unas botas sencillas y dedicó horas y horas pegando listoncitos de papel tornasol, consiguió los shorts, la sudadera y sorprendió a la pequeña con el outfit completo, el cual ella inmediatamente se probó para lanzarse al escenario al ritmo de su ídola.

En las redes, el video de Manuel, con el usuario twogaypapas, se volvió rápidamente viral, primero por el hermoso gesto de amor hacia la pequeña y después por el esfuerzo y habilidad que se puso en el proyecto. Miles de usuarios reconocieron la importancia de tener una familia amorosa para el desarrollo de los niños y niñas.

Cuidados y crianza

Aunque el esfuerzo de Manuel Santos nos llena nuestro corazoncito beyoncero, no es algo único. Para muchos, esto tocará fibras sensibles al recordad a sus madres dedicando días y noches para hacer algún disfraz que quisieron, o recorriendo toda la ciudad para encontrar el juguete que queríamos por nuestro cumpleaños o fecha especial. Sin embargo, estos esfuerzos maternos muchas veces pasan socialmente desapercibidos, se da por hecho que las madres son seres sacrificados que harán lo que sea por sus criaturas, y que esas actitudes al ser naturales, no necesitan ser agradecidas o reconocidas.

Esto es, por supuesto, una gran mentira del sistema. La crianza, ya sea individual, en pareja o en grupo, requiere de mucho esfuerzo por parte de quienes cuidan, y ese esfuerzo debe ser reconocido y apreciado. Los cuidados deben ser recíprocos para crear afectos y apegos sanos. El padre haciendo las botas de Beyoncé para su hija no es algo único, sino un ejemplo más de que cuando amamos y cuidamos, procuramos escuchar los deseos y necesidades de los y las otras; que las infancias merecen entornos amorosos y plenos donde sus gustos e intereses sean respetados e impulsados, y que las familias se forman desde el amor.

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