Una patinadora sobre hielo de origen británico, decidió abrir una cuenta de OnlyFans, con el fin de poder costear su viaje para participar en los próximos Juegos Olímpicos, ya que no recibió apoyo para asistir a la competencia. 

Elise Christine, de 32 años de edad, había anunciado anteriormente su retiro, luego de una lesión y una mala experiencia durante los pasados Juegos Olímpicos. Sin embargo, la atleta sorprendió a sus seguidores al anunciar su regreso a la pista, con el objetivo de tener su revancha en Juegos Olímpicos de Milán-Cortina 2026.

Para cumplir con ese objetivo, solicitó el apoyo de sus fanáticos para inscribirse a su nueva cuenta de OnlyFans, en la que busca recaudar fondos para poder entrenar y realizar los campamentos necesarios con el fin de llegar en buena forma a sus pruebas.

Lo cierto es que el fenómeno Only Fans ha causado polémica entre quienes defienden la libertad de hacer, deshacer y lucrar con sus cuerpos; ante quienes sentencian una nueva forma de “explotación” de la sexualidad de las mujeres. Para las feministas abolicionistas se trata de un “falso empoderamiento” donde las mujeres se ven envueltas en la idea patriarcal de que ellas son quienes deciden vender su cuerpo para el consumo masculino. 

Organizaciones como la Asamblea Abolicionista de Madrid y activistas feministas han señalado al fenómeno como una nueva forma de “explotación sexual”, cuya existencia se basa en “imágenes patriarcales que sexualizan los cuerpos de las mujeres”.

“En lo que crecemos, un mensaje se nos imprime en el cuerpo y en la mente: toda nuestra valía posible, la máxima realización a la que podemos aspirar en tanto mujeres es a ser ‘sexys’, ‘cogibles’, ‘atractivas’. Ésa es la única llave para el éxito social (y ahora, también, económico) que nos ofrece el patriarcado del espectáculo a mujeres y niñas”, señala la Asamblea Abolicionista. 

Las reflexiones entorno al tema no sólo son respecto a la plataforma Only Fans, sino a aquellas que han existido en sitios de pornografía desde hace años, así como al tema de la prostitución.

“Cuando tú pagas por sexo, pagas para que te llamen cliente y no violador porque si esas mujeres quisieran tener sexo contigo entonces no tendrías que pagarles. Eres un violador, pero tú quieres que todo se tape con que esa mujer ‘es prostituta’ o que ‘ellas quieren’. No, las mujeres no somos hoyos para ser penetrados”, señala Olimpia Coral en diversas entrevistas.

En torno a la historia de Elise Christine, que cada vez es más común entre las mujeres jóvenes, surge la pregunta sobre por qué una mujer gana más dinero vendiendo fotografías o videos de su cuerpo, en lugar de ser apoyada por sus gobiernos para seguir fomentando la cultura del deporte o en otro caso, vivir de una profesión donde no se le cosifique, donde no se sienta como un objeto de consumo masculino. 

“Siguen existiendo hombres que consumen nuestros cuerpos como si fuéramos objetos, como si no valiéramos nada […]¿por qué las mujeres quieren vender su cuerpo?” declara Olimpia Coral Melo.

Olimpia Coral agrega que, en un mundo donde las mujeres ganamos 43 por ciento menos que los hombres, en mismas condiciones de trabajo, vender contenido para adultos en plataformas digitales, se ha vuelto una opción para muchas mujeres por el aumento de sus ingresos. 

“Nada que beneficie a la cultura porno es empoderante”, sentencia Olimpia Coral Melo.

Aunque el acceso a sus fotografías exclusivas dentro de la plataforma para adultos, le han ayudado a Elise para obtener dinero; con sus ganancias en las primeras horas,  las ha utilizado para comprar nuevo equipo deportivo. Sin embargo, no ha recibido ningún tipo de apoyo gubernamental.