El padre de Elda murió en Chiapas por problemas de diabetes y anemia, en plena pandemia. Ella tuvo que ir a su velorio, mientras que su hija, Karina, la más apegada a ella se quedó superado una separación de pareja. “Mamá tienes que ayudarme a olvidarlo”, le dijo cuando se separó.

La relación de Karina, una joven que quería estudiar filosofía y letras, con Juan “N”duró alrededor de cuatro años. “Se separaban a cada rato. Se venía a mi casa una semana o quince días y después se iba. Esta vez, se quedo cuatro meses. Ahora sí lo iba a dejar pensé”, cuenta su madre.

Pero Elda tuvo que viajar a Chiapas ya que su padre había muerto y tuvo que encargarse del funeral. Se quedó en su pueblo un mes y medio. En ese momento su hija decidió salirse de su casa.

“Antes de regresarme a Chiapas, me avisó mi hija que se había ido a vivir sola, por Tultitlán, nunca me dio bien la dirección, según para estar más cerca de su trabajo, ''no se te vaya a ocurrir volver con él, piensa en lo que te ha hecho, debes estar loca para volver con él'', le decía”, cuenta Elda.

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Karina trabajaba en el DHL de Tultitlán, Estado de México quería ahorrar para comprarse una casa, y sus cuatro hijas tuvieran a donde llegar, pero a cada rato la daban de baja. “Me decía, ''mamá que me tengo que esperar otros ocho meses''”, cuenta Elda.

Signos de violencia

Juan “N”, el novio de Karina, era muy celoso, señala su mamá. “Seguido se le descomponía el celular, pero él se lo rompía. Me daba cuenta cuando regresaba con él porque borraba su perfil de Facebook y cambiaba su número celular. Le pegaba y no la dejaba que se metiera a mi cuarto a platicar”, cuenta Elda.

Cuando decidió dejarlo, Karina le pidió ayuda a su mamá para olvidarlo. “Mamá tienes que ayudarme a olvidarlo, yo le decía ‘sí mi vida, siempre vas a contar conmigo'', pero creo que me faltó ser más fuerte con ella, hablar más a profundidad y decirle que lo dejara".

“La última vez que hablé con ella fue un domingo, después no supe nada, sabía que iba  a ir a una fiesta, me empecé a preocupar. Hablé a su trabajo, no se había presentado a trabajar porque había estado en cuarentena, ya que estaba enferma de las anginas. Hasta que una de sus amigas contactó a mi hijo por Facebook y le dijo que Karina no había regresado de su incapacidad. Mi hijo le pidió que me buscará”.

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"Yo sé que él la mató"

Elda junto con la amiga de su hija fueron a buscarla al cuarto donde rentaba. La casera les dijo que no los había visto. Incluso había bajado una ropa que dejó tendida el novio de Karina. Intentaron abrir la puerta, la casera no encontraba la llave. Fue hasta que la amiga de Karina se asomó por la ventana del baño y pudo ver el cuerpo tirado.

“Está muerta,  mi niña ya está muerta”, le dije a su amiga. Le llamaron a las autoridades, fue la policía quien abrió la puerta. Sobre el cuerpo de Karina había un letrero que decía “esto te iba a pasar maldita zorra por meterte con mi marido”.

Elda afirma que Juan “N” no estaba casado y fue él quien asesinó su hija. A la semana, encontraron una publicación de Facebook de una cuenta dudosa que decía, “A Karina la mataron por llevar un vestido corto”.

Después de seis meses del asesinato de Karina, no se ha emitido ni una orden de aprehensión. Este miércoles familiares y amigos se reunieron en el Monumento a la Revolución para lanzar un llamado de justicia. Caminaron hasta la Fiscalía General de la República (FGJ) debido a que los procesos en el Estado de México no han avanzado, aseguraron.

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“Yo sé que él la mató, hasta que grado era de celoso, cuando la invita a vivir allá, nada más era para matarla, nada más la busco y convenció y planear y cómo matarla”, denuncia Elda.

En el funeral de Karina, su madre pidió un altavoz, para asegurarse de que la escucharán. Ahí le pidió a sus sobrinas estar alertas a las señales de violencia de sus parejas, “no quiero que las maten como a mi niña”, suplicaba Elda.