El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres de todo el mundo, en México representa la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres.

En el país siempre ha sido un tabú hablar sobre la naturaleza de nuestros cuerpos, el cuerpo de las mujeres, a lo largo de la historia se ha considerado como una fuente de “pecado” y como un tema que hay que mantener privado. Lamentablemente, los prejuicios machistas han provocado que miles de mujeres no acudan al médico, no hablen de los padecimientos físicos y sobre todo que no conozcan los cambios en su cuerpo.

Esa educación que hemos recibido es una de las principales razones por las que enfermedades como el cáncer cérvico uterino y el cáncer de mama no son detectados a tiempo, las mujeres pocas veces reconocemos nuestros cuerpos, en algunos casos no pueden acudir a una revisión medica por falta de recursos económicos o por falta de acceso a los servicios de salud de calidad, pero hay muchas otras que no pueden acudir ya que nunca se les ha permitido “enfermarse” o porque sus parejas, padres o hermanos les prohíben que alguna otra persona vea y toque sus cuerpos.

Esa falta de atención medica deriva en la muerte de miles de mujeres, hay datos que señalan que al año 5,700 mujeres mexicanas mueren por este padecimiento cada año, siendo Sonora, Nuevo León y Colima los estados que registran mayor mortandad, sin embargo, hay estados que cuentan con comunidades indígenas y/o en pobreza extrema que no registran casos de muerte por esta causa porque no son atendidas.

Casos de cáncer de mama en varones

Este país machista y misógino, también provoca muertes en casos de cáncer de mama en varones, todas las campañas enfocadas a la prevención de cáncer de mama están dirigidas a las mujeres y aunque estadísticamente las mujeres somos quienes padecemos en mayor medida esta enfermedad, según estadísticas por cada caso de cáncer de mama en varones se detectan 29 en mujeres, los varones también tienen mamas (somos mamíferos, las mamas son una característica) y son socialmente limitados para prevenir y detectar esta enfermedad, se considera una enfermedad de mujeres.

De tal manera que las generaciones de mujeres hemos tenido que cambiar la percepción con la que fuimos educadas, en un país misógino en donde el cuerpo de las mujeres solo resulta una incubadora de bebes y una “lavadora de dos patas”, hemos tenido que aprender a reconocer nuestros cuerpos, su naturaleza, su biología y sus necesidades.

El reconocimiento de nuestros cuerpos resulta un caso de vida o muerte, es necesario el fortalecimiento integral de los sistemas de salud para apoyar en la prevención y en la atención de mujeres que padecen cáncer de mama, es necesario educar a la sociedad sobre la salud de nuestros cuerpos y generar redes de apoyo para mujeres y sus familias víctimas de esta enfermedad.

Xóchitl Arzola Vargas, activista y presidenta de Mujeres en Cadena A.C.

@Xochitl_Arzola