El primer diciembre pospandemia llegó recargado: todas esas fiestas, reuniones, pasadas y encuentros que no pudieron hacerse durante el confinamiento están aquí. Podría parecer el momento más esperado, pero la realidad es que también implica una dosis de estrés y ansiedad.
Cuidar tu bienestar emocional, mental y físico en esta temporada no te hace una grinch, ¡se vale ponerte en primer lugar! Como mujeres, suele ser complicado decir no quiero o no puedo a los compromisos sociales, además de que una de las manifestaciones del mandato de cuidadora es creer que debes ser la mejor anfitriona, atender a toda tu familia y además poner buena cara aún si estás incómoda o cansada.
Desde el autocuidado feminista puedes hacer mucho para disfrutar de la época más mágica del año… sin perder tu magia en el intento. Para empezar, sé compasiva contigo misma frente a los pensamientos tóxicos que pueden aparecer de forma recurrente: angustia de romper la dieta, tensión al tener que cancelar tu presencia en algún evento o preocupación por los gastos extras que implican los festejos. Si los detectas, en lugar de juzgarte o castigarte, obsérvalos. ¿Es realmente tu voz interior la que habla o es la exigencia social de cumplir con un modelo de cuerpo, de comportamiento o de desempeño? Elige siempre lo que se sienta mejor para ti.
Escuchar tu cuerpo también es indispensable. El día no se estira al gusto, lamentablemente; en la agenda hay horas limitadas y es importante considerar también los tiempos de traslado porque, como sabes, en esta época el tráfico se desquicia. Analiza cuánto tiempo de sueño requiere tu cuerpo para funcionar correctamente y también el tipo de alimentos y bebidas que le hacen bien. Desarrolla tu conciencia corporal para conectar con tus emociones y sensaciones: cuando algo no se siente bien, es que seguramente no lo está. Mantente alerta a tus señales corporales y honra lo que necesitas proveyéndotelo sin culpa.
Dicen que Navidad es época de amor y paz, podemos hacer mucho para que esos beneficios empiecen con nosotras mismas: frente al espejo, junto a las y los demás, en todo momento. ¡Felices y feministas fiestas!
María Elena Esparza Guevara
La autora es Doctoranda en Historia del Pensamiento en la UP, Maestra en Desarrollo Humano por la Ibero, egresada del Programa de Liderazgo de Mujeres en la Universidad de Oxford y fundadora de Ola Violeta A.C., desde donde trabaja por el derecho a la conciencia corporal de niñas y mujeres. Su buzón de twitter está disponible en @MaElenaEsparza