Las esferas de violencia de este sistema exageradamente corrupto, lleno de lucha de poder, pero a su vez escaso en salud mental, tanta impunidad, tanto crimen organizado, tanto machismo, hemos llegado al hartazgo…

Por dónde empezar, y lograr salir de este estado de indefensión, donde predomina la casi extinción de los valores en la sociedad… Y como la usanza actual son decálogos:

1. Requerimos una trasformación de raíz de las organizaciones educativas, en las instituciones, y en el sector empresarial, que se adapten para hacerlas menos incompatibles unas con otras, y que esta cosmovisión tripartita logre que los horarios, las distancias, la carga laboral permitan un balance de vida para la familia entera. 

Donde la madre tenga horarios que facilite el doble rol, que el adulto vigile el crecimiento y la educación del niño, la convivencia, garantizando la justa satisfacción de las necesidades básicas, como alimentación, salud, seguridad, etc.  Necesitamos más reformas que mejoren las condiciones de trabajo incluido el salario.

2. En México se necesita ESTRATEGIA, abordar en todos los sectores el trabajo en perspectiva de género, de no violencia, de equidad y sea impartido desde edades tempranas.

3. Evitar revictimizar en los diferentes procesos de denuncia, investigación, comunicación, redes sociales, etc. 

4. No provoquemos un espectáculo del dolor ajeno, no consumamos medios informativos que filtran imágenes de las víctimas. Impongamos sanciones. 

5. A ti Gobierno: es momento de trabajar, dejar de difundir distractores con temas pantalla.

6. Visualicemos en la agenda política los temas prioritarios: El feminicidio es una URGENCIA NACIONAL.

7. Apresuremos el diseño de políticas públicas para prevenir, atender y eliminar la violencia de género, la puesta en marcha de una Fiscalía especializada en feminicidio.

8. ¡Tengamos memoria histórica, NI UNA MENOS, ya no queremos más nombres en esta lista, basta! Por todas aquellas que se quedaron sin voz:  por ti Fátima, por ti Ingrid, Minerva, Isabel, Judith, Janeth, Martha, Sonia, Vianca, Rebeca Alexia, Paulette… por todas las 1, 770 mujeres de 2018 a la fecha que se tienen registradas y por todas las demás que no salieron a la luz pública. Ya que en promedio 10 mujeres mueren a diario y el 90% de estos crímenes no se procesa, es momento de destinar presupuesto nacional a este tema.

9. No normalicemos esta deshumanización social, los feminicidios como otros tantos delitos, tienen que ser procesados, impongamos castigos inigualables a los implicados, dejemos de verlos como simple estadística y morbo.

10. Reforcemos protocolos de acción desde un enfoque multidisciplinario, capacitación a quienes están a cargo de la administración de justicia, policía, personal pericial, forenses y profesionales del Derecho entre otros, orientaciones para llevar a cabo la investigación del delito de feminicidio con la debida diligencia, garantizando así el acceso pleno de las mujeres a la justicia.

No basta con estar en este laberinto para buscar culpables, construyamos soluciones y que esta lucha legítima sea el inicio del cambio.

*Erika Villavicencio-Ayub es investigadora de Recursos Humanos y Salud Ocupacional. Directora de DserOrganizacional. Consultora de empresas. Coordinadora de Psicología Organizacional en la UNAM.

@DraErikaAyub