Las redes sociales como TikTok han sido una fuente de conocimiento sobre el feminismo para las jóvenes. No sólo eso, el autodenominarse feminista para tres adolescentes entrevistadas para La Cadera de Eva, Regina, Sunem y Ana Tamara está relacionado con su historia de vida y crianza. Las mujeres de su familia como primas o mamás las han llevado hacia esta forma de pensamiento: el feminismo.

Regina Rivera, una adolescente feminista de 17 años, actualmente estudia la preparatoria y está interesada en apoyar la lucha de las mujeres en México.  Llegó al feminismo a través de su prima y madre.

En el caso de Sunem Cruz de 16 años también llegó al feminismo a través de otras mujeres. Para ella ser feminista significa ser una mujer que es capaz de enfrentar las leyes impuestas por patriarcado, y que es capaz de ser “de espiritu fuerte”.


Por su parte, Ana Tamara Solorza de 17 años define el ser feminista como la posibilidad de pertenecer a un movimiento hecho por y para mujeres, con el que se logran vislumbrar actitudes perjudiciales para las mujeres. Lamentablemente ha tenido que presenciar casos de acoso, denigraciones y violencias contra sus compañeras.

En el caso de Regina, ella estaba terminando de estudiar la secundaria cuando tuvo su primer acercamiento al feminismo. Vivía en Sinaloa y fue de visita al Estado de México, donde vive su familia. Durante una conversación con su prima mayor Sofía, la flama del feminismo se encendió.

“Al decirme feminista siento que ese título que me pongo se conecta con que soy mujer y estoy protegida por mujeres, tengo una familia que son todas las mujeres del mundo y lucho por ellas, lucho por la igualdad”, afirma Regina en entrevista para La Cadera de Eva.

“Me empezó a explicar cosas, así empezamos a platicar y como que empecé a abrir mi panorama muchísimo más, empecé a ver las cosas como estaban pasando y que yo ni siquiera me daba cuenta. También empecé a entender cómo esas cosas me afectaban a mí, a mi familia y a mis amigas”, cuenta Regina.

“La verdad es que lo agradezco mucho, viendo actitudes que yo tenía en el pasado digo  ‘¡¿cómo es posible?!’, yo veía las cosas tan normales y tan de la vida cotidiana”, agregó.

Para Regina, su prima Sofía y su mamá son sus principales referentes y fuentes de inspiración que la motivaron a posicionarse como feminista. “Mi mamá y Sofía fueron las dos personas que más me han inspirado y aunque mi mamá ni siquiera lo tenga presente”, dijo.

La madre de Regina es una mujer trabajadora que se convirtió en madre a través de un proceso de inseminación artificial. Regina admira la fuerza e independencia de su mamá.

“Siempre ha trabajado muy duro para darnos la mejor vida que podemos. Yo la veo y digo ‘wow’. Por más que ella escuche la palabra feminismo y se haga para atrás, siento que es una gran inspiración”, señaló la joven.

Desde que es feminista, Regina afirma que su vida ha cambiado, especialmente porque le da mucha importancia a cuidarse a ella misma y cuidar a las mujeres de su alrededor. “Las cuido mucho y procuro que ellas sepan que tienen una red de apoyo conmigo”, aseguró la joven.

También busca que sus amigos hombres sean más conscientes de las problemáticas relacionadas con el género y la violencia contra las mujeres, para que sean capaces de modificar actitudes, hábitos y ayuden a frenar las violencias ejercidas por otros hombres.

Ser adolescente feminista y resistir al entorno familiar

Pronunciarse en favor del movimiento feminista no ha sido algo sencillo, especialmente en su entorno familiar. “Cuando empecé a meterme mucho al feminismo me daba pena decirle a mi familia, me preocupaba lo que iban a decir de mi”, contó Regina.

“La mayoría de mi familia son personas ya grandes, son personas que están entre los 50 y los 70 años y su ideología es muy conservadora con muchas influencias religiosas”, agregó.

Los choques debido a su ideología feminista se han dado principalmente con su mamá, quien en ocasiones le pide, por ejemplo, que no lleve el pañuelo verde proaborto amarrado a la mochila.

“Siento que con mi mamá es el mayor problema. Obviamente a mi mamá yo la adoro, pero no le hago caso”, dijo Regina.

En sus amigas la joven ha encontrado un espacio más abierto a la discusión y la militancia feminista, afirma que sus amistades son de mente abierta y están dispuestas a conocer más e informarse sobre el feminismo. En el futuro, Regina espera conocer más y tomar acciones más concretas encaminadas a la lucha por los derechos de las mujeres y la justicia social.

“Sigo viviendo con mi mamá y ella no me deja hacer muchas cosas que yo quiero hacer en apoyo al movimiento. Siento que cuando ya transcurran varios años también voy a tener más libertad y más conocimiento, para así poder hacer muchísimo más”, dijo la joven.

Las redes sociales como herramienta para difundir el movimiento feminista

Para Regina, las redes sociales han sido una herramienta de información acerca del feminismo. A través de internet ha podido conocer más sobre las cosas por las que lucha el feminismo en México y en el mundo.

“Le atribuyo mucho a las benditas redes sociales y el hermoso algoritmo de TikTok que me empezó a mandar muchos videos de morras feministas que hablaban de muchísimos temas acerca del feminismo y sus derivados, o cosas que se relacionan”, dijo Regina.

“Hay una youtuber que se llama Danna Alquati, es de origen venezolano y vive en Rumanía. Recuerdo que justo hace dos años ella hizo un video como de una hora desglosando todo acerca del aborto. Yo me quedé atrapadísima y ella es como de mucho activismo, entonces siento que ese video también fue el que me encaminó más hacia donde estoy ahora como feminista”, explica la joven.

“Nos tocó una muy buena época para seguir avanzando”

Para Regina, comprender la interseccionalidad del movimiento feminista es de suma importancia, resaltando las diferencias económicas y sociales de las mujeres:

“Al final de cuentas yo no sufro el mismo nivel de opresión como morra blanca de buen nivel económico, que una morra afromexicana que no tiene tantos recursos económicos”, dijo.

Según explicó, su percepción de los retos que continúa enfrentando el feminismo en  México giran en torno a la educación, la religión y la búsqueda de justicia para las víctimas de la violencia feminicida. Desde su perspectiva, aún queda mucho por avanzar, no obstante, su percepción del porvenir es positiva.

“Yo pienso que  todavía vamos a avanzar muchísimo. Afortunadamente me tocó vivir en una generación que nos encanta no dejarnos y nos encanta luchar por situaciones que no nos parecen justas, no nos quedamos calladas”, dijo Regina.

Señaló que lo que acaba de pasar con la legalización del aborto en Colombia es un paso increíblemente grande de lo que ha estado pasando en los últimos años y no duda que en los próximos cinco años más países van legalizar el aborto, “más morras se van a sumar a la causa, más mamás les van a enseñar a sus hijas sobre feminismo, y más morras les van a empezar a enseñar a sus mamás y a sus familias sobre feminismo”, agregó.

“Veo que nos tocó una muy buena época para seguir avanzando como movimiento y para seguir educándonos, investigando y avanzando juntas, con todas”, enfatizó.

Adolescentes, las más afectadas por la violencia machista

Niñas y adolescentes son las más vulnerables frente a la violencia, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), las mujeres representan el 24.7% de las personas desaparecidas, y el 55% de ese grupo son niñas y adolescentes menores de 18 años.

De enero de 2018 a diciembre de 2020 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) documentó 11,217 casos de mujeres y niñas asesinadas en el país. El feminicidio cometido en contra de niñas y adolescentes ha ido a la alza, “los casos de mujeres menores de 18 años víctimas de feminicidio pasaron de 50 casos en 2015 a 104 en 2020, es decir, se duplicaron, teniendo al Estado de México como la entidad federativa con el mayor número de casos reportados”, afirma el IMDHD.

Las niñas y adolescentes también son las más afectadas por delitos como la violación, el abuso sexual, el acoso y el hostigamiento. Ante un panorama tan hostil, muchas adolescentes resisten a la violencia desde el feminismo, haciéndole frente al machismo que impera en sus familias, en sus escuelas, incluso en sus círculos amistosos.

“Lo estamos logrando”

Sunem Cruz de 16 años también es una adolescente que se autodenomina feminista, para ella, ser feminista significa ser una mujer que es capaz de enfrentar las leyes impuestas por patriarcado, y que es capaz de ser “de espiritu fuerte”.

La joven afirma que se declaró como feminista desde hace dos años y para ella todas las mujeres son una fuente de inspiración.

“Todas las mujeres me inspiran, cada una tiene una historia oculta que siempre resulta sorprendente, y cuando no las pueden contar estoy ahí para empoderar a que puedan”, dijo Sunem en entrevista para La Cadera de Eva.

Desde su perspectiva, el movimiento feminista avanza a pasos agigantados en favor de los derechos de las mmujeres. “Lo estamos logrando”, afirma. “Aunque no podemos acabar completamente o de raíz los machismos, si podemos reducirlos al máximo y obtener beneficios sobre nuestra cuerpo, físico y situaciones sociales”, agregó.

“Una se vuelve feminista a través de su propia historia”

Por su parte, Ana Tamara Solorza de 17 años define el ser feminista como la posibilidad de pertenecer a un movimiento hecho por y para mujeres, con el que se logran vislumbrar actitudes perjudiciales para las mujeres, y al mismo tiempo, busca transformar la realidad con miras hacia la equidad de género.

“Dentro de este movimiento podemos encontrar demasiadas ramas y una puede identificarse con cualquiera. Creo que lo que más me gusta es que una puede sentirse acogida dentro de esta red, es un movimiento en el cual se tiende a una revolución, pero también se sustenta del amor que puede existir entre mujeres”, dijo Tamara en entrevista para La Cadera de Eva.

El primer acercamiento de Tamara al feminismo fue a través de su hermana, una persona que formó parte importante de su crianza. “Junto con mi madre, me enseñaron un poco más allá de lo que suele esperarse de una mujer tradicionalista”, cuenta Tamara.

Su hermana y su mamá son sus principales fuentes de inspiración: “ellas no solo fueron las que me criaron y me introdujeron a este mundo del feminismo, sino que también son mujeres muy fuertes e inteligentes que han pasado por mucho y tienen mi completa admiración”. A Tamara también le inspiran sus amigas, quienes son parte de su red de apoyo y amor, así como sus maestras y las mujeres que a lo largo de la historia han sentado un precedente con sus historias de lucha y éxito.

“Creo que una se vuelve feminista a través de su propia historia”, afirmó la joven, quien declara que a lo largo de su vida ha vivido y presenciado casos de acoso, denigraciones y violencias contra las mujeres. “Fue hasta el año 2019 cuando decidí decir ‘basta’ y poder hacer algo al respecto, no sólo quedarme y escuchar la voz del dolor ajeno, sino poder hacer algo al respecto, poniendo mi granito de arena”, expresó Tamara.

Desde su perspectiva, la situación actual de las mujeres en México es denigrante, a pesar de los cambios que se han empujado por generaciones. Para Tamara todavía falta un largo camino por recorrer rumbo a la equidad, porque la violencia va evolucionando.

“La realidad de las mujeres en nuestro país sigue siendo terrorífica y podemos explayarnos mucho más hablando sobre cómo en cada estado o en cada familia sigue siendo el pensamiento, sigue predominando la idea de querer demostrar ser un macho y alguien dominante. Nos gustaría decir que eso solo es un estereotipo, pero es una realidad, una realidad que sigue matando personas”, enfatizó Tamara.

“No creo que el feminismo tenga pendientes, porque el feminismo no es un superhéroe que viene a cambiar y derrocar a todos los problemas que existen en nuestro país, no es responsable de crear todo eso, sino que es un soporte, es algo que nos ayuda a poder identificar cosas, a poder movilizarlas”, dijo Tamara. “Creo que lo que aún tenemos que hacer es legalizar el aborto en todo el país, así como crear ese cambio en la mentalidad y borrar los prejuicios que una persona puede tener sobre alguien que aborta”, agregó.

Tamara también señaló la necesidad de crear más conciencia acerca de los derechos de las mujeres y erradicar los micromachismos. La joven se muestra positiva frente al futuro del feminismo y a las luchas que aún quedan por ganar.

“El amor y el apoyo entre mujeres crea grandes cosas”, enfatizó.