Desde pequeñitas se nos enseñó que no debemos “tocarnos allí”, incluso se nos negó la posibilidad de poder mirar esa parte de nuestro cuerpo. Aprendimos que los genitales femeninos son una zona “sucia” que debe avergonzarnos y que disfrutar de nuestro cuerpo es un pecado, algo impúdico, propio de "mujeres malas".
Afortunadamente la liberación sexual de las mujeres ha abogado por el autoconocimiento del cuerpo, por el disfrute libre de una sexualidad informada y consciente. No obstante, la sexualidad femenina continúa siendo un tabú y existe mucha desinformación sobre el aparato reproductor femenino, muchas mujeres viven toda su vida sin conocer su zona íntima.
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En La Cadera de Eva creemos que el conocimiento del propio cuerpo es parte del autocuidado y el amor propio, además de que nos motiva a conocer todo aquello que disfrutamos y a tener la seguridad de poner límites a aquello que no nos parece placentero. Por eso, en esta nota queremos darte unos tips básicos para que te animes a autoexplorarte y conocer tu vulva.
1. Dedicale tiempo a romper con los mitos de la sexualidad femenina
Desde muy pequeñas escuchamos y aprendemos mitos relacionados con la sexualidad femenina, como por ejemplo el mito de la virginidad y el himen, o el mito de que la sangre menstrual es sucia. Sabemos que romper con los estigmas que el patriarcado ha colocado en nuestro cuerpo no es algo fácil de llevar a cabo, pero con paciencia y compromiso podrás conocer tu cuerpo de una forma más amorosa y sin prejuicios.
El mejor tip para romper con los mitos de la sexualidad femenina es informarte a través de canales de corte feminista o con perspectiva de género. Afortunadamente las redes sociales son grandes aliadas para este trabajo, puedes seguir cuentas de sexólogas y ginecólogas feministas que se dedican a derribar la desinformación de la sexualidad de las mujeres.
Mirar tu cuerpo desde una perspectiva más objetiva y menos patriarcal ayuda a que te sientas más cómoda al autoexplorarte y conocer tu vulva.
2. Busca información sobre anatomía
Esto podría parecer algo básico, pero la realidad es que incluso la anatomía de la vulva ha sido seriamente invisibilizada y estigmatizada. Para esto puedes recurrir al trabajo de educadoras sexuales que hablan sobre las partes de la vulva y su funcionalidad en internet.
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Es probable que te sorprendas sobre lo desconocidas que son algunas partes de la zona íntima femenina, se habla tan poco de ella que es común impresionarse con tantas partes de nuestro propio cuerpo que nos son desconocidas.
3. Relájate, limpia tus manos y comienza a mirarte con ayuda de un espejo
Ahora sí, para comenzar la autoexploración es importante que te encuentres relajada, puedes hacer algunos ejercicios de respiración para sentirte más tranquila y confianda. No olvides limpiarte muy bien tus manos, ya que, para observar bien tu vulva necesitarás tocarte y se trata de una zona delicada. Para evitar infecciones o malestares es fundamental que tengas cortas las uñas y bien limpias las manos.
Usa un espejo y colócalo bajo tu entrepierna, esta es una buena forma de empezar a mirar y conocer su cuerpo. Si te parece más cómodo puedes pararte o sentarte frente a un espejo amplio, la idea es que te encuentres en una posición cómoda que te permita ver el reflejo de tu vulva.
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Puedes hacer uso de tus manos para ir conociendo más partes de tu cuerpo e ir identificando la anatomía que previamente estudiaste. Recuerda que tocarte y explorarte no debe ser un proceso doloroso, así que si en algún momento sientes dolor es mejor acudir con una especialista.
4. Dedicale tiempo a explorar tu placer
Conocer nuestra vulva en ocasiones también nos ayuda a explorar el placer. No olvides que la masturbación es parte del autoconocimiento ya que nos permite identificar que tipo de estímulos nos resultan placenteros. No temas masturbarte, disfrútalo.