Ser feminista no es algo sencillo, el proceso de deconstrucción es largo y doloroso. Además, ponerse las gafas violetas y darte cuenta de que el machismo está hasta en los espacios más privados puede llegar a ser emocionalmente agotador, ¿cómo resistir ante las creencias machistas en la familia?

Declararse feminista es como salir del closet para algunas mujeres, especialmente en espacios acaparados por la misoginia. Desde mujeres que conviven diariamente con sus agresores, hasta las que se ven obligadas a huir de determinados lugares para poder expresarse. 

Ser feminista es un compromiso cotidiano y para muchas mujeres es algo que las pone en peligro o vulnerables ante comentarios desagradables. Incluso, para muchas mujeres, el declarase feministas las posiciona como vulnerables ante cualquier tipo de violencia. 

En esta nota te damos algunos consejos para salir del closet feminista:

No te pongas en riesgo

Nada que te haga poner en riesgo tu integridad física y emocional es aceptable, aunque declararse feminista es un acto político importante, siempre es importante que evalues los riesgos que puedan emerger. 

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Si te encuentras en un entorno hostil, en el que puedas exponerte a más violencia a causa de tu posicionamiento como feminista, es mejor evalúar la situación y mantenerte en contaco con mujeres que puedan apoyarte.

Prioriza tu proceso personal

El feminismo motiva a las mujeres a atravesar diversidad de procesos personales porque “lo personal es político”. Por ello, no olvides que a la par de tu salida del closet feminista debes priorizar esos procesos personales, teniendo en cuenta el autocuidado que requieren.

Elige tus batallas

Cuando nos declaramos feministas en entornos machistas, como suelen ser los entornos familiares, siempre llegan los cuestionamientos, algunos ejemplos son frases como "¿Pero por qué odian a los hombres?", "¿Por qué no mejor en lugar de pedir el aborto cierran las piernas?" o el típico “Esas no son formas”. 

Aunque es importante siempre debatir y buscar que las personas entiendan la complejidad de la lucha feminista, existen batallas que están perdidas. Se trata de todas aquellas discusiones con personas que nunca cambiarán su postura, como el típico tío macho al que, a pesar de haberle explicado mil veces, sigue hablando mal del feminismo. 

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No todas las batallas valen la pena, las discusiones con algunas personas pueden llegar a ser desgastantes emocionalmente. Prioriza tu bienestar. 

Crear redes de apoyo

Algo fundamental es crear redes de sororidad con otras mujeres para hablar, inspirarnos, aprender y sobre todo, apoyarnos unas a otras. Mientras tengas a tu red de apoyo, todo estará bien.