Tom Holland a sus 23 años se ha convertido en una mega estrella mundial, una edad en la que la mayoría de los actores apenas están en la escuela de interpretación.

Holland fue criticado por practicar ballet a la hora de sus recesos. “Como hacía ballet la gente se creía que era gay. ¿Y qué si lo soy? No soy gay, pero qué importa. Para mí, hacer ballet era una oportunidad de pasar dos horas al día en un estudio con 30 chicas en mallas”.

Desde los cinco o seis años entró a una academia de  baile. “Creo que Tom siempre tuvo el potencial de ser una mega estrella”, dice en un correo electrónico a El País,  Lynne Page, la directora de esa escuela.

La directora había colaborado en la coreografía de Billy Elliot, la película sobre un niño en una clase de baile. Fue una de las películas más populares del 2000.

Holland debutó en el escenario como amigo del protagonista. Para entonces era 2008, Marvel ya había grabado tres películas de Spiderman con Tobey Maguire.

A sus 14 años debutó en Lo imposible de Juan Antonio Bayona, junto con Naomi Watts e Ewan McGregor.

Después de eso no salió ni un papel. Su madre lo envío  estudiar el oficio de carpintero. Algo ya de familia, mientras llegaba algo para él.

A sus 15 años ya era un adolescente maduro. Cuando regresó al colegio, entrenaba en los recreos, lo que provocó bullying por parte de sus compañeros.

“De los 14 a los 17 fue duro”. Tal como lo cuenta lo tenía todo para que se metieran con él. Encima bailaba en leotardos, lo que provocaba mayor acoso por parte de sus compañeros.

EL REGRESO AL CINE

Convertirse en Spiderman fue un largo proceso, envío dos grabaciones de sí mismo y después otras dos. Luego una prueba en Los Ángeles con la reina midas de los personajes de Marvel, la directora de casting Sarah Finn. Y, finalmente, una prueba de cámara en el estudio con Robert Downey Jr.  Hasta ahí llegaron seis candidatos. “Hay una persona en mi carrera a la que siempre me he encontrado en pruebas de casting y que siempre me ha ganado. Estaba allí. Yo pensaba: ‘No, por Dios, aquí está otra vez, se lo va a llevar”.

Cuando grabó Civil dar pensó que lo iban a despedir. Pero no fue así.

Con Spider-Man: homecoming inauguró su propia saga en 2017. Después, Vengadores: infinity warVengadores: endgame y la nueva Spider-Man: lejos de casa. “Si quieren que ruede diez películas de estas, las hago. Me encanta hacerlas. Me parece que puedo seguir haciendo este personaje hasta que se me quede joven. Mientras me quieran, estaré encantado de llevar la bandera hasta que se la pase al próximo chico con suerte al que le toque interpretarlo”.

Cuenta en entrevista con El País que su familia lo ha ayudado a tener los pies en la tierra. "Me han enseñado que trabajas para vivir, no trabajas para trabajar”, dice, convencido.