Cada año, millones de familias se reúnen para hacer posadas, intercambios o la cena de navidad. Sin embargo, quienes están detrás de la preparación son las mujeres. En estas celebraciones no sólo hay que encargarse de comprar los ingredientes sino de cocinarlos, lo cual suele llevar una buena cantidad de tiempo.
"Pues yo me acuerdo que la mayoría de mis hermanas éramos quienes llegábamos ya con guisos preparados. A veces, sólo llegamos a picar fruta para la ensalada. Pero sí, a los hombres lo que les encantaba era treparse a colgar la piñata", dijo Martha, una mujer de 53 años.
Por otra parte, Ana, una joven de 20 años y estudiante de psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), compartió: "aunque los hombres no ayudaban, sí eran buenos para criticar sobre el sabor o la preparación. Y además, no llevaban nada, sólo llegaban a comer".
Martha, una ama de casa, que ha ido modificando las costumbres navideñas que le enseñaron en casa compartió: "En mi casa no había una figura paterna. No había esa diferencia entre hombre y mujeres porque mi mamá cumplía el rol de mamá y papá, por lo tanto, no hacía distinción sobre quienes participaban en la elaboración de la cena."
Las mujeres no sólo se dedican a cocinar sino también a adornar, limpiar y dejar cada detalle listo. Aunque hay algunas excepciones en las que los varones ayudan con algunas tareas, son menos participativos. Pues es más probable que ellos se encarguen de otras tareas relacionadas con lo masculino, es decir, el acomodo de luces en el tejado, puesta de lonas, sillas o mesas, ya que se requiere "mayor fortaleza física".
CONVIVIR CON EL ABUSADOR
Desde las abuelas hasta las más jóvenes pasan la mayor parte del día cocinando, haciendo arreglos, limpiando, poniendo la mesa. Hay algunas que lo hacen completamente solas, mientras que otras suelen tener apoyo de otras mujeres.
"Mi mamá salía a trabajar, por lo que yo junto con mis hermanas, nos encargamos de hacer la cena. Cuando mi mamá llegaba me ayudaba a terminar. Pero mi padrastro lo único que hacía era arreglarse y sentarse en el sillón", comentó Ana.
“A pesar de que no se habla mucho del tema, la cena navideña resalta las violencias ejercidas sobre las mujeres, pues además de exaltar la división de tareas por género o sexo, la cultura del silencio respecto a los abusadores que se sientan a la mesa se hace presente”, de acuerdo con Ana, psicóloga de la UNAM.
En muchas familias, los y las niñas, adolescentes o jóvenes, se ven obligadas a convivir con algún agresor y callar por completo la violencia sexual por "el bien de la familia", de acuerdo a comentarios de feministas en redes sociales.
Ana, quien también es sobreviviente de abuso infantil nos cuenta: "yo convivía con mis agresores y en navidad estaba obligada a abrazarlos porque como es una temporada que habla del perdón, el rol de sumisión se exagera".
REPARTICIÓN DE LABORES
En cuanto a la repartición de las labores en casa, Ana considera que si se dieran sería más equitativo y habrá una mayor convivencia con la familia e incluso el tiempo de preparación puede reducirse al tener más manos ayudando.
Sin embargo, no hay que olvidar que las tareas del hogar son consideradas como trabajo doméstico que, por lo general, no es remunerado para las mujeres que se dedica a ello.
"Por eso yo decía, aquí vamos a ayudar y todos vamos a cooperar", dijo Martha al respecto.
Ana agrega que "pero es tener la iniciativa de hacerlo sin pedirlo, porque yo lo que veía era eso, que ellos tienden a asumir que era ayuda y no lo asumen como responsabilidad".
"Estas fechas decembrinas son temporadas en las que se acentúan mucho ciertos patrones o formas de violencia que son recurrentes, en navidad se exacerban mucho", puntualizó Ana.
Se acerca la fecha en la que los supermercados se llenan en búsqueda de los alimentos a preparar para el recibimiento de la navidad. Después de casi dos años de pandemia, esta época volverá a ser un poco como antes.
La familia se reúne, las infancias juegan y como es costumbre, las abuelas, madres y tías, se alistan para que todo salga perfecto. Una época en la que no sólo los mejores platillos salen a relucir, sino también las violencias machistas se resaltan como luces de navidad.