Julia una mujer de 50 años, revela que tardó 19 años en decidir en dejar a su pareja con quien vivía violencia de género. Durante esos años fue víctima de golpes, insultos y hambre. “Reaccioné tarde, pero reaccioné”, dice para El Imparcial.

"Cuando él llegaba, era miedo, era un pánico, no sabía si yo iba a salir bien, o si mis hijos iban a salir bien", dice "Julia", todavía con la voz entrecortada. Y continúa: "Cuando sabía que ya iba a llegar, yo ya empezaba a temblar, ya quería llorar. Era una angustia querer salir de mi casa".

El caso de Julia, es uno de los tantos que pasan en el mundo. De acuerdo con la Organización las Naciones Unidas (ONU), se estima que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia de género y a diario se asesinan 137 mujeres en el mundo por alguien de la familia. No hay ningún país, señala la institución, que haya alcanzado la igualdad de género.

México, un país feminicida

No hay una cifra oficial de los feminicidios en Ciudad Juárez, se habla de 100, de 500, de 700 casos. Lo que evidencia una falta de políticas públicas y justicia para el seguimiento de estos casos.

Este 2019, se registró que los estados con cifras de mayor impunidad fueron: Veracruz, Estado de México y Sinaloa.

Las cifras no ayudan a medir el problema, pero no a entenderlo. Para Gilda Salazar Antúnez, académica en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) y pionera en los estudios de género y el feminismo, apunta que la violencia de género es consecuencia de una sociedad inequitativa.

La educación es la salida contra la violencia de género

¿Esto puede cambiar? El año pasado fuimos testigos del hartazgo de las mujeres que se materializó con las pintas en el Ángel de la Independencia y las denuncias del #MeToo lo muestran.

“Muchas mujeres han tomado conciencia de que esta situación no puede seguir, que no podemos seguir calladas porque lo que estamos haciendo al callarnos es seguir expuestas a que esta violencia continúe e incluso se vuelva peor", dice Lucía Melgar Palacios, investigadora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) para e El Imparcial.

¿Qué debemos hacer? ¿Cuál es la opción para erradicar el machismo? La respuesta es simple, lo complejo es su ejecución y es la educación, para hacer un cambio de conciencia.

"La clave es la reeducación de las actuales generaciones, de las más viejas, y educación de las generaciones que vienen. Desarraigarlo requiere de altos índices de conciencia", señala Salazar Antúnez.

Con información de El Imparcial

(Diana Juárez)