Durante muchísimos años, el rol de los padres en la familia era la de ser proveedores económicos. No se esperaba de ellos que fueran cariñosos o atentos con sus hijos e hijas, al contrario, se decía que las cosas relacionadas con los bebés y la infancia eran “cosas de mujeres” que no les incumbían. Por suerte, eso ha ido cambiando y ahora hay cada vez más hombres que ejercen la paternidad de forma muy distinta, no únicamente asumiendo de manera equilibrada la carga de los cuidados infantiles y domésticos, sino siendo emocionalmente accesibles para sus hijos e hijas; todos hemos visto cientos de fotos y videos de padres jugando, peinando, cocinando y en general, siendo padres responsables.
Sin embargo, nunca falta la persona amargada que le parece que ser un ser humano decente “no es de hombres”, por lo que juzga y ataca a padres simplemente por involucrarse en las tareas de cuidado, y a veces, porque nosotras también caemos en machismo, esa persona… es una mujer.
Así les pasó tanto a Damien Leeson como a Nico Shneider, dos hombres que han compartido su experiencia en las redes.
¡Viejo cochino!
Damien estaba de paseo con su familia por un centro comercial en Queensland, Australia cuando se dio cuenta que su hija de siete semanas necesitaba un cambio de pañal. El centro no tenía cambiadores en los baños de hombres, pero sí tenía un cuartito “familiar” con una mesa cambiadora y una zona de lactancia, así que Damien llevó a su hija ahí.
Hasta ahí todo bien, sin embargo, al poco rato entró una mujer y casi de inmediato empezó a verlo feo y decirle que era un “viejo cochino” y que “daba asco ver a un hombre adulto en un baño con una niña pequeña”. Damien se quedó en shock y no pudo decirle ¡ya siéntese, señora! Que es lo que esa doñita se merecía.
Pero no todo quedó ahí, la señora salió a decirle a su amiga que adentro había un señor con una niña y las dos regresaron a gritonearle de cosas y verlo feo. Tanto Damien como su esposa Melissa estaban muy confundidos con toda la situación, que, si bien no pasó a mayores, pues las mujeres terminaron por dejarlos en paz, provocó que Damien escribiera en su cuenta de Facebook un post cuestionando qué podría hacer un padre soltero, si no hay otros espacios en los que un hombre pueda atender a sus hijos.
¡Madura! ¡Cursi!
Uno podría pensar que quizá, son sólo esas dos señoras en Australia las que ven muy mal que un hombre ejerza su paternidad, pero no, porque lo mismo le pasó a Nico Schneider, que en Twitter compartió una foto de su pie con una pulserita de plástico, y el mensaje “que masculinidad débil tienen los que me han dicho que me queda mal la tobillera... ME LA HIZO MI HIJA Y NI LOCO ME LA SACO”.
El mensaje rápidamente se hizo viral con muchos hombres y mujeres felicitándolo por dejar a un lado los estereotipos de lo que los hombres pueden o deben usar, y sólo enfocarse en el cariño que su hija puso en el regalo. Aunque no faltó quien se burló de él, pero no nos sorprende, el hate es el alimento de tuiter.
Entre las respuestas sobresalió la del usuario @buches_LFC quien narró que cuando su hija tenía 4 años también le dio una pulserita y le pidió que no se la quitara, doce años después, la pulsera se rompió por lo que él decidió tatuársela para seguir cumpliendo.
Aquí, de nuevo, es donde el patriarcado y sus enseñanzas salieron a relucir de verdad, cuando dos cuentas de “señoras” lo atacaron con un odio jarocho que no se entiende si no es porque seguramente, la anécdota tocó fibras sensibles.
“…Seguro que tu hija está avergonzada pero no se atreve a decírtelo porque no quiere romper tu ilusión. Madura de una p*** vez” le dijo Rosario, llena de odio.
“Por machirulos como ellos, nos consideran débiles a las mujeres. Se piensan que para ser feminsitas (sic) tienen que ser cursis y ñoños”, añadió Toñi, que quién sabe qué piense que significa ser feminista, porque aquí apoyamos los requerimientos de cursilería y ñoñez.
Como era de esperarse, Toñi y Rosario recibieron muy poco amor por parte del resto de usuarios de la red social, quienes les recordaron que el amor y la ternura son muy necesarios en este mundo.