Uno de los impactos negativos de la pandemia ha sido en la violencia intrafamiliar. La cual se ha calificado como una pandemia silencio, que es justo el término para Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Las medidas que se han tomado para prevenir el contagio por covid-19 como las cuarentenas, el distanciamiento social y el cierre de escuelas y oficinas, han dejado a millones de mujeres y niñas en una situación de mayor aislamiento, dependencia financiera y vulnerabilidad.
Además, el Banco Mundial señala su preocupación ante la restricción al acceso a servicios de salud, refugios y centros de apoyo legal, así como la capacidad de respuesta a emergencias. Es decir, crecieron los factores de riesgo y se redujeron las posibilidades de asistencia.
América Latina, la segunda a nivel global en violencia sexual
La región de América Latina es hoy la segunda a nivel global en violencia sexual perpetrada por hombres que no son la pareja de la víctima. De los 25 países con los números más elevados de femicidios, 14 están en la región. “Es una tragedia cotidiana, en la que nueve mujeres son asesinadas cada día. Según datos recogidos por Naciones Unidas, en Argentina, México, Colombia y otros países de la región, la violencia doméstica contra las mujeres creció este año entre 30% y 50%. Es un triste retroceso”, apuntó Carlos Felipe Jaramillo.
Para el Banco Mundial atender la violencia de género es un tema prioritario en su agenda de apoyo a los países de América Latina y El Caribe porque resolverlo garantiza la participación de las mujeres en nuestras sociedades y construye el capital humano para un desarrollo sustentable.
Dependiendo de las problemáticas de los países, la ayuda que se ofrece va desde servicios remotos de asesoramiento, entrenamiento a trabajadores de la salud para la identificación y derivación de casos, apoyo para mejorar el registro de situaciones de violencia y campañas de comunicación, entre otras muchas iniciativas.
Con información de El País