La violencia contra las mujeres en México sigue presente, los nombres de Debanhi, Luz Raquel Padilla, Ariadna, entre otros, marcaron este 2022 y evidenciaron la revictimización por parte del sistema de justicia, dice en entrevista con La Cadera de Eva, María Elena Esparza Guevara quien es consejera del Consejo Ciudadano y también fundadora de Ola Violeta A.C.
“No podemos dedicarnos a nombrar todo el día a las mujeres que han sido asesinadas, tampoco en una columna referirlas a todas, pero sí podemos no desestimar sus historias, reconocer la existencia de cada una, Ariadna tuvo una existencia distinta puede que haya algunas coincidencias con otras muertes”, dice.
“La violencia machista es prototípica genera casos prototípicos, la noche, el consumo de sustancias, hay muchas situaciones que aumentan el riesgo por la cultura que normaliza al agresor, que normaliza las agresiones, y esta frase ‘por qué tan solita que a todas nos han dicho’ demuestra cómo se ha normalizado la violencia contra las mujeres”, dice Esparza Guevara, egresada del Programa de Liderazgo de Mujeres en la Universidad de Oxford.
La especialista hace énfasis en no comprar los casos y tratarlos como únicos, ya que se comienza a revicitimzar a las víctimas, cómo pasó en los casos de Debanhi y Ariadna, donde se señala que iban solas y habían ingerido alcohol. “¿Por qué insistimos en esa narrativa que cuando una mujer viola sus mandatos de género está en riesgo. No es aceptable que una mujer joven esté sola en la calle o se vista de forma provocativa porque se le responsabiliza a ellas y se justifica a los hombres diciendo que no tienen ninguna forma de autocontrol”.
“En el caso de Ariadna (quien fue asesinada el 30 de octubre del 2022) era importante evidenciar el entramado que había tejido la Fiscalía de Morelos para hacernos creer que pues murió porque bebió de más”.
¿Por qué sigue la violencia contra las mujeres?
La violencia es un problema estructural, lo que pasa ahora es que ya no aceptamos esas justificaciones, responde María Elena Esparza, tal vez hace unos años pudieron haber sido comunes, más frecuentes o menos conscientes, porque también es importantísimo decir que estamos hablando de que combatir la violencia machista es un proceso, “para poder hacerlo pasarán varias generaciones antes de que podamos hablar de una sociedad que vive en igualdad sustantiva”, explica.
Debido a las redes sociales, la crisis feminicida se hace más visible. El feminicidio de Ariadna es muy ilustrativo, el acusado y acusada, trataron de encubrirse, sin embargo, olvidan que hay redes sociales vigilantes que están revisando cámaras y la secuencia de las publicaciones.
Las cifras de violencia del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a través de su Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021 señalaron que siete de cada diez mujeres, mayores de 15 años declararon haber sufrido al menos un incidente de violencia de género, que representan 34 millones 500 mil mujeres en nuestro país. Uno de los mecanismos que ha ayudado a medir la violencia de género es el Violentómetro que creó el Instituto Politécnico Nacional, donde se comienzan las acciones más sutiles que no por ello menos agresivas.
“Esto es importante, a veces confundimos que las escalas más bajas son de menos riesgo y entonces pensamos ‘nada más se burla de mí’, ‘nada más me agrede o es que nada más me da la patadita abajo de la mesa cuando digo algo que no le gusta frente a su familia’ o ‘nada más me pide la clave de mi celular’, o ‘me cela porque le importo’
El violentómetro acaba en la máxima agresión de género que es el feminicidio y el dato es tremendo, de acuerdo con María Elena Esparza, ya que la cifra de 10 feminicidios al día proviene del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública que son 10 feminicidios al día en este país. Aunque se ha visto que estos datos han ido disminuyendo.
¿Los datos de violencia representan la violencia que estamos viviendo?
Una las preguntas que nos hacemos frente a los datos de violencia de género es si representan la realidad o se quedan cortos. ¿Hay disminuido porque hay menos denuncias?
En respuesta, María Elena Esparza comparte: “cuando yo conocí los resultados de la Endireh me pregunté lo mismo, la encuesta del Inegi trabaja de forma diferente, donde van por señales y rasgos que permiten a la persona hacer conciencia de la agresión, aunque no la califique como tal, entonces, las cifras que arrojan son bastante cercanas a la realidad, la cifra de siete de cada 10, porque además es un ejercicio muy detallado, lo explora en diferentes ámbitos en el laboral, en el comunitario, en el familiar. La encuesta no puede ser absoluta concordante con la realidad, es un principio básico porque es representación, la encuesta nos da un parámetro cercano a la realidad”.
¿Cómo prevenir la violencia desde nosotras mismas?
La violencia también nos la ejercemos nosotras – explica la especialista- por ello, hay que hacer conciencia de ésta, “es indispensable trabajar con nosotras mismas. En Ola Violeta, la Fundación que yo tengo es lo que impulsamos, el trabajo de la autoconciencia, hacer conciencia corporal y validar lo que estamos sintiendo para deconstruir todo eso que nos han dicho que no podemos expresar desde chiquitas.
"Es desde la infancia donde se les enseña a las menores a identificar la violencia, hay acciones sencillas que se pueden implementar para enseñarlas a validarse. Me gusta ese verbo porque creo que envuelve muchísimo que tiene que ver con la autoestima con el autoconcepto y con confiar finalmente en si tu cuerpo te dice te hace sentir incomodidad es por algo”, explica.
María Elena Esparza nos invita también a denunciar cuando vivimos una situación de violencia o cuando otra persona lo vive. “Me gusta la consigna que tiene el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México en donde yo soy consejera honoraria, dice: ‘créeles ellos dicen la verdad’, ‘créeles ellas dicen la verdad’”. Nos invita a estar alertas de la violencia y abuso infantil donde los principales agresores están en casa así como los feminicidas, incluso llamar si una vecina o alguien conocida está en riesgo, pueden llamar a la línea del Consejo Ciudadano 55 55 33 55 33.