El tener una casa o un depa se ha convertido en un sueño inalcanzable para muchos jóvenes, incluso hay dichos en las que se comparan a ellos con sus padres u otras generaciones, “a tu edad yo ya tenía mi casita”, “a tu edad, ya me había hecho de mi propiedad”. El problema de la vivienda no es un tema individual sino colectivo donde interviene el Estado, las empresas, los consorcios y por supuesto, empresas como Airbnb, coinciden especialistas en el Podcast de Eva “Derecho a la vivienda: el sueño imposible en un sistema caótico”, donde conversamos con Zaida Muxí, arquitecta con perspectiva de género, y Carla Escoffié, abogada especializada en derecho a la vivienda, sobre si la vivienda es un derecho, por supuesto que sí.
Antes de ahondar en lo que nos dijeron en el podcast, el cual también puedes escuchar, te ponemos en contexto. En México se presentó una marcha contra al falta de regulación de Airbnb, la cual fue convocada el colectivo Gatitos contra la desigualdad, al que pertenece Máximo Ernesto Jaramillo, activista y académico, quien aseguró que desde 2005, los precios de acceso a la vivienda en la CDMX se han incrementado en 235%, lo que ha llevado a que al menos la mitad de las viviendas de la Zona Metropolitana, entre ellas: Roma, Condesa, Polanco y Juárez, estén por encima de los 3.2 millones de pesos, un precio que solo el 3.4% de la población capitalina puede pagar. Así que la vivienda se ha convertido en un “commodity” para Zaida Muxí, es decir, una materia prima o un producto básico para uso comercial.
En el sistema capitalista todo se vende, hasta las piedras, pero habría que poner límites es lo que señalan las invitadas en el podcast. Incluso, ponen a discusión sobre cómo se comprende el derecho a la vivienda desde la Constitución, si necesitas ser propietario de una para poder ejercer este derecho o sin tener algún bien también tienes garantía de una vivienda. Así fue el debate:
“El sistema capitalista encuentra la manera de acorralarnos, lo de la vivienda es algo impresionante, nunca existió el derecho a la vivienda, en pocos países o ciudades que han llegado a tener algo parecido a la vivienda para todas las personas, pero en la mayoría no. Entre los años 30 y 70, a partir hay bastante desastre, la nueva economía como convierte todo en commodity, en activo financiero, se explotan y expropian las zonas centrales de la ciudad. Las leyes que se tienen ya no son suficientes”, dijo Zaida Muxí, arquitecta urbanista, directora del máster en Laboratorio de la Vivienda del siglo XXI de la Universidad Politécnica de Cataluña, autora de diversos libros en el tema de espacio de urbanismo de género, entre ellos, Mujeres casas y ciudades.
Por su parte, Carla Luisa Escoffié Duarte, abogada directora del Centro de Derechos Humanos de la Facultad Libre de Derecho en Monterrey, autora del libro El derecho a la vivienda en México, derechos homónimos y gran activista del derecho a la vivienda y del acceso a la vivienda en nuestro, habló sobre cómo se comprende el derecho a la vivienda en la Constitución:
“Cuando hablamos por el derecho a la vivienda, estamos hablando de debates constitucionales, no quiere decir que sean debates jurídicos, pero si constitucionales de cómo se constituye nuestra sociedad y todas las personas participamos en ellos porque al final el día, hay que recordar que sobre todo en América Latina, a diferencia de la mayoría de los países de Europa, nuestras constituciones son lo que algunos autores como Rodrigo Prim, y por ejemplo han señalado, son aspiracionales, es decir, lo que leemos en la Constitución no es lo que describen, o sea, en realidad sino a dónde se quiere apuntar”.
Mientras que en otros países, como España, la discusión es si el acceso a la vivienda es o no un derecho, en México no se pone en duda los derechos sociales pero sí el derecho a a la vivienda en correlación de ser propietario. Carla Escoffié expone cómo se desarrolla este tema en tres cuestionamientos.
La discusión está si el derecho a la vivienda es un derecho que nadie te quita o un derecho que ya acumulaste y compraste.
También se pone a debate si el derecho a la vivienda es un derecho de prestación social, los trabajadores tienen acceso a créditos Infonavit y Fovissste, créditos de banca pública entonces para ser titular tienes que ser una persona trabajadora la economía formal inscrita la Infonavit que además tengas puntos suficientes y un sueldo que justifique lo que irás pagando.
La tercera lectura es el del derecho a la vivienda como un derecho a habitar un espacio.
Incluso, con las diversas que pasó ahorita con la protesta en Ciudad de México la de Guadalajara ahorita la de Monterrey es que se está diciendo no es que el derecho a la vivienda no basta con la propiedad es solo una de las modalidades que puede tener.
El acceso a la vivienda afecta más a las mujeres
El tema de derecho a la vivienda si es complejo para las nuevas generaciones, lo es más si lo vemos desde ua mirada interseccional y analizamos el acceso a ésta por parte de las mujeres. En México tres de cada 10 viviendas son propiedad de las mujeres, de acuerdo con la Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Según Carla Escoffié el único derecho que no está dirigido hacia las personas en la Constitución Mexicana es el de la vivienda, sino que se enfoca a todo familia.
“Si vemos salud de educación libertad de expresión todos los demás derechos es la Constitución dice ‘toda persona tiene derecho a’, pero en la en el derecho a la vivienda dice ‘toda familia tiene derecho a una vivienda digna’. Esto está relacionando con los derechos laborales que vienen de la Revolución Mexicana, con las reformas de los 70’s con la creación del Infonavit, viene de esta lógica de quienes eran los trabajadores, donde se le garantizaba al trabajador (en específico el género masculino), el acceso a una casa y por añadidura la esposa e hijos iban a estar ya cubiertos en esa necesidad, lo que generó es una lógica en la cual se hablaba de toda familia pero al hablar de toda famili, en la práctica la política pública estaba enfocada al trabajador al hombre que estaba en la economía y aparte que estaba en la economía formal”, explica.
¿Hay posibilidad de nuevas formas de vivienda?
En el podcast también Carla Escoffié y Zaida Muxí hablaron sobre la posibilidad de otras formas de vivienda, como lo son las viviendas mayas donde las cocinas son comunitarias, espacios donde las mujeres creaban comunidad, incluso se compartían las tareas de cuidado, sobre esto, ya hay modelos de vivienda en España, mientras que en México esto se ve como un retraso, las especialistas en vivienda nos hablan sobre las oportunidades que hay en repensar otras formas de vivir, fuera de los estándares occidentales individuales.
¿Te imaginas un espacio donde compartas la cocina o los cuidados con tus vecinos? Unos se encarguen de comprar la despensa, mientras otros ejercen cuidados de infancias y personas dependientes, incluso que quien guisa mejor haga la comida para todos. ¿Será posible? De hecho, el hacer comunidad no sólo nos garantiza un sentido de pertenencia ni costear la forma de vida en comunidad sino también seguridad, un barrio que cuide de todas y todos.