Ciertas imágenes nos vienen a la mente  al considerar la historia del movimiento punk en los Estados Unidos e Inglaterra: Los Ramones, Dead Kennedy, Sid Vicious y con él, los Sex Pistols.

Punk es una subcultura que se enorgullece de la libertad de expresión y culmina en diversas formas de arte, incluida la música y la moda. En los últimos años, ha habido un interés académico renovado en las implicaciones culturales del punk como un movimiento social por sus implicaciones de protesta frente a las políticas económicas.

¿Y las mujeres punk?

¿Por qué en el imaginario de los grandes movimientos musicales tienen una cara o representación masculina y la femenina es relegada? Apuesto a que tras leer estas preguntas, todos nos justificamos pensando en las mujeres en el punk. Desafortunadamente no lo hicimos cuando leímos las primeras líneas. 

Durante los años 70, el contexto histórico británico estaba enmarcado por crisis económicas que la tenían sumida en huelgas y desempleo. En medio de esto, las luchas feministas que buscaban la equidad y la liberación sexual con la pastilla hicieron posible un entorno que favoreciera esta respuesta contracultural. Y sintieron el punk como refugio y forma de comunicación.

Durante años, los grupos femeninos de rock fueron relegados a la minoría dentro del competido mundo musical. No es hasta la aparición del punk, cuando las agrupaciones femeninas despuntaron en el entorno de la industria.  Y no es cierto que “en la época hippie o en el rock de los 70”, los grupos femeninos nunca figuraron y solo los mixtos con un hombre al frente eran considerados.

“Desde su concepción, el punk era algo que iba a cambiar el status quo, porque era muy inclusivo: todos los que eran vistos como diferentes fuera de lo bien visto por la sociedad, en realidad fueron los creadores del punk, es decir siempre fuimos los relegados y siempre estuvimos ahí…para que la gente se sintiera bien en un lugar donde estuviéramos cómodos todos”, Alice Bag, en We´re here. We are present, 2013.

Lucy O´Brien en el compilado de artículos sobre el punk de Sabin (1999), The Cultural Legacy of Punk nos da la referencia de la importancia del movimiento en la vida femenina y su repercusión en la actualidad.

“A pesar de la afirmación de que los hippies fueron los primeros en desprenderse de los viejos valores, el punk fue el caso de prueba, la primera generación moderna. En solo tres años, desde 1977 hasta 1979, y luego otro salto social hasta 1980, el mapa de género había comenzado a cambiar radicalmente.

Fue durante el punk que las "guerras sexuales" se desvanecieron, que la batalla por el territorio en el escenario, en la calle y en el lugar de trabajo comenzó a perforar la corriente principal. Sin embargo, fue el movimiento de contracultura de los 60 y principios de los 70 lo que abrió las vías para el feminismo punk.

Sin embargo, a pesar de la retórica de la liberación sexual, las mujeres aún consideraban que la igualdad era una lucha cuesta arriba”, Lucy O´Brien

En la investigación de Lauraine Leblanc, sobre mujeres en la escena punk publicada en su libro, Pretty in Punk, entrevistó a una joven, dijo que en su experiencia en la escena punk, se sentía preocupada por la dinámica y de género dominada por hombres en su ambiente, una subcultura que se describe a sí misma como igualitaria e incluso feminista, pero en realidad está lejos de serlo. Sin embargo, ella había descubierto que esta misma subcultura le daba un lugar para ser asertiva y agresiva, para expresarse de maneras menos ''femeninas'' que otras chicas, es decir la expresión del ser femenino que estaba permitido en la sociedad, en el día a día.

Reacción de los medios ante las punks

La manera en que se presentaron las mujeres en bandas del punk, desde la concepción de la ropa "juvenil" y cabello descuidado hasta mujeres casi desnudas con mohawks, produjeron una variedad de reacciones. Muchos reaccionaron positivamente a este rechazo del status quo.

Muchas de las reacciones negativas vinieron de los medios de comunicación, lo que ayudó a propagar una desaprobación generalizada. Una sociedad plagada de pánico moral sobre la subcultura que comenzó en la década de 1970 y que prevalece hasta el presente.

Estas reacciones generaron estigmas estigmas contra las personas en el movimiento punk y trabajaron para deslegitimar sus objetivos y desarrollaron temor  contra ellos. Las personas ajenas a este movimiento rechazaron lo que no entendieron.

Este rechazo fue perpetrado en repetidas ocasiones por los medios masivos de comunicación, que ayudaron a preservar los estereotipos y la información errónea sobre el movimiento punk y, más específicamente, sobre las mujeres dentro de él.

Propagaron una representación, una imagen de que todos los punk’s (especialmente las mujeres) eran jóvenes violentos, empeñados en la destrucción del sueño americano, o de la ligera sensación de estabilidad económica en Inglaterra (muy engañosa porque fue debido a las huelgas y crisis que el punk se emancipa).

Son estereotipadas como "poco femeninas" e "inapropiadas". Los medios de comunicación y la cultura de consumo siempre han tenido una relación hegemónica con los ideales y las imágenes de las mujeres en el punk.

Cuando uno mira una lista de los 100 artistas más populares en la década de 1970 en Billboard o lista afín, solo siete de los artistas enumerados están en bandas con una protagonista femenina.

Incluso en una escena musical como el punk / new wave que se enorgullece de su apertura y aceptación de todos los estilos de vida diferentes, las mujeres seguían (y siguen siendo) la minoría.

Sin embargo, mujeres extraordinarias rompieron este caparazón. Por ejemplo, Patti Smith, Siouxsie Sioux, The Raincoats, Wendy O. Williams, Bikini Kill y la otra Riot Grrrls influyeron en los movimientos punk de mujeres de Gran Bretaña y Estados Unidos desde la década de 1970 hasta la fecha. Estas mujeres crearon y ayudaron a crear un movimiento cultural que se desvió bruscamente no solo del comportamiento aceptado y "apropiado" para las mujeres en la sociedad estadounidense y británica sino también de la escena musical dominada por los hombres a la que intentaban unirse.

El empoderamiento a través del punk

El término empoderar bien pudo haber sido aplicado a estas mujeres dentro de esta escena. Probablemente sin conocimiento, ellas peleaban lo mismo desde la trinchera de la música, mientras de manera oficial se llevaban a cabo los congresos en la ONU que demandaban una inclusión del tema feminista en la agenda.

Ya sea por la vía académica, de organizaciones o a través de un movimiento underground, estos hicieron posible tener el tema como urgencia.

De manera peculiar, el movimiento punk sigue una ruta paralela y natural hacia este objetivo. Es necesario ver que este transitó primero por una búsqueda de homogeneidad en los individuos adscritos -tal vez en primer momento por la vestimenta y los íconos de pertenencia grupal-. 

Era común, al ver los documentales que los artistas mencionaban que los mismos arreglos, vestuario, peinados que usaba algún individuo masculino lo utilizaba el femenino y viceversa. No importaba, en el punk esos usos y costumbres de diferenciación eran parte del sistema. Y básicamente al punk no le importa y más…había que pelear contra lo establecido. Esto fue muy importane en la dimensión política y social, ya que a fines de los setenta, las políticas conservadoras y neoliberales golpeaban al mundo capitalista: Reagan en Estados Unidos y Thatcher en la Gran Bretaña. El punk entonces fue una bandera nata de resistencia.

La segunda fase llega con el movimiento Riot Grrrl ya vincula a movimientos de equidad e identidad de género. Feliciano (2013) lo describe así:

“El surgimiento del movimiento Riot Grrrl comenzó a principios de la década de 1990, cuando un grupo de mujeres en Olimpia, Washington, sostuvo una reunión para discutir cómo abordar el sexismo en la escena punk.

Las mujeres decidieron que querían iniciar un "disturbio de niñas" contra una sociedad que sentían que no ofrecía ninguna validación de las experiencias de las mujeres. Y así nació el movimiento Riot Grrrl”:

El movimiento Riot Grrrl creía en las mujeres que participan activamente en la producción cultural, creando su propia música y fanzines en lugar de seguir los existentes.

Las bandas asociadas con Riot Grrrl usaron su música para expresar puntos de vista feministas y antirracistas. Bikini Kill, Bratmobile y Heavens to Betsy crearon canciones con letras extremadamente personales que trataban temas como la violación, el incesto y los trastornos alimentarios.

Ellas consideraban esta temática  importante como denuncia desde el punk, criticando el sistema “hegemónico heteropatriarcal.”

En esta  segunda etapa, el punk siguió el camino de la identidad. Se buscaba expresar todas las posibilidades del individuo. Y en el punk se valía ser diferente, ser único.  Y se vale ser femenino o ¿qué tan femenino? O más bien ¿qué es ser femenino? Así el punk inicia la búsqueda de lo femenino en las mujeres del punk. Así cada mujer es única y original, creativa, agresiva o amable, dulce o ruda. La moda. La moda es parte del sistema también…entonces no importa.

Bikini Kill ( Banda de chavas punk )

Modelo de Vivían Westwood la creadora del look punk para su tienda

Patti Smith

Aunque la estética y la provocación  del punk ha sido asimilada por las corporaciones, no solo en moda y estilo sino en concepciones incorporadas como ideología de las marcas y sus formas de trabajo; hay algo en el punk que sobrevive, se podría decir que tiene alma propia…en este momento adormilada pero que en cualquier lugar y momento puede despertar con fuerza incontrolable.

Kathleen Hannah, ideóloga de las Riot Girrls, elaboró este manifiesto que se distribuyó en su folleto Bikini Killzine, en el cual muestra su postura política y sus ideas sobre el género, el abuso femenino. Y que la única manera en que todas las mujeres (cobijando a las iniciadoras del punk) puedan unirse es realizar proyectos, hacer “desmadre” conjuntamente y saberlo hacer. Hay un vínculo muy estrecho, también con el movimiento DIY (hazlo tú mismo) como generadoras del cambio. Este es un estrato de este manifiesto:

…“-Porque queremos hacerlo más fácil para las chicas: el hecho de ver y escuchar el trabajo del otro, para que podamos compartir estrategias y criticar o aplaudir a otros.

-Porque vemos el fomento y el apoyo a escenas de las mujeres y artistas de todo tipo como parte integral de este proceso.

-Porque odiamos al capitalismo en todas sus formas y ver nuestro principal objetivo como compartir información y mantenerse con vida, en lugar de obtener beneficios de ser cool de acuerdo a las normas tradicionales.

-Porque creemos con todo nuestro corazón, mente y cuerpo que las mujeres constituyen una fuerza de alma revolucionaria que puede y va a cambiar el mundo real.”