A lo largo de su vida, las mujeres y personas menstruantes utilizan un promedio de 11 mil productos de menstruación desechables, según el estudio Enviromenstrual Fact Sheet 2024. A pesar de que los tampones son una herramienta que facilita la gestión de la menstruación, el estudio “Sangre, sudor y pesticidas: Una mirada más cercana a los químicos tóxicos en los productos de época”, del Reino Unido reveló la presencia de glifosato en niveles cuarenta veces mayores a lo permitido. 

La presencia de pesticidas en métodos de gestión menstrual como el glifosato, considerado el herbicida más utilizado en el mundo para controlar plagas en la vegetación, representa un problema que atenta contra la salud de las mujeres y personas menstruantes, pues el componente principal de los tampones es el algodón.  

Aunque no se mencionan marcas específicas, el estudio reveló que la cantidad de glifosato hallado en una caja de tampones fue de 0.004 miligramos por kilogramo (mg/km). Aunque esta cantidad no aparenta una amenaza, en Reino Unido y en Estados Unidos el nivel máximo de glifosato permitido en el agua potable es de 0.0001 mg/km.

En el mismo informe se demostró que el glifosato puede entrar al cuerpo humano por medio de inhalación, ingesta o absorción. El tiempo de absorción en el cuerpo varía dependiendo la zona. 

Al estar en contacto directo con los genitales, la absorción de glifosato a través de los tampones asciende a un 11.8%, sin embargo, esta medida sólo considera el exterior de los genitales, por lo que se desconocen los potenciales riesgos en la salud que tienen el contacto directo con la vulva. 

En México el 8% de las mujeres y personas menstruantes utilizan tampones como un método de gestión menstrual, según datos de la Encuesta Nacional sobre Gestión Menstrual a adolescentes, mujeres adultas y personas menstruantes realizada por Unicef en colaboración con Menstruación Digna.

¿Qué otros químicos se encuentran en los tampones?

En Latinoamérica, científicos de la Universidad Nacional de La Plata en Argentina  (UNLP) revelaron en 2018 que en el país el nivel de glifosato en los productos de gestión menstrual asciende a los 0.0015 y 0.007 mg/kg. Esto demuestra una similitud entre los niveles de absorción de glifosato en diferentes regiones del mundo. 

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Otros químicos tóxicos hallados en los tampones son: ftalatos, un grupo de compuestos químicos para retener el olor; dioxinas, químicos altamente tóxicos y contaminantes; compuestos orgánicos volátiles, sustancias químicas que orgánicas también encontradas en toallas desechables, fragancias, en una proporción similar a la utilizada en los productos de belleza y cuidado,  y hasta dieciséis diferentes tipos de metales.   

El mercado de los productos de gestión menstrual pasan por alto el impacto que la absorción de estos químicos tiene en las mujeres y  personas menstruantes. “Los estudios científicos en el nivel de toxicidad son escasos”, se lee en el informe. 

El mercado de los tampones

El algodón representa el 2.4% del cultivo a nivel mundial, sin embargo, la cifra de pesticidas utilizada para controlar plagas en la planta es del 4.7%, mientras que la de insecticidas asciende al 10%. ¿A qué se debe que los productos de gestión menstrual como los tampones contengan altos niveles de químicos?

En 2024 el mercado de productos de higiene femenina representó ganancias de 49.75 billones de dólares, lo que representa aproximadamente 946 millones de pesos, de acuerdo con datos de Statista de 2025. 

El costo elevado de los productos de higiene menstrual, los estigmas alrededor de la menstruación, y el sesgo en los estudios científicos sobre salud menstrual con perspectiva de género tienen repercusiones directas en el éxito del mercado de los tampones, pero también en los efectos en la salud de las mujeres. 

¿Cuáles son los efectos en la salud de las mujeres?

La presencia de químicos en tampones tienen consecuencias registradas en la salud de las mujeres, según recopiló el estudio, las más frecuentes son las siguientes: 

  • Alteración endocrina: Se presenta cuando las sustancias químicas intervienen con el funcionamiento normal del sistema endocrino, que afecta en la producción y regulación de hormonas. La alteración de las hormonas están vinculadas al cáncer de mama y de ovarios. 

  • Mayor probabilidad de infertilidad: la desregulación de las hormonas está vinculada con el impacto negativo en la fertilidad. 

  • Endometriosis y adenomiosis: condiciones que afectan el exterior del útero.