Tenía 45 años cuando la sorprendió la menopausia. Fue ahí que Ana Gallardo se topó por primera vez con la realidad a la que se enfrentan las mujeres cuando envejecen. “Desde siempre la relación con nuestro cuerpo es violenta por donde la mires, pero cuando llegué a la vejez entedí que este proceso es aún más violento, en un sistema que invisibiliza nuestros cuerpos porque ya no servimos para parir ni producir en el sistema capital”, dice la artista argentina sentada en una de las terrazas del Museo de Arte Contemporáneo (MUAC).
La artista argentina, radicada en Ciudad de México, lleva más de tres décadas documentando a través de su obra artística cómo es que la violencia contra las mujeres atraviesa nuestros cuerpos y desde unos años, ha visibilizado esas violencias en la vejez, con proyectos como el de la "Escuela de Envejecer", el cual forma parte ahora de la exposición Tembló acá un delirio, que se inaugura este 10 de agosto en el MUAC.
Ana Gallardo fue una de las primeras artistas en el mundo del arte contemporáneo que documentó temas como el aborto o los feminicidios en la región. “Ha sido parte de mi proceso personal, temas que me atravesaron a mí toda la vida, a mis amigas, las mujeres de mi barrio y las trabajo desde una visión personal e íntima”.
Con Tembló acá un delirio, Ana Gallardo busca hacer del duelo de las violencias y vivencias propias, un proceso público desde una perspectiva que pone en el centro la herida abierta de la violencia contra las mujeres, aunque no desde el lugar del victimismo si no desde un espacio de restauración y sanación, aunque, dice, esta palabra la incomoda porque se ha puesto de moda.
El duelo, una vivencia compartida
“Para mí el duelo sí tiene que ser público tiene que ser compartido, tiene que ser una sanación colectiva. Antes esta palabra, sanación, era incómoda. Cuando hablo de lo público es porque no me guardo nada y porque además necesito hacerlo en compañía. Sí hay algo del cliché que representa el espacio común para eso, porque el sistema artístico decía eso no era posible, pero yo lo traigo a la mesa.
“Muestro el duelo eterno que ha sido la muerte de mi madre y de alguna forma pienso que al compartirlo en público, representa una venganza compartida contra ese sistema”. (Ana Gallardo)
Esta exhibición incluye más de dos décadas del trabajo artístico de Ana Gallardo con testimonios orales y relatos escritos a varias manos con los que se pregunta cómo y con quién aprender a vivir y envejecer de otro modo. Además, busca poner en el centro a otras mujeres que, aún con vida, son castigadas por desafiar los mandatos de la reproducción social capitalista.
A través de su obra, Ana Gallardo también ha podido rescatar la memoria familiar como lo hace en la pieza Restauración de un perfil, pues no conoció a sus abuelas ni a su madre, la pintora española Carmen Gómez Raba, que murió muy joven, cuando ella era apenas una niña. “Me he criado bastante sola, por eso también he hecho estos proyectos, porque no tengo esos referentes. Solo así he podido construir y entender quién era mi madre”.
Ana Gallardo cuenta que en esta exposición también se encuentra una serie de cartas que recuperó de su mamá. “Un amigo de mi padre me dio unas cartas de las que mi mamá le escribió a mi papá durante su noviazgo, así fue que grabé un video que también se proyecta en la exposición. Mi mamá vivió frustrada porque pensaba que al estar con un poeta viajaría y tendría otro tipo de vida, aunque al final no fue así. Mis piezas cuestionan la hegemonía jerárquica, excluyente y patriarcal que existió también en mi familia”.
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En Tembló acá un delirio, también está exhibido el testimonio de Estela, una trabajadora sexual que Ana conoció y cuidó en la Casa Xochiquetzal antes de la muerte. “Esa pieza me ayudó a entender lo que significa el arte. Más allá de mi idea de que el arte es una herramienta para cambiar el mundo, los momentos que compartimos juntas fueron transformadores para las dos”.
El arte, un gueto de privilegio
La artista argentina está consciente del privilegio en el que está al inaugurar esta exposición en un momento en el que en su país de origen el contenido cultural que aborde los feminismos está censurado, por las políticas impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
Gallardo considera que estas políticas antifeministas en el gobierno de Milei provienen precisamente por la lucha y resistencia que ha ido creciendo en los últimos años en Argentina. “Se vienen tiempos duros todavía, yo siento que estoy en un gueto de privilegiadas que podemos hablar de este y otros temas también a través del arte”.
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Tembló acá un delirio se inaugura este 10 de agosto en el Museo de Arte Contemporáneo (MUAC) a las 12:00 horas y estará abierta al público hasta el 15 de diciembre del 2024.
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