El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia es una fecha que nos invita a  reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentan las mujeres en el campo científico. A pesar de los avances significativos en la inclusión y el reconocimiento de las mujeres en este ámbito, persisten situaciones que obstaculizan su pleno desarrollo y contribución. Por ello, en 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 11 de febrero como una conmemoración que invita a crear conciencia sobre la persistente brecha de género en el campo científico y promover medidas para superarla.

A pesar del talento y la capacidad de las mujeres en la ciencia, las oportunidades de ascenso y reconocimiento suelen ser limitadas, este desequilibrio no solo socava el potencial individual de las mujeres científicas, sino que también priva al mundo de diversas perspectivas y enfoques que son esenciales para abordar diversos retos. Una investigación realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) indica que las mujeres en campos STEM, por sus siglas en inglés (Science, Technology, Engineering and Mathematics), tienen menos publicaciones, ganan menos por sus investigaciones y no progresan tanto en sus carreras como los hombres.

¿Y qué sucede con las mujeres que se dedican al campo de la ciencia y la investigación en México? Conversamos con la Dra. Leticia Cedillo Barrón, Investigadora titular en el Departamento de Biomedicina Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados; y con la Dra. María Elena Elizabeth Mata Moreno, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para conocer sus perspectivas. 

El interés de las mujeres por la Ciencia

Con mucha felicidad, la Dra. Leticia Cedillo recuerda que desde niña le llamó la atención observar las cosas pequeñas: “me regalaron una pequeña lupa cuando tenía 10 años y yo pasaba el tiempo viendo todo lo que observaba en mi entorno, creo que mi inquietud por la investigación se inició en ese momento.” Posteriormente, conforme desarrolló su carrera laboral, se dio cuenta que lo que más disfrutaba hacer se encontraba “en los microbios, me encantaba la inmunología y me di cuenta que mi pasión era eso”, narra la Dra. Cedillo. Así fue como decidió seguir preparándose académicamente: “regresé a Ciencias Biológicas y empecé a estudiar el posgrado." 

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Por su parte, la Dra. Elizabeth Mata señala que una de sus principales motivaciones para ingresar a la universidad y desarrollarse en el ámbito de la investigación científica fue el deseo de superarse y crear un cambio en su línea de vida: “yo fui la primera profesionista de mi familia”, nos cuenta: “tuve la oportunidad de presentar mi examen de admisión para la UNAM y ese era mi sueño, poder acceder a la universidad, al poco tiempo me llegó un telegrama donde me comunicaban que había sido aceptada, me dio un gusto enorme, en algún cajón todavía tengo guardado ese mensaje”. 

Del tiempo en que ellas comenzaron a desarrollarse en la Ciencia al día de hoy, ambas investigadoras refieren que pueden notar un cambio positivo en la incursión de las mujeres en este campo, la Dra. Elizabeth Mata cuenta que al momento de entrar a la carrera de  Medicina Veterinaria y Zootecnia ingresaron alrededor de 15 mujeres, entre un total de 750 estudiantes, el resto eran hombres. “Actualmente hay una apertura total ante la incursión de las mujeres en la Ciencia, aunque todavía hay actitudes misóginas. Hay hombres a los que no les gusta que las mujeres les den órdenes. A mí me tocó ser líder en una instalación con mucho personal masculino y mantener el respeto fue difícil".

Al mismo tiempo, la Dra. Leticia Cedillo, señala que pese a que ahora hay mucho talento femenino, ser mujer en una sociedad donde se mantienen los estereotipos de género, puede ser obstaculizante: “no hay falta de talento, existen oportunidades para las mujeres, pero resulta complicado tomarlas, por ejemplo, eres madre de familia, y se espera que cumplas con todas las tareas de cuidado, eso resta tiempo y energía”. 

3 retos a los que se enfrentan las mujeres en la ciencia 

Así, ambas investigadoras refieren 3 retos principales a los que se enfrentan como mujeres y mexicanas para desarrollarse plenamente en el ámbito de la ciencia e investigación:

Ser mamá científica

“Para una mujer puede ser un reto tener tiempo disponible para dedicarnos a la Ciencia por el papel que se espera que tengamos en la familia”, refiere Dra. Leticia Cedillo. Al respecto, en 2020, la organización Mothers in Science (MiS) realizó una encuesta, la cual reveló que más de un tercio (34%), de las madres que trabajan a tiempo completo en campos STEM a nivel global optaron por abandonar estos roles después del nacimiento de su primera hija o hijo.

Publicaciones fuera del país

En muchas ocasiones, como sucede en diversos ámbitos, las mujeres científicas se encuentran con un sesgo relacionado con su país de origen. “Es interesante, pero enviar un artículo fuera del país como una autora con apellidos latinos, siempre implica más trabajo. Por experiencia, y al ver las publicaciones, las autoras latinas no suelen ser seleccionadas”, refiere la Dra. Leticia Cedillo

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Oportunidades de especialización

Las mujeres científicas en México enfrentan desafíos en la búsqueda de oportunidades para especializarse y capacitarse en su campo. A menudo, se enfrentan a la falta de recursos y apoyo por parte del gobierno del país, “es un reto lograr mantenerse preparada al nivel que demandan diversas áreas de la Ciencia, porque no se han generado muchas oportunidades de capacitación y certificación, así como de acceso a información o incluso a libros y publicaciones, las cuales pueden ser costosas o no se encuentran disponibles en el país”, concluye la Dra. Elizabeth Mata.