Karla María Rodriguez, de 37 años, aprovechó un programa del gobierno de la CDMX de cosecha de lluvias para almacenar hasta mil 100 litros de agua en su casa, frente a la amenaza de escasez por la construcción de una plaza comercial a 50 metros de su casa, en la alcaldía Gustavo A. Madero, lo que hizo que el suministro de agua en su colonia fuera limitado.
La plaza comercial abrió sus puertas a finales de 2022, pero dejó estragos en los habitantes de la colonia Providencia, donde vive Karla, ya que en varias ocasiones tuvieron que comprar pipas a precios elevados debido a la demanda por la escasez.
“Resulta que aquí en la esquina empezaron a construir una plaza comercial muy grande. Tardó como año y medio, casi dos años la construcción. Durante ese periodo se nos iba el agua; caía, cuando teníamos la suerte de tener agua, un chorro muy mínimo y era por ciertas horas del día, no era suficiente”, relató en entrevista con La Cadera de Eva.
En mayo del 2022, Karla vio un cartel del gobierno de la Ciudad de México en el transporte público, donde anunciaban el programa “Cosecha de lluvia”. Karla investigó y decidió inscribirse para aprovechar el beneficio: “Siempre tengo presente que el agua que utilizamos se está agotando, esa fue otra razón para adquirir el sistema”, dijo.
Hasta marzo de 2021, había 13 mil 135 mujeres cosechadoras de lluvia. El 65% de las personas beneficiarias son mujeres y la mayoría es de Iztapalapa, de acuerdo con los datos del gobierno de la CDMX.
Karla es madre de familia, se dedica a producir videos y forma parte de las miles de mujeres que cosechan lluvia en la CDMX. Durante la entrevista, reflexiona sobre el papel de la mujer en el suministro de agua.
“En la mayoría de los casos, los hombres son quienes proveen, las mujeres son las que administran y materializan el cubrimiento de las necesidades. Entre niñas y mujeres, en entornos de menos oportunidades, son ellas quienes tienen que caminar kilómetros para traer el agua, quienes tienen que cargar botes de agua”. (Karla María Rodriguez, )
Por lo que recordó que su abuelita tuvo un embarazo complicado por cargar agua, hecho que aún pasa en zonas del país.
“Es la historia de mi abuelita, pero creo que en muchos lugares sigue vigente. Desde hace muchos años nos ha contado que en uno de sus embarazos, por ahorrarse el dinero del traslado de agua, ella misma se fue caminando por el agua y trajo cargando el agua. Se vio gravísima en su embarazo, creo que hasta perdió a su bebé”, contó.
A la fecha, dijo, la gente sigue padeciendo del agua. Sigue habiendo comunidades donde no tienen suministro de agua. Creo que sistemas como este o incluso otras maneras de captar agua de lluvia son la solución para quienes carecen de este servicio.
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La Comisión Nacional del Agua (Conagua) explica que las mujeres están involucradas directamente en el proceso de recolección, uso y administración del agua. En un artículo publicado en 2016, mencionó que las madres son el pilar que sostiene la educación de las infancias y su sensibilización con respecto a la cultura del agua, ya que ellas son el primer filtro para racionar este recurso.
Les enseñan a sus hijos e hijas actividades como lavarse las manos, cepillarse los dientes, bañarse e ir al baño; las cuales son acciones que implican uso de agua y donde ellas promueven su cuidado, según la dependencia.
Mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) refiere que las mujeres tienen una participación destacada en la ordenación de los recursos hídricos agrícolas, ya que desempeñan un papel fundamental para la conservación del agua y la tierra, la recogida del agua de lluvia y la gestión de las cuencas hidrográficas.
Por otro lado, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), explicó durante la Semana Mundial del Agua de 2016, que las mujeres y niñas de todo el mundo pasan alrededor de 200 millones de horas todos los días recolectando agua para llevar a sus hogares.
En México, la crisis hídrica nos está alcanzando, la sequía de lagos, ríos y presas han hecho que las mujeres ideen nuevas formas de recolectar y ahorrar agua. Ellas administran día con día los litros que llegan a sus casas y fomentan acciones para cuidar este recurso y sus bolsillos.
Cosecha de lluvia: el sistema que todas deberíamos tener
Karla se definió como entusiasta de todos aquellos recursos que podamos integrar a nuestra vida diaria para reducir nuestra huella ecológica. Desde que cuenta con este sistema, puede aprovechar el agua de lluvia para bañarse, trapear, regar sus plantas, lavar ropa y trastes.
“Hace falta que el mismo gobierno y nosotros promovamos cuáles son las ventajas para que más gente los aproveche. Entre más demanda haya, entre más gente lo pida, el gobierno se va a ver obligado y presionado para que brinden más sistemas”, dice.
El objetivo del sistema de captación pluvial es recolectar el agua de las precipitaciones y guardarla en un contenedor para cuando haya escasez de lluvia.
“Ayuda a reducir el agua que se va a las coladeras sin haber sido aprovechada. Reduce la energía utilizada para trasladar el agua a los hogares y además brinda el recurso a quienes todavía no cuentan con una salida de la red, no cuentan con el suministro”, explica Karla.
Funcionamiento del sistema de captación pluvial
Karla explicó que la lluvia que cae en su techo es dirigida hacia una canaleta (la cual instalan técnicos del programa) y unos tabiques que limitan el paso del agua. Después, el agua entra por un tubo y es donde se reserva.
“El tubo cuenta con un filtro, donde detiene piedritas, basura de los árboles u otras suciedades más grandes. Entra por aquí y empieza a caer en el separador de primeras lluvias; es un diseño 100% mexicano. Una vez que se llena este, el agua ya un poco menos turbia empieza a dirigirse hacia el tinaco grande”, explicó.
Al contar que el tinaco tardó en llenarse con las lluvias de un año, mostró el contenedor de 200 litros que almacena más agua. “Tiene una forma abajo de manera que la arenita o la tierrita que cae con las primeras lluvias se asienta y puede salir fácilmente por ese tubo grueso. Ya que se llena, pasa a esta agua donde se le pone el cloro y ya la puedes usar en tu vida diaria”.
Junto con la instalación del tinaco, la canaleta, los tubos, filtros y el contendor extra, los trabajadores también le dieron unas pastillas cloradas para hacer potable el agua. Señaló que la vida útil de este sistema es de 20 años y su mantenimiento es casi nulo, ya que solo se debe lavar el tinaco y colocar una pastilla clorada cada mes.
Requisitos, costos y estatus actual del programa
“Lo que se requiere para solicitarlo es: comprobante de domicilio, INE y comunicarte a los teléfonos que vienen en la información donde se promueven”, dijo Karla María.
En menos de tres meses, trabajadores asistieron a su domicilio para estudiar la viabilidad y características del espacio para colocar este sistema. Una vez hecho esto, deciden de qué tamaño pondrán el tinaco y cuál será la manera de desinfectar el agua.
“De hecho, parte del programa o una de las facilidades que dan es ir pagando por partes hasta liquidar. Actualmente es gratis en las colonias que lo necesitan. Pero en aquel entonces había algunas colonias que tenían el subsidio total o la mitad del subsidio”, recordó al preguntarle el precio de este sistema.
En el caso de su colonia contó con la mitad del subsidio: “En aquel tiempo pagué como siete mil 300 pesos por la mitad del subsidio”. Agregó que es un precio que vale la pena por todos los beneficios que tiene, además de ser ecológico y automático, también puede suministrar el tinaco de su hogar con la ayuda de una bomba.
El programa “Cosecha de lluvia” en la CDMX está suspendido por el periodo electoral. Pero se espera que retome actividades cuando pasen las elecciones, por lo que Karla recomienda estar al pendiente de la página para obtener más información.
Por último, alentó a las mujeres a adquirir este sistema cuando les sea posible. “Difundir sistemas como este seguramente ayudará a muchas mujeres a idear una manera más sencilla de traer agua hasta sus hogares”, concluyó Karla Rodríguez a quien puedes seguir en Tik Tok como: @GREYDRON.