Hoy llegamos a la última Editorial de este 2024, un año que nos ha desafiado, enrabiado, inspirado y unido en formas que nunca imaginamos. En estas líneas queremos compartir con ustedes nuestro agradecimiento por acompañarnos en cada paso de este espacio.
Ustedes son el corazón de este proyecto que comenzó en 2019 como una apuesta política y transformadora frente a la hegemonía de las narrativas patriarcales que dejan de lado las realidades que vivimos las mujeres, diversidades y grupos marginalizados. Sin su presencia, lecturas y apoyo, nuestras palabras no tendrían el mismo eco.
Este año ha sido histórico para el movimiento feminista y para nuestro país. Por primera vez, México tiene una presidenta mujer y el número de gobernadoras alcanzó un récord sin precedentes: 13 mujeres lideran estados de nuestra república. Sabemos que estos logros no son casualidad; son el resultado de años de lucha organizada, de mujeres que alzaron la voz y exigieron igualdad en todos los espacios. Son avances significativos que abren camino para que las niñas y mujeres de este país sueñen con un futuro posible.
Esta semana recordamos los que consideramos los principales logros del movimiento feminista en nuestro país durante 2024. Sin embargo, también ha sido un año que nos confronta con las profundas deudas que el Estado y la sociedad tienen con todas las mujeres.
En la agenda feminista para el 2025, no podemos perder de vista estos pendientes. La violencia feminicida sigue siendo una herida abierta que no podemos permitirnos ignorar. Las madres buscadoras continúan enfrentando el abandono y la indiferencia en su incansable búsqueda de justicia.
La lucha contra los deudores alimentarios, los agresores en el poder y las violencias que enfrentan nuestras hermanas migrantes, mujeres trans, poblaciones indígenas y defensoras del territorio es un recordatorio constante de la urgencia de los movimientos feministas, unos feminismos que hoy más que nunca debe acuerpar e incluir distintas luchas antipatriarcales, incluída la antirracista.
Este año también fue testigo del impacto de El podcast de Eva, un espacio donde compartimos historias poderosas de resistencia, resiliencia y sororidad. Escuchamos voces que nos conmovieron, nos retaron y nos inspiraron a seguir luchando. Si algo nos queda claro es que contar nuestras historias, que son las de ustedes, es también una forma de resistencia.
En este 2024, estamos agradecidas con la fuerza de nuestras redes. El avance de la Marea Verde reafirma que el derecho a decidir es una conquista imparable, hasta ahora son 19 entidades que se han pintado de verde y han despenalizado el aborto. Aunque sabemos que eso no significa que este derecho sea garantizado ni que haya que bajar la guardia, aún queda mucho por hacer para lograr que todas las mujeres y personas gestantes tengan acceso libre, seguro y gratuito al aborto.
Pero en esta Editorial queremos celebrar cada marcha, cada abrazo y cada gesto de sororidad que durante este año nos recordó que juntas somos más poderosas, que el feminismo no solo es un movimiento, sino una forma de vida que transforma todo lo que toca.
Queremos reflexionar juntas sobre el camino recorrido y renovar nuestro compromiso con las causas que nos unen. Sigamos encontrándonos aquí, en este espacio que es refugio y trinchera, para compartir ideas, historias y sentipensares. Porque nuestra lucha no se detiene, y juntas seguiremos construyendo un futuro más justo, libre y digno para todas, todes y todos.
Gracias por ser parte de La Cadera de Eva. Que el 2025 nos traiga más victorias, más justicia y más motivos para seguir juntas en esta lucha. Seguimos aquí, porque nuestras palabras, nuestras acciones y nuestra esperanza tienen poder.
La equipa de Cadera de Eva