En México, la violencia contra las personas defensoras de derechos humanos es una realidad estructural e ininterrumpida que se expresa año con año en cifras que revelan no sólo la persistencia de agresiones, sino también la desigualdad y la interseccionalidad de las violencias.
Este año, en el marco de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), registró 15 agresiones contra seis defensoras trans entre octubre de 2024 y septiembre de 2025.
Las cifras de la violencia contra defensoras trans
Entre las principales agresiones documentadas se identificaron violencia física (27%), violencia verbal (13%) y vigilancia, monitoreo y acecho en la vida cotidiana (13%), prácticas que buscan intimidar y desgastar a las defensoras trans en todos los ámbitos de su vida. De acuerdo con la RNDDHM, las agresiones provinieron de personas desconocidas (33%), autoridades gubernamentales (22%), policías (11%) y partidos políticos (11%), lo que evidencia que la violencia no es solo social, sino también institucional.
En el caso de las autoridades señaladas, el 50% correspondió a actores estatales y el otro 50% a autoridades federales. Los territorios con mayor número de agresiones registradas fueron Hidalgo (27%), Chihuahua (20%), Coahuila (20%) y la Ciudad de México (20%), regiones donde la violencia contra defensoras trans se ha mostrado especialmente persistente.
En todos los casos, la motivación principal detrás de las agresiones es silenciar su labor en la defensa de la igualdad y los derechos humanos. En un contexto donde proteger derechos aún implica exponerse a la represión, ser defensora trans continúa siendo un acto profundamente marcado por la valentía y por la violencia que busca frenarlas.
Ataques contra defensoras trans
Esta realidad se refleja también en la región. Las mujeres defensoras trans están expuestas a los más mortales y altos niveles de violencia, de acuerdo con la organización Memorial de Personas Defensoras de Derechos Humanos (HRD Memorial), que desde 2016 ha documentado al menos 52 transfeminicidios de defensoras trans en Latinoamérica.
Tan sólo el 9 de agosto de 2025, fue asesinada Katia Daniela Medina Rafael, activista, defensora trans y directora del Colectivo Trans Zapotlán. Su cuerpo fue localizado con signos de violencia en Zapotlán el Grande, Jalisco.
El nombre de María Mendoza Lucas, es una mujer trans mixe de 31 años, defensora del territorio y los Derechos Humanos, danzante y artista multidisciplinaria, fue reportada como desaparecida el lunes 27 de octubre en el estado de Puebla, después de realizar un viaje al estado.
María Mendoza Lucas había reportado previamente haber sido hostigada por elementos de la policía y funcionarios públicos de Puebla en septiembre y violentada por su cuerpo tanto en Oaxaca como en Puebla.
La violencia estructural contra la comunidad LGBT+
Entre octubre de 2024 y septiembre de 2025, RNDDHM documentó 211 agresiones contra 55 defensoras y seis organizaciones que acompañan casos de feminicidio, desaparición y otras graves violaciones a derechos humanos. La magnitud de estas cifras muestra un patrón sostenido de hostilidad contra quienes denuncian la violencia estructural y exigen justicia para otras mujeres.
Según el informe “Nuestras vidas cuentan: Datos y voces sobre los crímenes por prejuicio contra personas LGBTI+ en México” del Observatorio de Crímenes LGBT+, los últimos años muestran una tendencia sostenida y al alza de asesinatos contra personas LGBT+ entre 2019 y 2024.
Tan solo en 2024, el observatorio documentó 93 asesinatos con indicios de motivación por prejuicio hacia la orientación sexual, identidad o expresión de género de las víctimas. Las mujeres trans continúan siendo las poblaciones más expuestas a la violencia sistemática y letal, pues de esos crímenes, 57 fueron asesinatos cometidos contra mujeres trans.

Por: 


