La música siempre es una gran acompañante de nuestros días y también un espacio para cuestionar discursos y visibilizar reflexiones. En este artículo presentamos artistxs que han utilizado su composición para cantarle a los dolores, al cariño y a la lucha como personas trans y no binarias, con esto, se recuerda que todo acto también es político y eso incluye las ventanas que abre la música

Prepara tus audífonos y alístate para el fin de semana con esta selección de proyectos musicales que oscilan entre temas como el proceso de transición, la salud mental, la transfobia pero también, la amistad, lo poderoso del amor, de la compañía y de la libertad

Desde artistas de la Ciudad de México que atraviesan al corazón con composiciones melancólicas, hasta quienes se encuentran revolucionando el género urbano y volcándolo al transfeminismo. Estos son 5 proyectos LGBTQ+ que, sin duda, serán la compañía idónea de tus días. 

  • Luisa Almaguer

Originaria de la Ciudad de México, Luisa Almaguer se convierte en una de las propuestas musicales más crudas, poderosas y melancólicas. Con tan sólo un álbum de estudio titulado Mataronomatar del 2019 y un EP, Luisa Almaguer recorre temas como sexualidad, transfobia, amor, dolores e identidad en uno de los proyectos más originales y desgarradores de habla hispana de los últimos años. 

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Con una voz barítona, Luisa Almaguer ha transformado su música en una visión única para entender el constante estado de alerta de una mujer trans; la lucha, la defensa y este concepto de Mataronomatar se siente de manera poderosa en algunas de sus canciones como “Hacernos así” o “Exiliades”.

“Tu cuerpo en resistencia y en tus ojos la tristeza, me licúan y confrontan tus nudos en la espalda… Ojalá haya un doctor que nos trate bien” ("Hacernos así", Luisa Almaguer)

Actriz y comunicadora, Luisa Almaguer ha incursionado en distintos proyectos artísticos de la escena capitalina, colaborando con revistas como VICE y presentándose en espacios como el Museo Tamayo, el Multiforo Alicia, el MUAC, entre otros. Actualmente, se encuentra trabajando en su primera película que será oda para el mítico músico mexicano Belafonte Sensacional. 

  • Zemmoa

Del escenario melancólico de Luisa Almaguer, se hace un salto a Zemmoa, quien recuerda a un estilo de principio del milenio con un pop afable, divertido y también, incendiario. 

Desde hace 15 años, Zemmoa se ha encargado de forjar un camino musical definiendo así misma como “guerrera de la diversidad y es que, no podría haber mejor manera de definirla. Su trabajo en la música, no sólo se trata de un trabajo que nace de ella y por ella, sino también, abre un camino para que los otres también lo puedan caminar, explica para Vogue. 

Originaria de Cuernavaca, Zemmoa no sólo es una artista independiente y directora de cine, sino que también, ha lanzado su sello discográfico en donde produce y da empuje a otros proyectos que están por ver la luz.

Con música que trae recuerdos de Belanova y Los Abominables, la cantante trae consigo un discurso bastante popular conformado por múltiples elementos, por ejemplo, su música trae lo icónico de los vestuarios de Juan Gabriel, el color de caricaturas como Sailor Moon y palabras poderosas de figuras como María Félix. 

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Todo esto, genera un ambiente que, si se pudiese definir en una palabra, sin duda, sería neón

Sus canciones se convierten en la prueba contundente de lo necesario que es la representación para inspirarse, para cuestionar lo heteronormativo y convertir la letra de sus canciones en un faro para toda aquella persona que necesite un poco de luz, y por qué no, también algo de baile. 

“Aunque te sientas sin remo, aunque no veas el sol, hay que tener en tanto fuerza de hierro y vigor.” (Zemmoa)

Acá hay una sesión muy disfrutable entre Luisa Almaguer y Zemmoa donde comparten experiencias, vivencias y cantan al unísono. 

  • Cavetown

Asexual, arromántico y hombre trans, Daniel Skinner originario de Oxford, Reino Unido, es un artista que apela a la ternura, el amor, la naturaleza y la amistad. Definir completamente el sonido de Daniel Skinner puede parecer complicado y es que, ha incursionado en géneros independientes, rock alternativo, bedroom y lo-fi, sin embargo, la única certeza que existe es que Cavetown es una banda que se vuelve cobijo cariñoso. 

A través de sus redes sociales, comparte una experiencia que vivió con su novia y es que, los dos eran realmente tímidos para confesar su amor, por lo que él le envió la foto de un par de ranas abrazadas seguido de un “somos nosotros”, logrando así confesar su amor, posteriormente, grabó el sencillo “Frog”. Con este episodio vivencial, se puede esbozar un poco de la personalidad de este cantautor que le canta con su guitarra a los bosques, a las frutas, a los animales, a los recuerdos de la infancia y a su identidad. 

“Prometo que me cortaré el cabello, prometo que esconderé mi pecho y yo, encontraré una manera para sacarnos de aquí… Aunque a veces piense que estoy muerto” ("This is home", Cavetown)

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Con un total de cuatro álbumes autopublicados desde 2015, su segundo disco titulado 16/04/16 se convierte en una de las obras con mejores críticas de la prensa británica por su calidad de composición, melodías y letras que nacieron en honor a su mejor amigo de la infancia que murió a causa de cáncer en 2016; las ganancias del álbum fueron donadas al Cancer Research UK. 

Su último lanzamiento vio la luz en mayo de este año en compañía del grupo Field Medic, titulado Glacier Meadow. 

  • Villano Antillano

Hablar de fuerza y disrupción estaría incompleto sin mencionar a Villano Antillano, mujer trans que pisa con fuerza en el género urbano latino y que, con un enorme poder transformador apareció en el 2019 y desde ese momento, ha cimbrado los suelos de la electrónica, el rap y convertido el reguetón en su arma para emanciparse y llevarse los títulos de musa, reina y loba. 

“Soy cósmica y del universo, presa, musa, cisne, bruja y tierna, chicos tontos te hicieron llorar y ahora, con tu fuego tú los vas a quemar” (Nena Mala, Villano Antillano)

Originaria de Puerto Rico, la fuente de inspiración más grande no la encontró en las calles, por el contrario, la cantante encontró lo que necesitaba para iniciarse en la música al interior de su hogar y con su familia, cuando juntos, escuchaban al legendario Rubén Blades, siendo este artista una de las puntas de lanza que la empujarían a reivindicar la música, componer y forjar un camino de éxitos. 

A través de la música, Villano Antillano toma los elementos transfóbicos con las manos y crea piezas llenas de rebelde, por ejemplo, la palabra “maricón” que la acompañó parte de su desarrollo, es ahora, una manera en que ha decidido nombrarse porque para ella, esa es una prueba de su lucha, de la resistencia y del poder que tiene la música para deformar significados y crear unos nuevos. ¿Qué otra cosa puede ser tan revolucionaria como apropiarse de los discursos de odio y resignificarlos?

“Nosotras venimos como en una ola. Si no soy yo es la que viene, si no soy yo la que sube, va a ser otra. Es un fuego que no se apaga, esa lucha y ese deseo de cambiar las cosas, aunque me cueste la vida, es algo que se lleva muy adentro” (Villano Antillano hablando de la lucha de sus compañeras trans en el género urbano)

Con un total de dos álbumes de estudio, titulados Sustancia X (2022) y Hembrismo (2022), la cantautora explora cuestiones como la sexualidad, el erotismo, la resiliencia, el poder de las amigas y la liberación de una noche en las calles de su ciudad. 

  • Ángela Pardal

Desde España, Ángela Pardal aparece como un chispazo en la música hispanohablante, con una fusión que oscila entre el trap y una electrónica muy suave, esta artista ha utilizado sus canciones como un trabajo de introspección pero también, comparte con el mundo su proceso de transición; los dolores, los miedos y finalmente, una libertad danzante cuando aprende a “volar como Ángela”.

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Con un total de dos discos, el primero titulado Alas (2021) y Flores, Techno y Poesía (2023), Ángela Pardal explora una serie de cuestiones de las que poco se habla en la música, por ejemplo, aborda la rabia que genera el mansplaining, la depresión, el proceso de transición pero también, aborda la posibilidad de vivir en plenitud, bailar y salir por las noches a disfrutar. 

Esto último, normalmente lo expresa Ángela a través de una fusión entre el reguetón y el trap, algo que, desde su perspectiva, es una cuestión muy revolucionaria tener la facultad de tomar un género y convertirlo en una protesta trans.

“Es una nueva era, me imagino que sigue habiendo ese reguetón machista, igual que el rock machista. No creo que sea culpa del reguetón como vehículo musical (…) Hay cantantes actuales de regatón que son feministas y del colectivo LGBTI+”, comparte para La Voz de Galicia.

Uno de los pilares más importantes para entender la música de Ángela Pardal, es nunca esperar algo monótono, por el contrario, sus canciones son mutables y transitan en múltiples géneros, temas y protestas, por ejemplo, cuando canta sobre la patologización de las personas trans, siendo la siguiente una de sus frases más poderosas:

“Puedo mudar la piel muerta y mudarme a una casa que no tenga puertas. Puedo dejar de estar alerta y no despertar jamás envuelta en lágrimas, ¿por qué lo haces ahora?, dicen, ojalá fuese capaz con 14 o 15, no es fácil una decisión tan dura, no es como apuntarse a clases de pintura. No hay cura, no hay enfermedad, es mi identidad”