A 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, el gobierno de la Ciudad de México exhibirá el videomapping 'Memoria Luminosa México-Tenochtitlán 700 años' hasta el próximo 27 de julio en el Zócalo capitalino.
El espectáculo rinde homenaje a deidades mexicas como Coatlicue, diosa de la fertilidad y la muerte; Coyolxauhqui, diosa de la luna; el Teocalli de la Guerra Sagrada; la Piedra del Sol y Tlaltecuhtli, diosa de la muerte, representando así la importancia de las figuras femeninas en la cosmogonía mexica.
La instalación permitirá a capitalinos y visitantes recorrer la historia de la CDMX, desde la llegada de los mexicas al Valle de México, pasando por episodios clave como la Independencia, la Revolución y el movimiento estudiantil de 1968, hasta eventos contemporáneos como la llegada del metro.
Este videomapping, que conecta el pasado prehispánico con el presente contemporáneo, celebra la identidad, la memoria y la transformación, todo ello desde una mirada que reconoce el papel protagónico de las mujeres en estas luchas.
La importancia de las diosas en el mundo mexica no sólo es fundamental para entender su cosmovisión, sino para comprender la evolución del pensamiento prehispánico entrelazado con la colonialidad. Entre ellas destaca Coatlicue, cuyo nombre significa 'falda de las serpientes', una de las deidades más importantes de la cultura mexica. Sí aún no la conoces, te contamos.

¿Quién es la diosa Coatlicue?
Coatlicue, considerada la madre de todos los dioses en la cosmología mexica, representa al mismo tiempo la dualidad entre la vida y la muerte, la fertilidad, la tierra y la fuerza creativa y destructiva del universo.
Generalmente se le representa con una falda de serpientes entrelazadas, manos y corazones colgando del cuello y manos afiladas. Coatlicue es madre de Huitzilopochtli, dios de la guerra, y de Coyolxauhqui, diosa de la luna.
Su estatua fue hallada en 1790, cuando el Zócalo de la Ciudad de México estaba en proceso de construcción. Su descubrimiento provocó temor, pues entonces se consideró que su presencia provocaría 'idolatría' y 'revuelo' entre las comunidades indígenas, colonizadas tras la llegada de los españoles a México-Tenochtitlán en el siglo XVI, motivo que provocó temor hasta la mitad del siglo XX, cuando el nacionalismo posrevolucionario retomó y resignificó símbolos prehispánicos con el propósito de homologar una única historia de México, basada en las raíces indígenas del país.
Coatlicue fue retratada por artistas de la época como Diego Rivera y Saturnino Herrán, convirtiéndola en una figura central del movimiento nacionalista.
En la actualidad, y desde una perspectiva decolonial, Coatlicue es un ícono de resistencia, ancestralidad y poder femenino, un vestigio de la memoria de los pueblos originarios y de saberes prehispánicos.
Hoy en día se encuentra en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México.

¿De qué trata la proyección?
El videomapping histórico, lumínico y audiovisual, pretende convertirse en un evento de memoria colectiva y celebración de la herencia cultural. Compuesto por esculturas monumentales de piezas prehispánicas, la proyección llevará a la audiencia de la CDMX por un recorrido desde sus raíces mexicas hasta el presente.
La instalación, narrada por Damián Alcázar, Fernanda Tapia, Mercedes Hernández y Mardonio Carballo, está acompañada por un repertorio de música prehispánica, regional mexicano, cumbia, salsa, música de protesta y música de organillo.
Además, se reconocen las aportaciones culturales de personajes como la escritora Elena Poniatowska, la periodista Cristina Pacheco, Frida Kahlo, Juan Gabriel, Tin Tan, Carlos Monsiváis y más.
La celebración de los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán contará con diversas actividades culturales como la presentación de la Ópera Fílmica Cuauhtemotzin en Bellas Artes, que narra la defensa de Tenochtitlán, a cargo del último tlatoani mexica, Cuauhtémoc, y la exposición de arte 'Nopalera del Corazón', en Reforma.
Horario: Todos los días hasta el 27 de julio, a las 20 y 21:30 horas.
Lugar: Zócalo capitalino.
Costo: Entrada libre.