Para muchas infancias en México, la llegada de los Reyes Magos no es una fiesta. Es una fecha atravesada por ausencias. Son niñas y niños que han quedado en orfandad tras el feminicidio o la desaparición de sus madres o padres y que crecen en familias marcadas por el duelo, la incertidumbre y la falta de apoyo institucional.
En ese contexto nació Las Reinas Magas, una iniciativa impulsada por abogadas, activistas, periodistas, acompañantes y defensoras de derechos humanos que decidió resignificar la tradición de Reyes para convertirla en un acto de cuidado colectivo.
Desde 2023, organizan una colecta de juguetes dirigida a infancias afectadas por la violencia feminicida y las desapariciones. Actualmente, acompañan a más de 2 mil niñas y niños en situación de orfandad.
La iniciativa surgió a partir del encuentro entre Jandi Figueroa, creadora del espacio digital Abogada Fémina, y el proyecto Visibilidad Morada, de la fotoperiodista Mariana Vallejo. Su trabajo documenta cómo continúan las vidas de las infancias después del feminicidio de una mujer en su familia.
A partir de ahí se fue formando una red de mujeres que hoy acompaña tanto a las niñas y niños como a quienes quedaron a cargo de su cuidado, en la mayoría de los casos abuelas, hermanas mayores o madres sobrevivientes de violencia.
La colecta de este año se realiza en un país donde la violencia contra las mujeres y las desapariciones no ceden. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, hasta el 30 de noviembre de 2025 se registraron 672 víctimas mujeres de feminicidio. Cada uno de estos crímenes deja consecuencias que no terminan en las estadísticas y que alcanzan de forma directa a niñas y niños que crecen en la orfandad.
A ello se suma la crisis de desapariciones. En México hay más de 130 mil personas desaparecidas, una cifra que también deja miles de niñas y niños sin alguno de sus padres o madres, muchas veces sin claridad legal sobre su situación y sin acceso a medidas de reparación.
A pesar de la magnitud del problema, el país no cuenta con un registro nacional unificado de niñas y niños huérfanos por feminicidio o desaparición. Aunque existen iniciativas recientes para su creación y el gobierno ha anunciado un padrón nacional, estas infancias siguen siendo poco visibles. Hoy son reconocidas como víctimas indirectas y pueden ser registradas a nivel estatal o federal, pero sin criterios homogéneos.
Las Reinas Magas señalan que su trabajo no reemplaza las obligaciones del Estado, pero sí evidencia ese vacío. La colecta permanecerá abierta hasta el 31 de diciembre y puede apoyarse de dos formas. Una es mediante donaciones económicas, que se destinan a un fondo común para comprar juguetes pensados para cada niña y niño.
Las aportaciones pueden realizarse a través de la plataforma Moneypool o por transferencia bancaria a la cuenta BBVA 012180015410824627, a nombre de Judith Alejandra Uribe Montesinos.
La otra opción es la donación en especie. El colectivo recibe juguetes, libros, peluches, juegos de mesa y materiales didácticos, así como ropa infantil, pijamas, tenis y material para dibujar. El objetivo es que los objetos acompañen, cuiden y no reproduzcan violencia. Por ello, no se aceptan juguetes bélicos ni artículos que funcionen con baterías.
Las entregas se realizan de forma directa y cuidando la identidad de las infancias. Al finalizar la campaña, el colectivo comparte un balance con el total recaudado, el número de niñas y niños apoyados y la forma en que se distribuyeron los recursos.

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