El cierre de 2025 deja una sensación difícil de nombrar cuando hablamos de violencia feminicida en México. Por un lado, las cifras oficiales muestran ligeras variaciones en algunos indicadores; por otro, las organizaciones civiles advierten que los mecanismos de protección siguen sin moverse al ritmo de la violencia que viven mujeres y niñas todos los días.

De acuerdo con el informe de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con corte al 30 de noviembre de 2025, en México se registraron 672 víctimas mujeres de feminicidio, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Cinco entidades concentran 36.3% de los casos: Sinaloa con 63, Estado de México 52, Chihuahua 45, Ciudad de México 44 y Veracruz con 40. A nivel nacional, la tasa es de 0.99 víctimas por cada 100 mil mujeres.

La mayoría de los registros corresponden a mujeres adultas (573 casos), mientras que 58 víctimas fueron niñas y adolescentes, y en 41 casos no se especificó la edad.

El SESNSP también señala que 20 municipios concentran 27.6% de los feminicidios, encabezados por Culiacán, Sinaloa, con 35 casos.

Feminicidio infantil: una baja que no alcanza

La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) reportó una disminución en los casos de feminicidio de niñas y adolescentes (0 a 17 años). Entre enero y septiembre de 2024 se registraron 66 casos, mientras que en el mismo periodo de 2025 fueron 45.

En términos de frecuencia, esto significa pasar de un feminicidio infantil cada cuatro días a uno cada seis días. Sin embargo, REDIM subraya que la violencia no se distribuye de forma pareja: Estado de México, Veracruz y Jalisco concentran tres de cada diez feminicidios de menores registrados desde 2015.

Los casos que marcaron el año

Detrás de los datos hay historias que atravesaron la conversación pública en 2025 y evidenciaron fallas graves en prevención, atención y respuesta institucional.

Génesis Mei Ling Rodríguez (Puebla)

Tenía 10 años. Desapareció en San Juan Cuautlancingo y fue localizada tres días después con signos de violencia y abuso sexual. El presunto responsable era un vecino.

Cinthia Manrique Miranda (Estado de México)

Estudiante de la UNAM, desapareció durante el horario de sus clases virtuales en Naucalpan. Fue localizada sin vida cinco días después.

Valeria Márquez (Jalisco)

Influencer de 23 años, asesinada a tiros durante una transmisión en vivo desde su salón de belleza en Zapopan.

Yuri Cristel (Chiapas)

Fue estrangulada y calcinada en su vivienda en Tuxtla Gutiérrez. Un día antes, había pedido ayuda a gritos sin que nadie acudiera.

Lo que no cambió en 2025

En diciembre de 2025, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) lanzó una alerta: el mecanismo de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) está prácticamente detenido. Mientras que en 2024 se realizaron 112 sesiones de seguimiento, en el primer semestre de 2025 solo se llevaron a cabo 10. Para el OCNF, esto representa una parálisis institucional bajo la nueva administración de la Secretaría de las Mujeres.

A esto se suma el crecimiento de la violencia digital. ONU Mujeres ha advertido que prácticas como el acoso en línea, los deepfakes y la difusión no consentida de imágenes íntimas van en aumento. 

En el terreno legislativo, aunque avanzó la propuesta conocida como “el agresor sale de casa”, la Red Nacional de Refugios (RNR) alertó sobre los problemas de implementación. Su directora, Wendy Figueroa, señaló que la desocupación del agresor puede tardar días y que el sistema judicial continúa operando con lógicas patriarcales que revictimizan a las mujeres.

Al cierre del año, el balance es claro: las cifras se mueven, pero la violencia persiste, y sin voluntad política, presupuesto y mecanismos que funcionen en la práctica, la promesa de una vida libre de violencia sigue siendo una deuda pendiente.