Valeria Márquez, una mujer de 23 años de edad, modelo y creadora de contenido, fue asesinada la tarde del 13 de mayo durante una transmisión en vivo desde su salón de belleza, “Blossom, The Beauty Lounge”, en Zapopan, Jalisco.
La Fiscalía del Estado de Jalisco informó a través de un comunicado que el hecho ocurrió alrededor de las 18:30 horas al interior de una estética de belleza en el municipio de Zapopan. Según las autoridades, la investigación inició conforme al protocolo de feminicidio, que contempla una serie de procedimientos diseñados para guiar la investigación con perspectiva de género.
El fallecimiento de la influencer fue confirmado por elementos de la policía municipal y por peritos al momento de acudir al lugar después de recibir una llamada al número de emergencia al 911 .
“De acuerdo con las primeras líneas de investigación, ella se encontraba en su establecimiento cuando un hombre entró al lugar y, al parecer, realizó detonaciones con un arma de fuego en su contra, privándola de la vida”, se lee en el comunicado.
De enero a marzo de 2025 se tienen registrados 162 feminicidios a nivel nacional, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Jalisco ocupa la tercera posición en la lista, con ocho feminicidios, lo equivalente a 4.9%, mientras que el Estado de México ocupa la primera posición con 18 feminicidios, 11.1%.
Además, en México se reportaron 559 homicidios dolosos en contra de las mujeres, Jalisco ocupa la séptima posición en la lista con el 4.5%, lo que se traduce en 25 mujeres víctimas de homicidios dolosos,
Valeria Márquez y la cosificación del cuerpo después de la muerte
La cuenta de TikTok, que contaba con más de 90 mil seguidores de la influencer y modelo jalisciense, Valeria Márquez, fue eliminada después de su asesinato.
Usuarios en redes sociales afirman que la influencer estaba por retirarse del en vivo, pero decidió esperar, pues le habían obsequiado un ramo de flores y un peluche. Ella desconocía quién había enviado los objetos, lo que despertó aún más sospechas de un posible ataque previamente planificado.
Entre las especulaciones y conjeturas preliminares surgió un fenómeno de revictimización y cosificación en su contra, pues usuarios en redes sociales difundieron el vídeo del hecho sin censura y lo acompañaron con comentarios misoginos.
La cosificación es la percepción de las mujeres como objetos, que se basan en la apariencia física o en un supuesto género biológico que se lee e interpreta como femenino bajo las normas y estereotipos de género.
Para las mujeres, las agresiones no sólo ocurren en la vida, sino que trascienden en el tiempo y se plasman en redes sociales.
El tratamiento del caso de Valeria Márquez pone en evidencia la cultura de la cosificación de los cuerpos de las mujeres, en este caso, de una mujer que cumplía con el estándar hegemónico de belleza.