Este lunes más de 26 millones de estudiantes de escuela primaria, preescolar y secundaria regresaron a clases al nuevo Ciclo Escolar 2024-2025. Esto es más que una rutina escolar que se vive año tras año. Es un momento que revela la carga económica y de cuidados que recae sobre las mujeres y la necesidad urgente de compartir estas responsabilidades de manera equitativa.
Como cada inicio de ciclo escolar, miles de madres solteras y jefas de familia en México enfrentan un reto adicional, poder equilibrar las finanzas familiares para cubrir los costos del regreso a clases que implica la compra de útiles y uniformes escolares, entre otras cosas.
En nuestro país, el 30% de las familias son encabezadas por mujeres y el 10% de ellas son madres solteras, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las cuales no solo tienen que comprar los útiles y uniformes escolares, sino que también se tienen que encargar de actividades que van desde preparar el desayuno hasta ir a dejarlos a las escuelas.
Este año, el precio de los útiles escolares aumentó en un 35% más que en 2023, lo cual presenta un desafío económico para las mujeres jefas de familia. En 2023, el gasto fue de aproximadamente 7,200 pesos por cada estudiante, mientras que este 2024 el costo se acerca a los 9 mil 689 pesos por estudiante, de acuerdo con La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Regreso a clases, una carga de trabajo
En esta foto se puede observar a tres estudiantes esperando entrar a clases, mientras sus madres o cuidadoras les arreglan sus uniformes o les colocan su botella de agua, esta imagen muestra cómo detrás de cada estudiante que regresa a clases, hay una mujer que asume gran parte de la carga de los cuidados, es decir, se encargan de preparar el desayuno, se aseguran de que los hijos estén listos para ir a la escuela, algunas los llevan y los recogen de las instituciones.
Además, se encargan de revisar tareas, asistir a juntas escolares, y gestionar las actividades extracurriculares. Esto implica una jornada completa de labores que lo tienen que equilibrar con otras actividades del hogar como lavar la ropa, preparar la cena, comprar los alimentos o en algunos casos ir a trabajar fuera de casa.
Un reto para las jefas de familia y madres solteras
Muchas veces las jefas de familia o madres solteras cuentan con un solo ingreso y se ven en la necesidad de estirar cada peso para cubrir tanto los gastos diarios como los de la escuela y buscar los precios más accesibles para adquirir todo lo necesario.
Como es el caso de Toña, una mujer indígena trabajadora del hogar, del municipio de Cuetzalan del Progreso, Puebla, México, quien este año comenta que pagó más de 1 mil pesos en la compra de los útiles escolares y uno de los retos que encuentra, para poder comprar todo lo que viene en la lista, es el trabajo por lo que también se ayuda en la venta de buñuelos caseros.
Recordemos que además de la lista de útiles, algunos alumnos requieren un cambio de uniforme. Esto implica un gasto a considerar que ronda los cuatro mil pesos. Además, de otros materiales que también deben de cubrir las familias como las cuotas extraordinarias y adquirir productos de limpieza para la escuela, según la Anpec.
El aumento de útiles y uniformes escolares podría llevar a varios padres y tutores a empeñar bienes, sacrificar consumos básicos y posponer atenciones médicas, de acuerdo con Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, quien considera que “esta temporada de regreso a clases representa uno de los momentos más críticos del gasto familiar en el año”, dijo en entrevista con Imagen Radio.
Corresponsabilidad en los cuidados
Cuando se habla de la corresponsabilidad en los cuidados, se refiere al reparto equitativo de las responsabilidades familiares y del hogar, es decir, tener una carga de trabajo igualitaria entre hombres y mujeres, en el cuidado, la organización, la educación y el afecto de las personas a las que se les cuida por ejemplo a los niñas y niños o a los adultos mayores.
Sin embargo, en nuestro país toda esa carga de cuidados recae en las mujeres, principalmente aquellas que son jefas de familia o son madres solteras. Por eso, es urgente que exista un sistema de cuidados en el que las funciones asignadas tradicionalmente a las mujeres, sean compartidas en corresponsabilidad con los hombres.
Algunas de las afectaciones que las mujeres experimentan por esta carga de cuidados son: “deterioros graves en la salud, el ahorro para la vejez, el autocuidado, el libre desarrollo de la personalidad y por supuesto la calidad de vida de las mujeres y su autonomía”, de acuerdo con Marilú Rasso Ibarra directora ejecutiva de Espacio Mujeres para una Vida Digna Libre de Violencia en su columna “¿Las mujeres somos el pilar del hogar? Mitos, dichos y realidades”, para La Cadera de Eva.
La doctora Nina Castro Méndez de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló, en un comunicado por el Instituto Mora, que “la corresponsabilidad de los hombres que forman parte de las familias; los padres de niños y niñas en este regreso a clases tienen también un papel clave para el adecuado desarrollo en todas las dimensiones de los hijos y las hijas”.
En este sentido explicó que el Estado tiene una deuda pendiente con las mujeres en lo que se refiere al adecuado diseño e implementación de políticas públicas que garanticen la identificación de las actividades de cuidado como trabajo, para así dar el salto a una auténtica corresponsabilidad en este regreso a clases entre padres y madres.