Durante una entrevista en el podcast del cómico estadounidense Joe Rogan, Mark Zuckerberg, fundador de Meta, dijo que las compañías necesitaban más “energía masculina” dentro de sus oficinas. “Tener una cultura que celebre un poco más la agresión tiene sus beneficios positivos”, explicó Zuckerberg.
Estas declaraciones surgen en un contexto en el que la ultraderecha cada vez es menos reservada en exhibir sus valores ideológicos y, que por el contrario, se muestra más orgullosa por mostrar sus intereses, ya antes criticados por ser anti derechos de las mujeres, antiabortistas y explícitamente fascista.
La idea del hombre alfa, macho, proveedor y de corporalidad musculosa e intimidante recobra fuerza dentro del panorama, y es que ahora, los denominados “maridos huberman” recuperan los ideales conservadores de lo que significa ser un hombre. ¿Qué tienen que ver estas tendencias con el avance de la ultraderecha? Aquí te contamos.
Masculiculinidad en esteroides
“Maridos huberman” es un término asociado con hombres que realizan un estilo de ejercicios wellness creado por el doctor Andrew Huberman, un neurocientífico que conduce el podcast Huberman Lab Podcast, en el que se cubren temas sobre salud, ejercicio y herramientas para mejorar la condición física.
Durante 2024, se comenzó a viralizar el concepto en redes sociales, comparándolo con el término almond mom, que se utiliza en madres que tienen una dieta restringida en el consumo de calorías.
Ambas ideas están asociadas con la opresión de un sistema político fascista, que impone un ideal de belleza y comportamiento estandarizado como método de control.
En entrevista con La Cadera de Eva, la escritora y feminista argentina, Lala Pasquinelli, advertía que la delgadez y los cánones de belleza son herramientas de control del patriarcado sobre los cuerpos de las mujeres. Sus efectos también se reflejan en la exacerbación de lo que se entiende por masculinidad.
Ahora las dietas excesivas, el consumo de polvos y cápsulas que mejoran el rendimiento físico y el ejercicio desmedido funcionan como un símil en los cuerpos de los hombres.
La masculinidad de Mark Zuckerberg es en tanto un llamado a la instauración de una lógica de masculinidad tóxica, y es que esta ola de seguidores de la cultura del wellness ha desatado críticas respecto a la credibilidad científica e incluso ética de sus prácticas.
¿Preservar las energías?
Tanto el concepto de energía masculina como femenina han ganado popularidad en recientes años, así lo prueban la infinidad de tendencias en Tik Tok que explican qué hacer para nutrir y conservar las energías de cada persona, sin embargo, detrás de estos supuestos instrumentos y consejos de cuidado se replican ideales conservadores que están siendo impulsados por la ultraderecha.
“Conserva tu energía femenina, no tengas relaciones sexuales con alguien a menos que sea el indicado”, “Demuestra tu lugar como proveedor”, estas son algunas de las frases que circulan en redes sociales y que afectan especialmente a las personas más jóvenes.
Ahora, los límites entre ser un gym bro, un “marido huberman” o fan del Temach o de Elon Musk se ven cada vez menos definidos, y más impulsados por la dupla entre el fascismo y el patriarcado, que caminan de la mano.
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