Mikey Madison se convirtió en la segunda mujer nacida en la década de 1990 en ganar un Óscar a Mejor Actriz, después de Jennifer Lawrence en 2012. En su discurso, la actriz la actriz destacó por mencionar, por segunda vez, a la comunidad de trabajadoras sexuales: “Quiero reconocer y honrar a la comunidad de trabajadoras sexuales, continuaré apoyándolas y siendo una aliada”.
Durante la ceremonia de los premios BAFTA, Mickey Madison ya había agradecido a las comunidad y se había proclamado como una aliada. "Merecen respeto y decencia humana. Siempre seré una amiga y una aliada, e imploro a los demás que hagan lo mismo", dijo mientras aceptaba el premio el pasado 16 de febrero.
Esta es la primera vez que una actriz llama la atención y visibiliza abiertamente la importancia de respetar y tratar con dignidad a quienes ejercen el trabajo sexual.
Anora ganó cinco de las seis categorías en las que estaba nominada, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Guión Original y Mejor Edición.
Sean Baker, director y guionista de la película también agradeció a la comunidad de trabajadoras sexuales al ganar la categoría de Mejor Guión Original. “...han compartido sus historias, han compartido sus experiencias conmigo a lo largo de los años. Mi más profundo respeto y comparto esto con ustedes”.
La representación del trabajo sexual en el cine occidental
Con el triunfo de Anora, surgieron críticas en redes sociales sobre la glamurización del trabajo sexual y es que según una investigación del medio Dutch newspaper NRC de 2016, el 23% de las mujeres que han ganado el premio a Mejor Actriz lo han hecho interpretando a una trabajadora sexual, a una amante o a una mujer que sea hipersexualizada, en donde el principal foco de atención es la desnudez.
El año pasado, Emma Stone ganó el premio a Mejor Actriz por su interpretación como Bella Baxter en Poor Things, una mujer que explora su sexualidad con un hombre mayor y a través de la prostitución. Aunque la trama de la película infiere que esto es parte de un viaje de autoconocimiento y empoderamiento femenino, es inevitable notar que sucede a través de la glamurización del trabajo sexual.
La representación de la comunidad del trabajadoras sexuales en Hollywood está marcada por la trivialización de los conflictos, la discriminación y la violencia que enfrentan las mujeres al ejercer este trabajo, por lo que diversas usuarias en redes sociales hacen un llamado a no reducir las experiencias de las personas trabajadoras sexuales a la cosificación de los cuerpos de las mujeres en la pantalla grande.