Hoy, 6 de julio, nace en México Frida Kahlo, pintora y pionera del surrealismo mexicano. Su nombre y vida no necesita una presentación extensa, pues su figura evoca a una historia aprendida relacionada a su poliomielitis, la relación con el muralista Diego Rivera, pero también, a la libertad y su lucha contra los estereotipos de género asfixiantes del siglo XX. Ser mujer, androgina, bisexual y artista le ha valido la creencia de reconocerla como un ícono feminista en la actualidad, pero, ¿realmente lo fue?

Antes de entrar en esta conversación, es necesario señalar de dónde surge esta relación de mujeres, lucha y Frida Kahlo. La respuesta se encuentra en Frida a biography escrito por Hayden Herrera. En esta obra se señala que el aura feminista en torno a la pintora nació al interior de la comunidad chicanas. Mujeres migrantes quienes encontraron en Frida Kahlo una figura en la cual identificarse y reconocerse en las fronteras estadounidenses. 

"La fortaleza de Frida ocasionó que las mujeres la vieran ocmo un ejemplo a seguir y le colocaran esta aura feminista a su alrededor" (Cristina Kahlo, sobrina nieta de Frida Kahlo)

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Las mujeres que pelean por la libertad, que desencajan a los moldes patriarcales, quiebran los roles de género y se convierten en una piedra en el zapato de la sociedad conservadora han existido desde siempre. Frida Kahlo jamás se proclamó como feminista, sin embargo su la resiliencia y trabajo ha sido inspiración para otras; las mujeres no necesitan llamarse feministas para luchar por sus ideales, por la igualdad de género y la justicia social. 

Frida Kahlo y roles de género: México en el siglo XX

A mitad del siglo XX, México atravesaba por un fuerte proceso de modernización que había dejado años atrás la Revolución. El Distrito Federal, hoy Ciudad de México, iniciaba a levantar grandes edificios y Paseo de la Reforma se convertía en el eje de la modernización mexicana, documenta el Archivo General de la Nación. 

En el contexto social, se replicaban los vestigios del machismo revolucionario, que en lugar de emancipar la figura de la mujer, la mantuvo en la misma posición de retracción y subordinación. Ejemplo de esto, es la cantidad de mujeres que pelearon en la Revolución y murieron en el anonimato e incluso, pelearon bajo identidades masculinas. 

Las mujeres de mediados del siglo XX; "la mujer moderna de la época", fueron agentes transformadores, especialmente, quienes se movían en ámbitos privilegiados del arte, la educación y la política. Pelearon contra la idea de la feminidad, la normatividad desgún el sexo y rechazaban el pensamiento machista, explica el libro Mujeres en el siglo XX mexicano de Cristina Alvizo. Es aquí, donde Frida Kahlo se desempeña y se desarrolla compartiendo con académicos del Partido Comunista de México en los años 20s. 

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Estas luchas contra los roles de género y la idea de "lo que era propio de su sexo" quedaron plasmadas en su imagen. Rechazó la idea de mantenerse en los márgenes de la belleza canónica y construyó una imagen fuerte, masculinizada, con bigote y cejas grandes, pero también, cargada de flores y accesorios. Esta autopercepción androgina -y además bisexual- resulta revolucionaria para la época.

De abortos, sangre, lactancia y arte

El arte de Frida Kahlo ha sido estudiado desde hace décadas y aunque las interpretaciones son múltiples, sus retratos convergen en una idea dolorosa, un cuerpo mutilado y el sufrimiento. 

"Mi nacimiento" de 1932, una obra que muestra a una madre dando a luz con el rostro cubierto, sangre en la cama y al fondo, un cuadro de la Virgen de las Angustias siendo atravesada por dagas mientras observa la escena. 

Dos años antes de pintarse esta escena, Frida Kahlo había atravesado por dos abortos espontáneos, doucmenta National Geographic. Estos sucesos desencadenaron una profunda depresión que la llevarían a la tentativa de suicidio en múltiples ocasiones. 

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El arte se convirtió en el vehículo para exponer la depresión, la pérdida de un hije, la soledad, el suicidio, la maternidad y también, retrató el cuerpo desnudo, la lactancia y la diversidad vulvar, ¿por qué esto última cobra relevancia? En esta época la mujer era partícipe del arte sólo como musa, es decir, sus cuerpos eran fuente de inspiración para los otros, normalmente hombres. Frida Kahlo se apropió de la imagen de su cuerpo para retratarlo como deseaba y transformarlo en emociones y sentires que le atravesaban.

Finalmente, se debe reconocer que no existen "verdaderas feministas" o  "malas feministas", sólo mujeres que desde la trinchera individual, transforman el mundo con su arte, su palabra y sus acciones. En el aniversario luctuoso número 69 de Frida Kahlo la nombramos no por el discurso feminista, sino por ser fuente inagotable de inspiración para millones de mujeres e infancias que encuentran en su arte y vida, un estandarte para resistir, amar e inspirarse.