¿La menstruación está directamente relacionada con el rendimiento físico de las atletas? ¿El desempeño de las jugadoras de basquetbol depende de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren? No, pero un grupo de hombres ha comenzado a apostar y predecir el rendimiento de las jugadoras de la Women's National Basketball Association (WNBA).
Las jugadoras de basquetbol de la liga, WNBA, de Estados Unidos, se han convertido en el foco de una nueva estrategia de apuestas deportivas que estigmatiza no sólo a las mujeres atletas, sino que también refuerza un tabú que por siglos ha sometido a las mujeres: los ciclos menstruales.
Esta, es una práctica misógina, en donde aficionados del deporte de Estados Unidos apuestan sobre el rendimiento de las jugadoras basándose en supuestas “predicciones” sobre si están menstruando, ovulando o en la fase lútea.
Estas predicciones se basan en qué “tan bueno o malo” fue el desempeño de la jugadora durante el encuentro, pues los apostantes alegan que algunas jugadoras, al final de su fase lútea, pueden experimentar una disminución en su resistencia cardiovascular, fuerza o capacidad aeróbica, pero, ¿cómo comenzó esto?
¿Qué está sucediendo con las jugadoras de la WNBA?
El conflicto inició cuando la cuenta de Instagram, Fade Me Bet, apareció con su creador encapuchado para hacer “análisis” deportivos y evaluar el rendimiento físico de atletas de distintas ligas, desde partidos de la NFL hasta juegos de baloncesto femenil.
Las apuestas comenzaron cuando el autor de los vídeos utilizó Google Calendar y una aplicación menstrual en sus videos, y empezó a “predecir” supuestas disminuciones en el rendimiento de las jugadoras según la fase de su ciclo. “Apuestas sobre las jugadoras de la WNBA según sus periodos. Tenemos una víctima”, se escucha decir al usuario en sus videos.
A las ganancias generadas por estas apuestas se les ha denominado blood money o dinero manchado por la sangre. Fate Me Bet no es el único hombre haciendo estas apuestas, cientos de hombres en diferentes redes sociales, como Reddit, se han unido a está ola de apuestas sexistas.
Sin embargo, las personas fanáticas de la WNBA y algunos usuarios en redes sociales han condenado la práctica, y han expresado disgusto con la nueva ola de misoginia en el campo de baloncesto.
Refuerzo de estereotipos sexistas
La principal preocupación de esta práctica es que, al asociar la menstruación con un menor rendimiento, se refuerza la idea misógina de que el cuerpo femenino es más frágil, más emocional o menos profesional.
A esto se suma la creencia de que ciertos deportes son menos recomendables para las mujeres, como deportes de agresividad, fuerza o contacto, que, supuestamente, no pueden ser practicados por mujeres o que sus habilidades no son lo suficientemente buenas, e incluso que las aleja de su “feminidad”.
De acuerdo con la especialista en medicina deportiva, Amy West, en entrevista con WIRED, nadie que no sea cercano a la persona menstruante podría “predecir” el ciclo y, por ende, el rendimiento físico de una atleta.
Reducir a una deportista a una "fase de ciclo menstrual" es una forma de objetivación del cuerpo femenino, convirtiendo la salud de las mujeres en un tema de dominio público y de inversión económica. Y es que según la maestra, Mónica Trejo Sandoval, de la Universidad de veracruz (UV), los deportes han sido, históricamente, espacio muy importante de construcción de la masculinidad tradicional, donde la homofobia y misoginia ayudan a la construcción de una personalidad masculina que desprecia cualquier elemento considerado femenino.
Esto se suma a la falta de oportunidades y la brecha salarial, fuertes factores que replican desigualdades estructurales en el campo. Según la investigación, Más allá del juego: exponiendo las realidades económicas de las atletas profesionales, el 58% de las atletas estadounidenses gana menos de 25 mil dólares anuales, una cifra que se encuentra por debajo del ingreso individual promedio estadounidense de poco más de 48 mil dólares en 2023.
Según cifras del estudio, un claro ejemplo es el presupuesto salarial para cada equipo: mientras que este 2025 la NFL recibió más de 279 millones de dólares por equipo, la WNBA recibió apenas 1 millón y medio de dólares por equipo. Otro ejemplo es el salario de novato del jugador de la NBA, Victor Wembanyama, que obtuvo más de 12 millones, mientras que el de la jugadora del Indiana Fever, Caitlin Clark fue de apenas 77 mil dólares.

Por: 


