Serena Williams, tenista ganadora de 23 títulos de Grand Slam ,los torneos más prestigiosos del circuito profesional, ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025. La Fundación Princesa de Asturias anunció este reconocimiento histórico este 28 de mayo.
Williams se une a la lista de personas galardonadas de este año, entre quienes se encuentra la fotógrafa mexica Graciela Iturbide en la categoría de las Artes, quien recibió este reconocimiento el pasado 23 de mayo, cuando fue anunciado. El jurado de este premio estuvo presidido por la nadadora española Teresa Perales Fernández y más de diez jueces.
“Comprometida con la defensa de la igualdad de oportunidades en la educación y la ayuda a las víctimas de la violencia, les dedica recursos a través de The Serena Williams Foundation, con la que ha hecho escuelas de secundaria en Kenia y Jamaica”, informó la Fundación Princesa de Asturias en la develación del reconocimiento.
Y es que Serena Williams, de 43 años de edad, se ha coronado con 73 títulos individuales, 23 dobles, dos mixtos y ha coronado los Juegos Olímpicos en cuatro ocasiones.
Su extraordinario desempeño en el tenis la ha consolidado como una figura clave del deporte a nivel mundial. Sin embargo, su fuerza y resiliencia trascienden las canchas: también se reflejan en su compromiso con causas sociales a través de su fundación, The Serena Williams Foundation, y su empresa, Serena Ventures, que invierte en startups, en su mayoría creadas por mujeres y personas de comunidades históricamente vulneradas.
Serena William rompió las barreras del tenis desde que inició su carrera en 1995, un deporte históricamente dominado por mujeres blancas, y se apoderó de las canchas, pero recapitulemos, ¿qué es lo que hace a Serena Williams una poderosa voz dentro y fuera del deporte?
El éxito de Serena Williams no se puede medir únicamente por el número de récords y títulos deportivos, más bien, por lo que estos representan para las mujeres en el deporte, especialmente para las mujeres afrodescendientes.
Serena Williams, una voz que rompió barreras
Serena Williams creció en un entorno de vulnerabilidad en Compton, California, Desde pequeña comenzó a entrenar, junto a su hermana, Venus Williams, en las canchas de tenis públicas locales, y con tan sólo 14 años de edad se convirtió en una deportista profesional, sin embargo, las asimetrías por ser una mujer negra siempres estuvieron presentes.
No se puede hablar de Serena Williams sin reconocer la travesía llena de obstáculos que ha recorrido. Discriminación, colorismo, racismo, y violencia de género son los problemas estructurales a los que se ha enfrentado, en sus palabras: “Para mí, era una cuestión de resistencia. Lo que otros marcaron como defectos o desventajas acerca de mí – mi raza, mi género – lo abracé como combustible para mi éxito”.
William es un referente en la lucha feminista y en la lucha contra el racismo en Estados Unidos, pues como una mujer afroamericana ha enfrentado discriminación y prejuicios a lo largo de su carrera. Desde que Serena William inició su carrera como deportista ha tenido que someterse a pruebas de antidopaje en repetidas ocasiones, así lo denunció en 2018 en la red social Twitter, (ahora X).
“...y es ese momento del día para hacer pruebas de antidopaje aleatorias, y solo a Serena. De todos los jugadores, se ha demostrado que soy yo a la que más pruebas le hacen. ¿Discriminación? Creo que sí”, se lee en la publicación de aquel entonces.
Maternidad y deporte
“Pasé de una cesárea a una segunda tromboembolia pulmonar, y luego a una final de Grand Slam. Jugué mientras amamantaba. Jugué mientras sufría de depresión posparto. Pero no pude lograrlo”, se lee en un ensayo personal escrito por Williams para la revista Vogue en 2022, donde habló sobre ser madre.
Serena William ha hablado abiertamente sobre su maternidad. En 2017, William tuvo a su primera hija, Alexis Olympia Ohanian Jr., y a mediados de 2023 nació su segunda hija, Adira River Ohanian. La maternidad se convirtió en una etapa poderosa que llena de dificultades físicas y laborales.
Durante el nacimiento de su primera hija, Williams sufrió de un tromboembolia pulmonar y un hematoma severo, es decir, por la obstrucción de las arterias pulmonares por un coágulo de sangre. Este hecho desencadenó en una serie de desigualdades de género de las que Williams aún no era consciente, pues más tarde reflexionaría que “Si yo fuera un hombre no estaría escribiendo esto porque estaría jugando y ganando mientras mi esposa hace la labor física de expandir nuestra familia”.
En un mundo en el que las mujeres deben trabajar enfermas, menstruando o maternando, Williams destacó la necesidad de los permisos de maternidad para las mujeres.