Después de múltiples aplazamientos y más de un año de proceso judicial, Kevin “N” fue declarado culpable del homicidio calificado por razones de género de María Enedelia García Pérez, asesinada en mayo de 2023 en Ixtapaluca, Estado de México.

El fallo fue emitido por la jueza Noemí Barrón, quien reconoció que el crimen estuvo motivado por violencia de género. Aún está pendiente la audiencia de individualización de sanciones, donde se definirá la pena que el acusado deberá cumplir en prisión.

Desde el inicio del proceso, los familiares de María Enedelia exigieron que el crimen se investigara con perspectiva de género y se tipificara como feminicidio, señalando que se trató de un acto de violencia machista. Sin embargo, el delito fue inicialmente clasificado como homicidio calificado por razones de género, a pesar del testimonio directo de la hija de la víctima y de las pruebas sobre la agresión.

El caso también estuvo marcado por retrasos judiciales y revictimización. La audiencia intermedia, prevista originalmente para el 2 de mayo de 2024, fue suspendida porque los abogados defensores no se presentaron. Otras audiencias también fueron aplazadas por diversos motivos.

 ¿Qué pasó con el caso de Enedelia?

María Enedelia fue asesinada en la primera semana de mayo de 2023 dentro de su domicilio en la colonia Hornos de Zoquiapan. De acuerdo con el testimonio de su hija, Paola Alondra Mejía García, el agresor —expareja de ella— las secuestró en la casa, la atacó físicamente y, al ser confrontado por Enedelia, la apuñaló en el corazón y enterró su cuerpo en el patio e intentó ocultar el crimen.

El cuerpo fue hallado el 24 de mayo. Kevin “N” huyó a Tepic, Nayarit, donde fue detenido semanas después. Paola, quien fue forzada a huir con él, también fue detenida injustamente por autoridades locales.

Kevin “N” presuntamente es hijo de Gerardo Guerrero Ramírez, séptimo regidor de Ixtapaluca y militante de Morena. La activista Carmen Sánchez, quien ha acompañado el caso desde el inicio, ha denunciado que el acusado utilizó sus vínculos políticos y recursos económicos para obstaculizar la justicia y dilatar el proceso.

El fallo que reconoce la agravante de género fue recibido como un avance por parte de la familia y activistas que han seguido el caso. Sin embargo, subrayan que la justicia aún no es completa y que seguirán exigiendo una sentencia ejemplar, reparación integral del daño y garantías de no repetición.