El regional mexicano es uno de los géneros identitarios más importantes; su riqueza cultural, sus composiciones y sus letras han sido testigos de la historia de México desde hace casi 100 años. Su valor es innegable, sin embargo, el contexto sociohistórico produjo un sexismo muy fuerte dentro de este género que en sus letras exalta el nacionalismo, la virilidad, las cantinas y la cosificación de la mujer.
Con esto, celebramos a aquellas personajas que nacieron del regional mexicano y reivindicaron por completo su papel en este género; no más "bellezas de cantina", pero sí más Chonas que salen a bailar, Juanas que se apropian de la pista de baile y mujeres malandrinas que salen a divertirse al ritmo de la banda.
Algo que debemos destacar es que el regional mexicano es sólo una clasificación que engloba muchos géneros como por ejemplo, el duranguense, el sierreño, el norteño, mariachi, quebradita, tejano, grupero, banda y más recientemente, los corridos tumbados.
Las mujeres que inspiran al regional mexicano
La Chona
¿Una mujer que se mueve y pide una botella en los bailes?, con una letra compuesta en perfecta armonía con 14 sílabas por verso y coros alejandrinos (7 sílabas), los Tucanes de Tijuana crearon a una de las personajas más increíbles del regional mexicano.
Tomás Acevedo, locutor de radio en Ensenada fue un amigo cercano de Mario Quintero, vocalista de la agrupación. De esta amistad surgió una conversación en la que el locutor le narró todas aquellas aventuras que su esposa Chona vivía en los bailes.
Entre alcohol, ritmo pegadizo y la estrella de la noche, la señora Chona pasaba sus tardes y sus noches en la ciudad de Ensenada, por ello, Mario Quintero -a petición de su amigo- decidió componer una canción en su honor. Tras cinco minutos de proyectar la letra, una de las piezas más emblemáticas había nacido: La Chona.
Resulta increíble lo que representa la Chona y cómo, a través de su historia, rompe con los esquemas de las mujeres en el regional mexicano. En la canción, se habla de su goce y disfrute; no hay amor romántico y mucho menos espacio para ningún estigma.
"La Chona", es y siempre será un recordatorio de lo poderoso que es apropiarse de los espacios de danza y gozar de tu cuerpo al ritmo de la banda. Algo muy similar al movimiento de la desculonización que lucha por crear espacios de ritmos urbanos.
La Güera Salomé
Es imposible no hablar de canciones pegadizas, divertidas y muy mexicanas sin mencionar a Rodolfo "Fito" Olivares. Originario de Tamaulipas, México, dedicó cinco décadas de su vida a producir, escribir y crear piezas trascendentales que México y Latinoamérica bailan en las fiestas y los bailes. Tal vez lo recuerdes por "Se me sube el colesterol" o "Agüita de melón".
"La Güera Salomé" es una canción que cuenta la historia de un baile; recién ha comenzado y aunque la cumbia se escucha en las bocinas, la gente apenas comienza a mover los pies. No es hasta que la imponente Güera Salomé entra al baile, se coloca al centro de la pista y comienza a mover las caderas que la multitud se enciende.
La letra explica que los movimientos de sus manos y sus pies son tan increíbles que todo el mundo la mira en el baile; una reina absoluta de la noche.
Al igual que "La Chona", esta pieza nos da un escenario donde una mujer aparece en el lugar, se mueve, disfruta y baila por su cuenta sin necesidad de esperar a que alguno de los compadres que la observan la inviten a bailar; La Güera Salomé sabe brillar sola.
Juana la cubana
Escrita por el mismo Fito Olivares, Juana la Cubana es, por lo menos, todo un himno que nos recuerda la reapropiación de los espacios a través del baile.
La historia de esta canción es concreta: Una mujer aparece en la pista de baile y todas las personas la miran atónitas por su impecable movimiento de caderas.
Fito Olivares murió en 2023 a causa de cáncer, sin embargo, antes de su partida respondió varias preguntas sobre la mujer que había inspirado a Juana la cubana.
De acuerdo con el compositor mexicano, una noche que se encontraba en el baile encontró a una mujer bailando por su cuenta, sus pasos eran tan hipnóticos que era imposible no admirar su gran habilidad. ¿Se llamaba Juana? En realidad, no. Fito Olivares explicó que nunca se acercó a aquella misteriosa mujer, sin embargo, el primer nombre en el que pensó fue Juana.
Es así que la identidad de la mujer bailarina que deslumbró a todas las personas presentes en el baile se mantiene en anonimato, sin embargo, a 27 años del lanzamiento de esta canción, Juana la cubana continúa animando, inspirando y recordándonos: "Muévete, porque bailando tú eres la reina donde quieras"
Las malandrinas
Ruidosas, de tejana y bailarinas, en estas mujeres Jenni Rivera se inspiró para la creación de su corrido "Las malandrinas".
Lanzada hace 23 años, esta canción fue dedicada para todas aquellas mujeres que disfrutan de la rancherada con una cerveza fría en la mano. Dentro de la letra -y propio de la picardía de Jenni Rivera- critica a todas aquellas personas que no están de acuerdo con el estilo de vida de estas mujeres que, al llegar a los bailes, piden corridos para bailarlos y gozarlos.
Si hay algo que distinguía a Jenni Rivera era la composición de piezas que reafirmaba su lugar en la música y un cantar constante a disfrutar de los bailes y es que, hay un discurso político muy importante cuando se habla del movimiento de los cuerpos feminizados, vivir la sensualidad, tomar la pista de baile y bailar sola.
Para entender mejor por qué es tan valioso hablar de estos espacios que propician el movimiento corporal, entrevistamos a la jefa de difusión del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, Brenda Macías en nuestro artículo "Bellakath: una gatita que le gusta el mambo y cuestionar el "buen gusto". ¿Lista para agregar estas canciones del regional mexicano a tu playlist y convertirte en la próxima Chona del baile?