¿Cómo contar las violencias sin revictimizar ni criminalizar? ¿Cómo narrar desde el cuidado, sin caer en el extractivismo informativo?
En América Latina, ejercer el periodismo implica enfrentarse a contextos marcados por la violencia estructural, la impunidad, la criminalidad y los discursos de odio, especialmente hacia comunidades racializadas. A esto se suman redacciones precarizadas, sesgos de género en la toma de decisiones editoriales y un modelo mediático que, con frecuencia, reproduce estereotipos, simplifica realidades y refuerza narrativas revictimizantes o amarillistas.
Ante este panorama, surge #CambiaLaHistoria, una iniciativa de DW Akademie y el medio salvadoreño Alharaca, que dio origen a una Guía editorial para el abordaje de las violencias con enfoque de género e interseccional. En su elaboración participaron 30 editoras y editores de medios independientes y comunitarios de la región, entre ellos La Cadera de Eva.
Más que una serie de recomendaciones, esta guía es una propuesta para transformar el periodismo desde dentro: construir narrativas más éticas, plurales y cuidadosas, que coloquen al centro a las personas, sus resistencias y sus contextos.
Aunque en las últimas décadas se han publicado otras guías con enfoque de género, esta pone el acento en una propuesta distinta: el periodismo constructivo con enfoque interseccional. ¿Qué quiere decir esto? No se trata de un periodismo "positivo", sino de uno que, además de evidenciar las violencias estructurales, también documenta las resistencias, las alternativas y las posibilidades de cambio.
La apuesta de #CambiaLaHistoria se sostiene en tres principios fundamentales:
- Narrar soluciones, resistencias y momentos de esperanza.
- Mostrar los matices y complejidades de las historias.
- Usar el periodismo como una herramienta para el diálogo y la transformación colectiva.
También propone incorporar la interseccionalidad como una herramienta narrativa y de análisis. Reconocer que las violencias no afectan por igual a todas las personas, y que factores como género, clase, raza, edad, territorio, discapacidad, orientación sexual o estatus migratorio se entrecruzan, es clave para narrar con profundidad y responsabilidad.
Uno de los aportes más valiosos de la guía es su glosario colaborativo, que invita a repensar conceptos y categorías clave desde una mirada interseccional, proponiendo un lenguaje más justo y preciso para el periodismo.
En el marco de este proyecto, La Cadera de Eva participó con la investigación “Decisiones Robadas”, que documenta la esterilización forzada impuesta a mujeres con discapacidad.
Puedes leerla aquí:
Claves que toda redacción debería incorporar
Estas son algunas de las recomendaciones más urgentes que propone la guía:
Evitar discursos de odio, la criminalización o la revictimización. Escuchar a quienes protagonizan las historias y respetar cómo quieren —o no quieren— ser representadas.
No hacer extractivismo informativo: no basta con contar una historia. Hay que devolver algo: materiales accesibles, resultados, procesos compartidos. La guía sugiere cocrear contenidos, entregarlos en formatos diversos (impresos, podcast, lenguas indígenas) y generar vínculos duraderos.
Ampliar la agenda y las voces: ir más allá de los “temas de mujeres”. Incluir a personas indígenas, racializadas, con discapacidad, de zonas rurales o periféricas. Revisar críticamente las narrativas dominantes sobre narcotráfico, migración o justicia.
Fomentar redacciones diversas y seguras: crear políticas de género, protocolos de seguridad y condiciones laborales dignas. El autocuidado no es un lujo: es una herramienta política.
Editar con enfoque: las editoras y editores tienen un papel crucial en transformar las estructuras narrativas. La guía ofrece herramientas para revisar sesgos, promover la autorreflexión y construir un periodismo más ético desde la raíz.
No se trata solo de informar sobre, sino de informar con
Uno de los principios centrales de la guía es dejar de hablar “sobre” las comunidades y empezar a hablar con ellas. Reconocerlas como coautoras de sus propias historias, desde el respeto, la horizontalidad y la valoración de saberes no hegemónicos.
Como explica el equipo de DW Akademie, esta guía es el resultado de un proceso colectivo de aprendizaje, diálogo e intercambio entre periodistas de diversos contextos. Una apuesta por un periodismo más humano, justo y transformador.
¿Por qué importa esta guía?
Porque contar bien las violencias también es una forma de justicia. Porque construir relatos que cuiden, dignifiquen y abran conversación es una forma de resistir ante el miedo, el silencio y el cinismo.
En La Cadera de Eva creemos que repensar el periodismo es urgente. Esta guía es una herramienta poderosa para hacerlo: para transformar no solo nuestras narrativas, sino también nuestras formas de trabajo y nuestras relaciones con las fuentes, las audiencias y entre nosotras.
Consulta la guía completa aquí