Este 30 de mayo de 2025, Taylor Swift compartió una noticia que también marcó un hito en la lucha por los derechos de las artistas: logró recuperar los derechos de sus primeros seis álbumes, tomando nuevamente el control absoluto sobre la música que la convirtió en una de las voces más importantes de nuestra generación.
Pero este logro representa mucho más que una transacción financiera; es un símbolo de resistencia y empoderamiento en una industria donde las creadoras históricamente han sido despojadas de la propiedad de su propio trabajo.
“No tengo palabras para agradecerles por ayudarme a reencontrarme con este arte al que he dedicado mi vida, pero que nunca había poseído hasta ahora”, escribió a sus fans a través de sus redes sociales.
¿Cómo fue que Taylor "perdió" su música? Aquí el contexto
Taylor Swift firmó con la disquera Big Machine Records en 2005, cuando tenía 15 años. Según el contrato, la compañía obtuvo la propiedad de las grabaciones originales ("masters") de sus primeros seis discos: Taylor Swift (2006), Fearless (2008), Speak Now (2010), Red (2012), 1989 (2014) y Reputation (2017).
En 2018, Taylor Swift firmó con Universal Music Group y Republic Records, quedando dueña de las grabaciones maestras de álbumes como Lover (2019), Folklore (2020), Evermore (2020), Midnights (2022) y The Tortured Poets Department (2024).
En 2019, el reconocido empresario musical Scooter Braun adquirió Big Machine Records, y con ello, los derechos sobre esas primeras grabaciones maestras.
En 2020, Braun vendió esos másteres a Shamrock Capital por 405 millones de dólares, sin que Swift estuviera involucrada en la negociación . Esta situación profundizó la sensación de injusticia y despojo que la artista experimentó, generando un debate sobre las prácticas de la industria musical y la falta de control de las artistas sobre su propio trabajo.
Según Swift, en el momento de la venta de Shamrock, le dieron la oportunidad de ser "socia" de la empresa, pero la rechazó porque el acuerdo con Braun le permitiría seguir beneficiándose de su trabajo.
La estrategia de las "Taylor's Version"
Ante esta situación, Swift decidió regrabar sus álbumes bajo el nombre Taylor's Version, lo que le permitió recuperar el control creativo y económico sobre su música. Desde 2021, ha lanzado versiones regrabadas de sus discos clásicos, que no solo le han permitido explotar comercialmente su repertorio, sino también disputar el mercado contra las grabaciones originales, cuyos derechos aún no tenía.
Este modelo ha sido celebrado por fans y especialistas por devolver a las creadoras una parte de la soberanía sobre su trabajo, y ha inspirado a otros artistas a reflexionar sobre la importancia de tener control sobre sus propias obras.
Finalmente, este 30 de mayo de 2025, Swift concretó la compra de los derechos de sus seis primeros álbumes a Shamrock Capital por aproximadamente 360 millones de dólares, según reportes de Bloomberg Línea y otros medios internacionales.
En su mensaje oficial, la artista expresó con orgullo que toda la música que ha creado “ahora me pertenece”, incluyendo no solo las grabaciones, sino también las portadas, fotografías y material inédito.
Un precedente para las artistas y creadoras
La lucha de Taylor Swift habla de la precariedad histórica en la que han vivido muchas artistas, quienes muchas veces ven cómo sus obras son administradas y comercializadas por terceros sin su consentimiento pleno. Recuperar el control sobre su catálogo no solo le devuelve a Swift la autonomía creativa y económica, sino que también sirve como ejemplo y faro para otras mujeres y artistas en el mundo.
Álbumes como Fearless (Taylor’s Version) o Red (Taylor’s Version) no solo rescatan la música, sino que cuentan una historia de lucha por la autoría y la justicia.